Indignados en el mundo: «¡Revolución! ¡Muerte al capitalismo!»

Cientos de miles de indignados de 82 países protagonizan “la primera movilización global de la historia”
“La solución: revolución; ¡Muerte al capitalismo!”

Cientos de miles de indignados de 82 países protagonizan “la primera movilización global de la historia”
“La solución: revolución; ¡Muerte al capitalismo!”

Bruselas, Berlín, Londres, Roma, Madrid, Sydney, Seúl, Tokio y Washington, (PL y Bolpress).- “¡Rompamos la dictadura de los patronos y los bancos; Muerte al capitalismo!”, exclamaron este sábado 15 de octubre cientos de miles de personas en 951 ciudades de 82 países, en una jornada de protesta mundial sin precedentes.

Cientos de miles de estudiantes, obreros, sindicalistas, activistas, profesionales de clase media, estrellas de la farándula, líderes políticos y religiosos, y activistas de la clase trabajadora manifestaron una vez más su hartazgo con las elites políticas y financieras que controlan el mundo, en una inédita movilización cumplida este sábado en varios países del mundo.

Las multitudes colmaron calles y plazas de América, Asia y Europa, exigiendo una democracia real, auténticos derechos humanos y acciones contra la avaricia de los bancos y los mercados financieros, principales responsables la crisis capitalista y de las penurias de la clase trabajadora.

Los millones de explotados y víctimas del capitalismo tenemos que unirnos para hacer fuerza, “de la misma forma que se unen los depredadores del sistema financiero y se coordinan las estrategias de quienes controlan los hilos de la política”, habían planteado los líderes de la emblemática acampada de la Puerta del Sol en España, en un intento animar a la gente de todo el mundo a participar en la protesta pauteada para este 15 de octubre.

Conscientes de que la clave es “globalizar” la protesta, activistas de todo el orbe planificaron y organizaron con especial cuidado “la primera movilización masiva a nivel global de la historia” en contra de un enemigo único: el capitalismo. Todos están hartos del sistema por varias razones.

En primer lugar, la crisis empeora cada día y la humanidad va camino a la barbarie. La plutocracia mundial privatiza los servicios de salud y educación; ya hay un ejército de 205 millones de desempleados; y los empresarios pagan cada vez menos y liquidan beneficios sociales y laborales históricos.

La clase obrera está cansada de que la banca siempre gane. En España “se llevan a precios de saldo las Cajas de Ahorro después de que se han inyectado más de 20.000 millones de todos los españoles. Nos meten en la crisis, reciben dinero barato y ayudas públicas y se reparten beneficios y retribuciones escandalosas… Mientras los gestores de los bancos y cajas causantes de la crisis se aseguran pensiones millonarias, aprueban una reforma para que el resto trabajemos más años y cobremos menos…”.

Los pobres de los cinco continentes ya no aguantan la dictadura capitalista que les roba sus sueños; ya no soportan a los poderes financieros que marcan la hoja de ruta de los gobernantes, y obtienen espectaculares beneficios con la crisis que ellos mismos provocaron. Indigna saber que el 2% de la población mundial posee más de la mitad de la riqueza global, mientras un tercio de la población vive con 0,93 euros al día y mil millones de seres humanos padecen hambre y desnutrición.

La iniciativa ciudadana 15october.net anunció movilizaciones simultáneas en 951 ciudades de 82 países en contra de la avaricia de la banca internacional y los abusos del capitalismo internacional. Bruselas y Madrid fueron escogidas como epicentro de las protestas en Europa, por cobijar a las sedes del Consejo Europeo y la Comisión Europea.

Este sábado, más de seis mil personas marcharon en Bruselas con pancartas de reproche al imperio financiero y coreando consignas como “Muerte al capitalismo” y “Rompamos la dictadura de los patronos y los bancos”. Jóvenes procedentes de varios países europeos arrojaron zapatos a la fachada de la Bolsa de Bruselas al grito en castellano de ¡Culpable!

En Ginebra, unos 300 indignados protestaron ante la sede de Naciones Unidas y tendieron una gran sábana blanca a modo de mural, en la que proyectaron mensajes en inglés, francés, español, alemán y portugués, entre ellos“No a los mercados, ni a las multinacionales”; “contra la banca glotona»; «contra la tiranía de los mercados y la elite financiera”.

Los mercados son poderosos, pero no invencibles, desafiaron numerosos blogs y redes sociales de España, donde unas 60 ciudades acogieron las protestas contra “la dictadura financiera impuesta por el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea”.

En Madrid, decenas de miles atestaron nuevamente la Puerta del Sol, donde cinco meses atrás se engendró una inédita movilización reclamando una democracia real. Los manifestantes cantaron sus ya tradicionales consignas como “Que no, que no, que no nos representan”, en alusión a la clase política subordinada al poder económico. En Barcelona se congregaron más de 60 mil personas, según fuentes policiales, aunque los organizadores estimaron en más de 250 mil los participantes.

Los miles de manifestantes en Madrid y Barcelona corearon consignas como “No robéis nuestros derechos, jubilados y pensiones”; “Recortad a los banqueros y al clero”; “Basta de paliativos, eutanasia a la banca”; “Este es el camino, no el capitalismo”.

Con los lemas “Nosotros no somos mercancías en manos de los políticos y banqueros”; “Muerte al capitalismo”; “Rompamos la dictadura de los patronos y los bancos”, otros miles de indignados marcharon el sábado por las calles de Atenas, Roma, Zúrich, Estocolmo, Francfort, Londres, Dublín, París, Sarajevo, Zagreb, Australia, Nueva Zelanda, Filipinas, Japón, Corea del Sur, Hong Kong, Indonesia y Singapur.

En América se enarbolaron pancartas con lemas como “A los bancos los rescataron, a nosotros nos vendieron”; “Nosotros somos el 99 por ciento”; “Un día las cosas serán diferentes”; “Imagine el fin del capital”; «Los bancos no tomarán más nuestras casas, no robarán a los estudiantes, no destruirán más el medio ambiente, no financiarán la miseria de la guerra”; “Democracia directa, gestión por y para el bien común”…

Las protestas sociales de este sábado fueron el termómetro de la indignación generalizada y sobre todo del repudio mundial a un sistema económico que beneficia a muy pocos.

Movilizaciones masivas en Alemania e Italia; británicos asedian Bolsa de Londres

Cientos de indignados británicos se congregaron en los alrededores de la Bolsa de Londres para repudiar la avaricia de los bancos y los mercados financieros. Somos el 99 por ciento de las personas del mundo que tenemos que pagar un alto precio por el uno por ciento de los más ricos, corearon a viva voz los manifestantes en la toma pacífica de London Stock Exchange (LSX).

Otro numeroso grupo de inconformes marchó por las plazas de Mile y Paternoster y continuó la acampada en las cercanías de la catedral de San Pablo, en el distrito financiero londinense. Además, la campaña fue replicada por millares de descontentos en Birmingham, Bristol, Edimburgo, Glasgow, Leeds, Manchester y Norwich, según los activistas de la red Occupy LSX, que confirmaron la presencia de unas 13 mil personas.

En Alemania, más de 10 mil personas participaron en las protestas contra el capitalismo. Bajo el lema “Ocupemos Berlín”, al menos cinco mil manifestantes marcharon desde la céntrica Plaza Alexanderplatz hasta la Cancillería. Otras cinco mil marcharon en Frankfurt del Meno, el bastión financiero de Alemania, frente a la sede del Banco Central Europeo. También hubo manifestaciones en otras ciudades alemanas para exigir un cambio de política. «Estamos muy sorprendidos, pues inicialmente contábamos con unos cientos de personas», destacó Frauke Distelrath, una portavoz del movimiento internacional altermundialista Attac.

En Roma, unos 200 mil indignados protestaron en la Plaza de la República en contra de los recortes públicos y las medidas de austeridad del gobierno de Silvio Berlusconi. Unos 750 autobuses de 80 provincias del país llegaron en refuerzo de los manifestantes romanos, procedentes en su mayoría de las regiones de Milán, Génova, Emilia Romagna y Toscana.

“Una solución: revolución”, decían los carteles de los huelguistas. “Cuando la injusticia se convierte en ley la rebelión es un deber”, gritaron miles de estudiantes en las calles de Trieste, Cagliari, Bolonia, Turín y Palermo. En Milán algunos jóvenes lanzaron huevos y globos con pintura a las sedes de entidades bancarias, mientras otros intentaron ocupar la sucursal de la agencia Moody’s.

Las protestas en Australia y Asia

“Sydney está ocupada”, proclamaron los activistas de la plataforma Occupy Sydney frente al Banco de la Reserva de Australia. Concentraciones similares ocurrieron en Adelaida, Brisbane, Byron Bay, Melbourne, Perth y Townsville. En Nueva Zelanda, las movilizaciones más significativas tuvieron lugar en Wellington y Auckland.

En Asia, la convocatoria Ocupa Tokio sumó centenares de participantes en una marcha hasta las oficinas del gobierno nipón. En Seúl cientos de civiles protestaron frente a la sede de la Comisión de Servicios Financieros y anunciaron protestas hasta el domingo en contra del sistema financiero que intoxica al país y en oposición al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. También se escucharon reclamos coincidentes con los de sus homólogos de Estados Unidos contra el uno por ciento de los súper ricos que controlan el entorno financiero tóxico. Los mensajes de sus pancartas: “impuestos para el capital financiero” y “empleo para los trabajadores”.

La movilización anticapitalista en América Latina

El movimiento mundial de los indignados encontró eco en varios países latinoamericanos. En República Dominicana, los manifestantes reclamaron al gobierno la asignación de al menos 4% del Producto Interno Bruto para la Educación y la seguridad ciudadana. La portavoz del movimiento Paola Then dijo que los partidos tradicionales no representan a la sociedad y alentó a los manifestantes diciéndoles que el poder del pueblo triunfa sobre la apuesta de Wall Street.

Chile se sumó a la jornada mundial de los indignados con marchas en Santiago y en otras ciudades del país, con particular fuerza en las ciudades de Arica, Aysén, Valparaíso y Concepción. Una multitudinaria manifestación de chilenos de todas las edades inundó nuevamente la Alameda de Santiago, escenario de masivas movilizaciones en los últimos cinco meses contra la privatización de la educación. La imponente y colorida manifestación mezcló la denuncia, el discurso popular con música y baile, en una reiteración de los chilenos a su acentuado descontento contra el modelo neoliberal y en particular contra el gobierno derechista de Sebastián Piñera.

Además, cientos de puertorriqueños respaldaron las protestas en contra del capitalismo. “Hoy comenzamos los actos de ocupación en solidaridad con el movimiento a nivel mundial y a delinear las estrategias del movimiento en Puerto Rico”, expresó Miguel Lozada, portavoz del grupo Ocupa Puerto Rico, autodefinido como un movimiento ciudadano de presión sin soporte institucional y entendido como una suma de individualidades.

Este grupo ciudadano se propone permanecer por tiempo indefinido en el sector bancario puertorriqueño conocido como la Milla de Oro, lugar donde está representado el uno por ciento de la población dueña del 40 por ciento de las riquezas. Exige la separación del poder corporativo y la política gubernamental para poner fin “a la influencia masiva de las empresas limitando mediante legislación las contribuciones monetarias a las campañas políticas y hacer ilegal el cabildeo”.

Los panameños también se plegaron a la movilizacion mundial enarbolando banderas contra el recién aprobado Tratado de Promoción Comercial con Estados Unidos. Convocados por el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales de Panamá (Frenadeso), los participantes se concentraron en la Plaza 5 de Mayo para criticar a la política económica neoliberal que genera corrupción y una acumulación de riqueza indiscriminada en la sociedad panameña, donde se han profundizado enormemente las diferencias sociales.

En Brasilia, cientos de indignados brasileños se movilizaron en repudio a la precariedad social y el poder de las finanzas. La red Globo informó que se realizaron manifestaciones en diferentes ciudades del país. Las más destacadas acontecieron en Sao Paulo y en diferentes localidades del estado de Paraná, entre ellas Curitiba, Londrina, Cascavel y Paranavaí.

La protesta social sacude Estados Unidos

Los indignados de Estados Unidos participaron activamente en la protesta mundial contra el capitalismo, sobre todo en urbes como Nueva York, Washington, Boston, Filadelfia, Los Ángeles, Chicago, Miami, Dallas, y en otras 60 ciudades del país. Según un comunicado del movimiento global en el sitio 15october.net, “los poderes establecidos actúan en beneficio de unos pocos, desoyendo la voluntad de la gran mayoría, sin importarles los costes humanos o ecológicos que tengamos que pagar. Hay que poner fin a esta intolerable situación”.

Miles de manifestantes levantaron su voz en el país para sumarse al grito lanzado el 17 de septiembre en el centro financiero neoyorquino, contra la codicia de las grandes empresas y las desigualdades que generan. La protesta comenzó en julio, cuando se presentó un sitio de Internet que pidió marchar y plantarse frente a la bolsa de valores de la Gran Manzana. Desde entonces, una protesta social sin precedentes sacude a Estados Unidos.

El movimiento Occupy Wall Street (Ocupemos Wall Street) activó la lucha social contra la desigualdad, la crisis laboral, las políticas neoliberales, los recortes tributarios y de los servicios públicos. Se han sumado a la protesta anti Wall Street cerca de 15 sindicatos de Nueva York, entre ellos Transport Workers Union (TWU) y United Federation of Teachers. Además, el movimiento se extendió a más de 68 ciudades, entre ellas Washington, Los Ángeles, Philadelphia, Chicago, Boston, Seattle, Miami y Dallas.

Integran el ejército de inconformes principalmente desempleados, maestros, funcionarios públicos, sindicalistas, entre otros. Hace poco se sumaron a la protesta estrellas de la farándula musical y algunos líderes políticos y religiosos. Entre los lemas más emblemáticos del movimiento destacan: “A los bancos los rescataron, a nosotros nos vendieron”, pese a que “Nosotros somos el 99 por ciento”.

El gobierno del presidente Barack Obama destinó 787 mil millones de dólares a los principales bancos del país como asistencia tras la crisis financiera de 2008, mientras los sectores sociales más afectados no recibieron prácticamente nada para enfrentar una crisis que no crearon. El 8 de octubre se supo que 15 ejecutivos de grandes financieras y constructoras se llevaron, cada uno, más de 100 millones de dólares en compensaciones y dividendos, mientras se gestaba la crisis actual. El diario The Wall Street Journal reveló que cuatro de esos ejecutivos, incluidos los presidentes de Lehman Brothers y Bear Stearns, estuvieron al frente de compañías que quebraron o vieron una caída del 90 por ciento en la cotización de sus acciones.

La desigualdad social aumentó tanto en Estados Unidos que se compara con la polarización que existió hace casi un siglo, antes de la llamada Gran Depresión. Según el Institute for Policy Studies, los ricos, el 1% de la población, controlan 33,8% de la riqueza y casi el 51% de las acciones, bonos y fondos mutuos de la nación. Contrariamente, los ingresos de la clase media cayeron a un promedio de 49,4 dólares el año pasado, en relación a los 53,2 dólares de 2000, estima la Oficina del Censo de Estados Unidos.

El movimiento Ocupar Wall Street (OWS) protagoniza el debate político en Estados Unidos; el propio presidente Obama ha tenido que referirse a esa emblemática protesta y tuvo que admitir que el espíritu que se respira en la movilización responde a un sentimiento de frustración de los estadounidenses. El vicepresidente Joseph R. Biden y la representante Nancy Pelosi lanzaron mensajes similares.

Al inicio de las protestas, el diario The New York Times llamó a los movilizados actores de “un progresismo de pantomima”. Luego el mismo diario editorializó: el mensaje es obvio, desde que la economía entró en recesión solo los ricos se ha recuperado y prosperado, pero “el problema es que nadie en Washington ha estado escuchando”. El columnista Paul Krugman reveló que las protestas ya han provocado una reacción histérica de Wall Street y de los súper ricos en general, mientras la oligarquía estadounidense trata de suprimir “cualquier crítica de las fuentes de su riqueza”.

El ultraderechista Partido del Té calificó de “frenéticas y divisorias” las acciones de los Ocupas; se trata de una “multitud irresponsable de hippies celosos y maleducados”, denostaron los republicanos John Boehner, Eric Cantor y Herman Cain. Cantor dijo que los movilizados son “una muchedumbre cada vez mayor”, mientras que Cain, aspirante a la candidatura presidencial republicana, los consideró parte de un complot “anticapitalista”.

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