Industria del aluminio entre paros y discursos
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Ciudad Guayana, miércoles, 26 de enero de 2011 (Foto José Leal).- El conflicto en las empresas del aluminio se maneja en dos escenarios: el laboral y el político. El clima se complica con la intervención de factores partidistas que dividen a los trabajadores y los confronta en los portones de CVG Alcasa y CVG Venalum. El presidente de Alcasa se apoya de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete) mientras que el sindicato tiene de su lado a la Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT). En Venalum, los sindicatos niegan cualquier tipo de acuerdo que no sea conformar una mesa técnica para la discusión de la convención colectiva. Las fábricas se mantienen en condiciones mínimas, los trabajadores están dispuestos a continuar la protesta si el último fin es lograr el pago de los beneficios.
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Ciudad Guayana, miércoles, 26 de enero de 2011 (Foto José Leal).- El conflicto en las empresas del aluminio se maneja en dos escenarios: el laboral y el político. El clima se complica con la intervención de factores partidistas que dividen a los trabajadores y los confronta en los portones de CVG Alcasa y CVG Venalum. El presidente de Alcasa se apoya de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete) mientras que el sindicato tiene de su lado a la Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT). En Venalum, los sindicatos niegan cualquier tipo de acuerdo que no sea conformar una mesa técnica para la discusión de la convención colectiva. Las fábricas se mantienen en condiciones mínimas, los trabajadores están dispuestos a continuar la protesta si el último fin es lograr el pago de los beneficios.
CVG Venalum ya no es la misma de 2008. Batir un nuevo récord de producción, eso que tanto enorgullecía a los trabajadores, se acerca más a una utopía.
Los trabajadores creen que haber desincorporado 400 celdas fue un sacrificio demasiado grande, del que les costará recuperarse si no se hacen las inversiones a tiempo para la compra de insumos, repuestos y materia prima.
Los consultados por Correo del Caroní durante la jornada de protesta este martes creen que la situación de la fábrica es delicada y sí, no es el mejor momento para hacer paralizaciones, pero no queda de otra.
“Todo lo que tenemos aquí nos lo ha dado la lucha. Nadie nos regaló nada, ningún diputado, ni ministro, mucho menos presidente nos ha dado algo, todo lo que tenemos es gracias a la lucha”, manifiesta Ramón Bastardo con 17 años de trayectoria.
Los trabajadores que habían estado distanciados de la protesta, se sumaron a la manifestación luego de que los dirigentes de Sutralum y Sutrapuval les informaran que el presidente Rada Gamluch no está autorizado a discutir el contrato que tiene 4 años vencido.
A primera hora, en asamblea de trabajadores, llegó un contingente de la Guardia Nacional (GN). Los empleados corrieron a los funcionarios, incluyendo a la diputada por el PSUV, Nancy Ascencio, quien acudió en calidad de mediadora.
Luis Vásquez, secretario de cultura y deporte de Sutrapuval, contó que los ánimos de los trabajadores estaban tan exaltados que reaccionaron contra Ascencio y la GN.
La dirigencia intervino y conversó con la parlamentaria a quien le harán llegar un informe de la situación de la empresa.
Los representantes del sindicato manifestaron que no viajarán a Caracas a tener encuentros a puerta cerrada. Esperan que el titular del Mibam, José Khan, acuda a la empresa a instalar una mesa de diálogo para resolver el conflicto.
Sin conciliación
Manuel Díaz, presidente de Sutrapuval, dijo que sólo el ministro tiene la llave para solventar la situación, “no es posible que el ministro se esté dedicando a salvarle el pellejo y ser complaciente con los hechos de corrupción. No sabemos cuál es el interés, ni lo queremos saber”.
“Ministro, le decimos algo, nosotros no estamos perdiendo el tiempo. Cada día los trabajadores se están sumando y están más claros que lo que quieren es una convención colectiva en donde se defina lo que tiene que ver con el salario normal”.
El dirigente calificó la reunión con Gamluch como una “burla”. “Es poco ético que por un lado de la sala de conferencia se siente con nosotros, y en el otro lado estaba el control obrero con un micrófono escuchando todo lo que discutíamos”.
Según Díaz, el gerente se negó a cancelar los días de protesta a los trabajadores “eso es una falta de respeto porque él tiene 300 personas del control obrero sin trabajar, y cobran por turno, o sea que esa norma no se aplica”.
Gamluch reiteró que no está autorizado a discutir la contratación colectiva. Una de las razones es el disminuido flujo de caja, argumento que para Díaz es mentira porque “¿A dónde va ese poco de aluminio? (…) usted le está haciendo un daño terrible a esta planta, váyase antes que sea demasiado tarde”.