13 junio, 2025

Informe socioantropológico sobre el pueblo Yukpa

INFORME SOCIO ANTROPOLÓGICO
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTAD EXPERIMENTAL DE CIENCIAS
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS HUMANAS
LICENCIATURA EN ANTROPOLOGÍA
UNIDAD ACADÉMICA DE ANTROPOLOGÍA
LABORATORIO DE ANTROPOLOGIA SOCIAL Y CULTURAL

MSc. Zaidy Fernández Soto
MSc. Johnny Alarcón Puentes
MSc. Ernesto Mora Queipo
MSc. Morelva Leal Jerez
MSc. Roberto López
Lic. Vanessa Casanova

Enero, 2010

Esquema

Introducción
1. Historia mítica del pueblo
2. Historia social del pueblo
3. Territorio, población actual.
3.1. Territorio tradicional y nuevas ocupaciones
3.2. Localización, población y características de las comunidades
4. Sistema Político
4.1. Ejercicio de la autoridad tradicional
4.2. Derecho consuetudinario.
4.3. La legislación Venezolana y la de aplicación del Derecho consuetudinario.
5. Producción, intercambio y comercio
5.1. Producción
5.1.1. Producción de alimentos
5.1.2. Producción de cultura material
5.1 2.1. Producción de objetos utilitarios
5.2. Intercambio y comercio
5.2.1. Intercambio
5.2.2. Comercio
6. Religión y medicina
6.1. Religión
6.2. Enfermedades, Medicina tradicional y Occidental
7. Familia, pautas de crianza y educación
7.1. Familia: estructura y dinámica (social y espacial)
7.2. Pautas de crianza y Sistemas educativos tradicionales
7.3. Sistemas educativos occidentales
8. Problemática actual
8.1. Tierras y Demarcación
8.2. Condiciones de vida y problemas
8.2.1. Desplazamiento
8.2.2. Desempleo, explotación laboral y mendicidad.
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFÍA

INFORME SOCIO ANTROPOLÓGICO
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTAD EXPERIMENTAL DE CIENCIAS
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS HUMANAS
LICENCIATURA EN ANTROPOLOGÍA
UNIDAD ACADÉMICA DE ANTROPOLOGÍA
LABORATORIO DE ANTROPOLOGIA SOCIAL Y CULTURAL

MSc. Zaidy Fernández Soto
MSc. Johnny Alarcón Puentes
MSc. Ernesto Mora Queipo
MSc. Morelva Leal Jerez
MSc. Roberto López
Lic. Vanessa Casanova

Enero, 2010

Esquema

Introducción
1. Historia mítica del pueblo
2. Historia social del pueblo
3. Territorio, población actual.
3.1. Territorio tradicional y nuevas ocupaciones
3.2. Localización, población y características de las comunidades
4. Sistema Político
4.1. Ejercicio de la autoridad tradicional
4.2. Derecho consuetudinario.
4.3. La legislación Venezolana y la de aplicación del Derecho consuetudinario.
5. Producción, intercambio y comercio
5.1. Producción
5.1.1. Producción de alimentos
5.1.2. Producción de cultura material
5.1 2.1. Producción de objetos utilitarios
5.2. Intercambio y comercio
5.2.1. Intercambio
5.2.2. Comercio
6. Religión y medicina
6.1. Religión
6.2. Enfermedades, Medicina tradicional y Occidental
7. Familia, pautas de crianza y educación
7.1. Familia: estructura y dinámica (social y espacial)
7.2. Pautas de crianza y Sistemas educativos tradicionales
7.3. Sistemas educativos occidentales
8. Problemática actual
8.1. Tierras y Demarcación
8.2. Condiciones de vida y problemas
8.2.1. Desplazamiento
8.2.2. Desempleo, explotación laboral y mendicidad.
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFÍA

Introducción

El presente informe socio-antropológico sobre el pueblo yukpa pretende dar una visión general de las características socioculturales de este grupo amerindio que habita en el estado Zulia, en este sentido se ha desarrollado a partir de ocho puntos centrales.

Los tres primero, Historia mítica, Historia social del pueblo y Territorio – población actual, están destinado a exponer los aspectos relacionados con el origen del grupo y las características del contacto con los otros grupos socio culturales que han habitado la región, haciendo un recorrido desde las explicaciones míticas hasta los datos historiográfico que aparecen reseñados en la bibliografía, así mismo se hace una descripción de las características poblacionales actuales.

Los siguientes cuatro apartados, Sistema Político, Producción, intercambio y comercio, Religión y medicina, Familia, pautas de crianza y educación, están destinados ha realizar un esbozo de la cosmovisión del pueblo yukpa, iniciando con lo referido la organización sociopolítica, estrechamente relacionada con el sistema de resolución de conflictos o derecho consuetudinario, lo cual constituye el interés principal para este tipo de informes, así mismo, se registran los aspectos centrales de la cultura, tales como las actividades productivas que permiten la existencia material del grupo, los sistemas religiosos y médicos como elementos de significado relevantes para mantener la cohesión del grupo; y los sistemas de transmisión del saber que garantizan la continuidad de los conocimientos y relación entre las generaciones.

En el último punto se trata la problemática actual del pueblo yukpa, enfatizando dos aspectos fundamentales: la problemática territorial, a partir del proceso de demarcación, el cual en el caso de este grupo étnico ha sido bastante controversial; y las condiciones de vida en las que se encuentran los miembros de este pueblo.

1. Historia mítica del pueblo

La existencia de por lo menos cinco subgrupos en función de las variantes dialectales y de la ubicación en espacios específicos dentro del territorio de la etnia, la relativa independencia sociopolítica que han conservado estos subgrupos y el sistema de transmisión oral han permitido la existencia simultanea de diversas versiones en el origen mitológico de los yukpa, existen diversidad de relatos sobre como llegaron a este mundo y como poblaron la Sierra de Perijá, sin embargo, aunque varían en los detalles todas conservan la esencia de los hechos a partir del cual Kemoko(1) es quien encuentra a los yukpa contemporáneos dentro de un árbol, luego que el pájaro carpintero se percatara que al picarlo de él salía sangre. Kemoko, lo cortó y dobló parte de sus ramas para darle forma de humano.
En este sentido es importante destacar que antes de que Kemoko hiciera a los yukpa de los arboles, el hombre de árbol manirache y a la mujeres del quirilli, ya se habían sucedido una serie de eventos según los cuales Kemoko había procreado otros seres humanos, en algunos casos yukpa antiguos a partir de barro o madera o por la copulación con animales humanizados. También en estos relatos se explica la existencia de los otros grupos humanos diferentes a los yukpa. En este periodo anterior los humanos y los animales compartían el habla.

Acuña (1999) desarrolla, lo que consideramos el mejor intento por articular la historia mítica del pueblo yukpa a partir de los diversos relatos de origen:

A nuestro juicio, después de haber escuchado muchos relatos mitológicos, se pueden distinguir básicamente dos épocas diferenciadas: la primera podríamos definirla como fundacional y lejana en el tiempo, la cual estaría subdividida, a su vez, en dos períodos situados antes y después de una inundación catastrófica y destructora; la segunda podríamos decir que se corresponde con la época antigua contemporánea en la que vivieron los antepasados hasta fechas próximas en el tiempo.

En la época fundacional, de los relatos escuchados, el más lejano en el tiempo nos habla de un momento en el que convivieron tres tipos distintos de personas con tres culturas diferentes: los owayayo, los wanapsa y los püpütü junto con un ser superior denominado Amoricha, Maisporé o Kumoko que existió antes que los otros, además de muchos animales que hablaban como las personas. La vida en ese tiempo transcurría entre la armonía y el conflicto, hasta que aconteció una gran inundación motivada por la crecida de los ríos tras una incesante lluvia. Ello trajo consigo la muerte por ahogamiento de casi todos los seres animados que existían en ese momento. No obstante, además de Amoricha, consiguieron salvarse algunos pocos owayayo y wanapsa, así como animales salvajes y un perro, que pudieron llegar al monte Tectari (máxima elevación de la Sierra de Perijá); algunos püpütü consiguieron meterse bajo tierra, donde aún viven. Con el paso del tiempo las aguas bajaron y una serie de epidemias y enfermedades acabaron con la vida de los pocos supervivientes que quedaron en tierra firme (bajo ella siguieron viviendo los püpütü). Tan sólo aguantaron Amoricha y diversos animales salvajes.

A partir de aquí podemos considerar que se entra en un segundo período en donde los relatos de los informantes destacan que Amoricha se sentía aburrido por no poder comunicarse con ningún humano que tuviera su mismo aspecto, aunque podía hablar con los animales ya que éstos conocían su lenguaje. Un día sacurare (el pájaro carpintero), picoteando un árbol llamado manirache, vio que brotaba de él sangre, y apoyando su oído escuchó un murmullo dentro de él; sin perder tiempo se lo comunicó a Amoricha quien taló el árbol dejando libre a dos yu’pas (un hombre y una mujer). Tras un primer momento en el que convivieron los tres juntos, Amoricha, un día, se marchó (o desapareció) enojado por haber descubierto que algunos animales y sus amigos yu’pas se estaban burlando de él. Consecuentemente, los animales perdieron el habla humana y los yu’pas, a partir de entonces, tuvieron que buscarse solos el alimento. Con el paso del tiempo se procrearon nuevas generaciones. (Acuña, 1999: 14-15)

Es en esta segunda época, que según la mitología yukpa que aparece Ojesma (nombre que también cuenta con variaciones dialectales y de escritura), este constituye la deidad a quien se le atribuye haber enseñado la agricultura. Según Villamañan (1982), algunos ancianos yukpa afirman que este personaje es el mismo Kemoko que regreso en otra época de la historia mítica.

2. Historia social del pueblo

Los yukpa, grupo étnico de filiación lingüística Caribe, habitan en la frontera colombo – venezolana. A los ubicados en el lado colombiano se les denomina Yuko y a los ubicado en el lado venezolano Yukpa. En atención a variantes dialectales se han identificado, en el caso venezolano, varios subgrupos, tales como: Irapa, Parirí, Wasama, Rionegrinos y Macoita.

Estos subgrupos históricamente fueron ocupando espacios diferenciados ubicados alrededor de las cuencas de los ríos que surcan la Sierra de Perijá, las variantes dialectales, según señala Vegamian (1978), pudo ser el resultado del relativo aislamiento al cual se vieron sometidos los subgrupos producto de la incursión de los conquistadores en el territorio de la etnia, dieron origen en los periodos de los primeros contactos a la creencia de que representaban grupos étnicos diferentes, las etnografías posteriores evidenciaron que comparten el mismo sistema socio-cultural.

A partir de 1534 con la llegada de los colonizadores a la Sierra de Perijá, la historia social del pueblo yukpa gira en torno a su territorio, es a partir de la lucha por las tierras que se han mantenido las noticias de este grupo indígena.

A partir del primer contacto histórico de los pueblos indígenas que habitaban la parte occidental del actual estado Zulia con las tropas de Ambrosio Alfinger, entre 1530 y 1534, se inicio un proceso de enfrentamientos violentos entre los colonizadores y los pueblos indígenas, que obligo a estos últimos a refugiarse en la Sierra de Perijá, hasta que los misioneros capuchinos buscaron el contacto pacífico con el grupo de los aratonos en el año de 1691 (Alcacer 1965:29)

Desde este momento y hasta el último cuarto del siglo XVIII, algunos grupos se establecieron en las misiones en el oeste de las tierras bajas del lago de Maracaibo y en el valle del Cesar (Ruddle, Wilbert 1983:46). Retornó la violencia a las relaciones interétnicas por el reclamo indígena de sus territorios perdidos a manos de los invasores ganaderos; y sus contactos con los misioneros se suspendieron a raíz de su salida de las colonias con la guerra de independencia; los indígenas se refugiaron en la Sierra. (Jaramillo, 2008:3)

Ruddle (1978) y Lizarralde, (2004) señalan otras fechas significativas en relación con las condiciones del contacto entre los yukpa y los grupos no indígenas que incursionaron en su territorio.
Todo el siglo XVII, estuvo marcado por enfrentamientos entre los grupos indígenas de Perijá, entre los que se encontraban los yukpa, y los colonizadores quienes incursionaban en los territorios y en varias oportunidades intentaron fundar poblados.

Entre 1694 y 1750: se establecieron misiones en los llanos occidentales de Maracaibo; en las cuales se asentaron miembros de algunos de los subgrupos del pueblo yukpa, quienes se atrevieron a regresar a las zonas bajas, cuando a través de las misiones se les ofreció la paz. Esta situación se mantuvo más o menos estable, alteradas por incursiones violentas de los otros subgrupos yukpa, de los barí y de los japreria, en respuesta a las expediciones punitivas que efectuaban grupos de colonos hasta los territorios más hacia dentro de la Sierra de Perijá.

Durante este periodo y hasta 1821, cuando los misioneros producto de la guerra de independencia debieron abandonar el territorio, un nutrido grupo de yukpa convivio en la misiones y en oportunidades colaboraron con los misioneros en la incursiones que hacían en pro de “pacificar” a los barí.

Aunque con la salida de los misioneros muchos yukpa de los que habitaban los centros misionales regresaron a las zonas altas, conservaron el contacto con la sociedad criolla, en oportunidades comercializaban o intercambiaban productos con los colonos.

Durante todo el siglo XIX y XX, en forma general el contacto de los yukpa con la sociedad criolla fue básicamente violento, sin embargo la fundación de la Misión Los Ángeles del Tokuko, en 1945 por los misioneros Capuchinos, marco un hito en la historia de este grupo indígena, estos los apoyaron en la defensa de sus territorios y la presencia misional contribuyo en el control de la invasión de la cual eran objeto por parte de los hacendados. También se inicio el proceso de agrupamiento de las poblaciones alrededor de lo que luego se denominaron centros pilotos, en busca de acceso a los programas sociales y a los servicios públicos.

Esta disposición de establecerse en la misiones y de mantener la comunicación con los grupos criollos que se asentaron en la zona hizo que se ganaran el calificativo de “motilones mansos” en contraposición a los barí, “motilones bravos” quienes se mostraron renuentes a incorporarse a la vida misional y al contacto con los criollos, hasta bien entrado el siglo XX.

Al respecto de este calificativo, es necesario aclarar que paradójicamente en la actualidad las noticias expresadas por los medios de comunicación masiva tienden a calificar a los miembros del pueblo yukpa como seres violentos y conflictivos, injustamente se les atribuyen con frecuencia actos delictivos, invasiones, robos, destrucción de la propiedad privada, entre otros. Evidentemente para nada los yukpa son un pueblo dócil o fácil de manipular, a la luz de un contacto detallado con los miembros de este pueblo lo que se hace evidente es su atracción por lo novedoso, la tendencia a confiar en aquellos que les ofrecen apoyarlos para mejorar sus condiciones de vida, sin embargo, cuando suponen o comprueban una traición, ya sea por voluntad expresa de aquel en quien han confiado o por la imposibilidad de cumplir aquello que se les ha ofrecido, asumen una postura aguerrida y combaten hasta el final, sea este que logren vencer a aquel que han declarado enemigo o que comprueben que sus fuerzas no son suficientes, entonces de retiran a tomar nuevas fuerzas pero nunca olvidan la traición. Una prueba de ello son las luchas constantes por las tierras. De allí que se pueda concluir que no son ni “motilones mansos” ni individuos violentos la explicación del comportamiento de los miembros de este pueblo se encuentra en la dinámica social de unas relaciones interétnicas asimétricas que le ha tocado vivir.

Los colonos colombianos y los wayuu también forman parte de la realidad social del pueblo yukpa, los primeros han llegado a las comunidades producto de la conflictividad que se vive en la frontera de su país, muchos de ellos han formado familia con mujeres de la etnia, en algunos casos se han asimilado a la dinámica de las comunidades y en otros han sido causa de nuevos conflictos por las tierras y las actividades socioeconómicas de la mismas.
En el caso de los wayuu la situación es más o menos la misma, aunque recientemente con la nuevas ocupaciones los conflictos se han agudizado pues algunos grupos familiares wayuu se han ubicado en espacios que los yukpa reclaman como propios.

3. Territorio, población actual.

3.1. Territorio tradicional y nuevas ocupaciones

Según cálculos glotocronológicos, basados en el método léxico – estadístico considerando índices de corrección aplicados a lenguas que comparten menos de 22 cognadas y por datos arqueológicos, algunas investigaciones suponen que la patria remota original de los yukpa se encuentra en el bajo Amazonas.

Los Yukpa son la tribu Caribe contemporánea venezolana que vive más hacia el oeste y es posible que sus antepasados que hablaban una lengua Caribe migraran gradualmente desde la región del Amazonas a su territorio tribal actual en el curso de más de 4.000 años (Ruddle, 1978:25)

Ahora bien, es evidente que este autor trabaja sobre el supuesto de que los Japreria, el otro grupo Caribe que habita el oeste venezolano, son una parcialidad de los yukpa, lo cual ya ha sido aclarado por investigaciones posteriores, sin embargo esto no resta valor en relación con las posibilidades de que el pueblo yukpa haya iniciado su recorrido desde el sur de Venezuela, para llegar a ocupar las tierras bajas, el piedemonte y los valles de la Sierra de Perijá, aproximadamente entre el rio Apón, desde el Norte, en el límite con el territorio del pueblo japreria, hasta las márgenes superiores del río Santa Rosa en el Sur, en el límite con el territorio del pueblo barí.

Documentos coloniales, en los cuales se describen los encuentros entre los colonizadores y los grupos indígenas de la Serranía de Perijá, evidencian que los yukpa ya ocupaban estos territorios cuando se inició el proceso de exploración y colonización del occidente del Lago de Maracaibo. Según Ruddle, (1978) y Lizarralde, (2004) las primeras referencias a los grupos indígenas de la Sierra de Perijá se ubican en 1534, misma época en que los miembros del grupo yukpa estuvieron expuesto a la violencia de los conquistadores, cuando Alfinger y sus soldados exploraron las orillas del Lago de Maracaibo, a partir de esta fecha se inicia el proceso de repliegue obligatorio desde la zonas bajas hasta los valles altos de la Sierra de Perijá.
Desde la segunda mitad del siglo XVI, con la llegada de los conquistadores a la cuenca del lago de Maracaibo, y hasta la primera mitad del siglo XX, el pueblo yukpa fue perdiendo el dominio sobre su territorio ancestral, viéndose obligados a ubicarse, en su mayoría, en las zonas altas de la Sierra de Perijá, proceso en el cual muchos fueron exterminados.

Entre los principales agentes de invasión del territorios yukpa, se encuentran en un inicio los conquistadores europeos que en busca de riquezas exploraron los territorios e iniciaron la fundación de poblados a costa de la muerte de los miembros de este grupo y de todos los otros grupos que habitaban esta zona, posteriormente se inicio la fundación de haciendas, efectivamente, al revisar la bibliografía existente sobre la relación del pueblo yukpa con otros grupos, indígenas o no, en por lo menos los últimos cien años los relatos y registros sobre los enfrentamientos con los hacendados ocupan el primer lugar. No es sino hasta 1945, con la llegada definitiva de los misioneros Capuchinos que relativamente se logra detener las cercas caminantes de las haciendas fundadas en el territorio yukpa.

Ya entre 1694 y 1750, estas congregaciones habían establecido contacto con los yukpa y fundado centros misionales, en los cuales se asentaron algunos miembros del grupo que ante la promesa de paz bajaron nuevamente, hasta 1821 cuando los misioneros producto de la guerra de independencia debieron abandonar el territorio hoy venezolano.

También se cuentan entre los invasores del territorio yukpa, a las empresas petroleras que a principios del siglo XX incursionaron en la Sierra de Perijá en busca de petróleo. Y más recientemente, a finales de la década de 1980, las trasnacionales del carbón, con apoyo de entes gubernamentales, también generaron grandes conflictos por el territorio yukpa, estas últimas aun constituyen una amenaza fuerte sobre las tierras de este grupo, pues aun cuando los trabajos finales de exploración y la explotación se han detenido las concesiones no han sido derogadas.

En síntesis es posible afirmar que el territorio yukpa ha estado en por lo menos los últimos tres siglos de Norte a Sur entre el río Apón y las márgenes nortes del río Santa Rosa, respectivamente, puesto que las reducciones se han dado en dirección este – oeste, despojándolos de casi la totalidad de las tierras bajas.

De allí que actualmente, el territorio del pueblo yukpa se encuentra en la Sierra de Perijá, en el límite entre Venezuela y Colombia, los que se encuentran en territorio venezolano, ocupan las cuencas de cuatro ríos que surcan las estribaciones centrales de esta serranía, abarcando los Municipios Rosario y Machiques de Perijá.

En la cuenca del río Apón, la zona más norte del territorio yukpa se ubican lo Macoita o Macuayes, luego el subgrupo que se ha denominado Rionegrinos por vivir en ambas márgenes del río Negro. En la parte media de la cuenca del río Yaza se encuentran los Parirí, así como los Wasameros, en las cabeceras, y, más al sur, en la cuenca del río Tukuko se ubican los yukpa Irapa. Aunque es necesario señalar que en la comunidad Tokuko, centro piloto de esta cuenca, habitan representantes de los diferentes grupos.

En el proceso de demarcación de su territorio los yukpa solicitan espacios en la zonas bajas, los mismos que fueron invadidos por los hacendados y que como ya hemos mencionado se han constituido en la principal amenaza de este grupo indígena. De allí que, desde la promulgación de la Ley de Demarcación y Garantía del Hábitat y Tierras de los Pueblos Indígenas, los habitantes de cada cuenca hayan tomado fuerza e iniciaran la reocupación de los espacios planos que aspiran les sean entregados oficialmente, como una solución definitiva a la conflictividad permanente que han mantenido con los hacendados.

3.2. Localización, población y características de las comunidades

Según los censos indígenas en Venezuela, para 1992 la población yukpa estimada era de 4.054 individuos, lo cual representaba el 2,12 % de la población indígena del Estado Zulia, pero para el censo 2001 la población total asciende a 10.424, lo que significa que este es un pueblo que esta en franco crecimiento, a pesar de los problemas que actualmente enfrenta, en los últimos diez años ha duplicado su población, ubicándose de esta manera entre los diez grupos con mayor población en Venezuela.

Tradicionalmente los patrones de asentamiento yukpa se caracterizaban por estar distribuidos en viviendas dispuestas en forma dispersa que constituían pequeñas comunidades, conformadas por una familia extendida encabezada por un jefe. En la actualidad existen alrededor de 70 comunidades yukpa, ubicadas en cuencas y organizadas por centro piloto, a saber de norte a sur:

Cuenca…………………..Centro Piloto
Río Apón………………..Aroy (Más al norte), Shirapta
Río Negro……………………Toromo
Río Yaza…………………….Kasmera
Río Tukuko…………………..Tokuko

Aunque ellos hacen una clasificación de sus comunidades por sector, si usamos los criterios de cantidad de población, tamaño y conjunto de servicios públicos con los que cuentan pudiéramos afirmar que existen tres tipos de comunidades

• Centros pilotos: de los cuales generalmente se reconoce uno por sector. Cuentan con los servicios públicos, escuelas, ambulatorios, electricidad, acueductos, entre otros, concentran la mayor parte de la población del sector.

• Comunidades intermedias: cuentan con algunos de los servicios públicos básicos, tales como electricidad, acueductos, escuelas, por lo menos preescolar y la primera etapa de educación básica, un enfermero, entre otras. Así mismo, concentran un número significativo de grupos familiares.

• Comunidades pequeñas: estas generalmente son las que están ubicadas más hacia dentro de la sierra de Perijá, comúnmente no cuentas con servicios públicos, aunque pueden llegar a tener un maestro y un enfermero que sin contar con infraestructura adecuada prestan algún tipo de servicio a los miembros de la misma.
Fuera de esta clasificación se encuentra la comunidad yukpa “El Caujaro”, ubicada en el Km. 9 ½ de la vía a Perijá, Parroquia Domitila Flores del Municipio San Francisco, la cual fue fundada con la intención de reubicar a aquellas familias que se habían desplazado desde la Sierra de Perijá hasta los terrenos que se encuentran en las inmediaciones del Hospital General del Sur.

Volviendo a las características de las comunidades yukpa ubicadas en la Sierra de Perijá, la concentración de la población en viviendas ubicadas una al lado de la otra, se inicia con la llegada de los misioneros a los territorios yukpa, posteriormente este modelo se fue consolidando ante la reducción sostenida del territorio y ante las expectativas de los miembros de este grupo de acceder a los programas sociales y a los servicios públicos que provenían de los entes gubernamentales.

Sin embargo, esta nueva organización de los espacios comunitarios violentó, en primer lugar, la dinámica de movilidad social de los miembros de este grupo, los cuales se organizaban alrededor de una pareja con sus hijos solteros, las hijas y los esposos de estas, cuando las hijas de una de las parejas de segunda generación formaban familia se iniciaba una nueva comunidad, en la cual esta pareja pasaba a ser la primera generación. Al fragmentarse esta dinámica y mantenerse la concentración en comunidades se rompieron además las distinciones de los subgrupos existentes en este pueblo, tal es el caso de comunidades como Tokuco, una de las primeras fundaciones con estas características, en la cual están presentes individuos pertenecientes a todos los subgrupos.

Asimismo, la concentración en comunidades afecto notablemente las relaciones entre los miembros de las comunidades y las familias, pues la concepción de espacio individual se vio drásticamente reducida. De allí la tendencia constante de los miembros de este grupo de fundar nuevas comunidades, aun cuando muchas de ellas se ubiquen en las inmediaciones de la comunidad que acaban de abandonar, dejando allí parte de su familia.

4. Sistema Político

4.1. Ejercicio de la autoridad tradicional

En el pueblo Yukpa para el ejercicio de la autoridad tradicional es posible identificar dos niveles, el primero referido a cada comunidad y el segundo al grupo de comunidades que se ubican en una misma cuenca y/o que se desarrollan en función de un centro piloto.
En relación con el nivel comunitario, estas conservan ciertos niveles de independencia, en cuyo caso las autoridades son: un jefe principal y un segundo jefe, aunque es frecuente dentro de las comunidades la existencia de un jefe de los niños, una jefa de las mujeres y un jefe de los ancianos.

Las funciones del primer jefe o cacique, presenta dos instancias de acción, a lo interno de la comunidad, se encarga de mantener el orden y garantizar la convivencia, es el responsable de aplicar las sanciones a quienes cometan infracciones o delitos contemplados en las leyes tradicionales, consultando previamente con los ancianos. Así mismo, es el encargado de distribuir las responsabilidades entre los miembros de la comunidad cuando se preparan para efectuar alguna festividad o recibir visitantes.

La segunda instancia de acción, se encuentra fuera de las comunidades, aun cuando sus actividades deben estar en función de beneficiar a la comunidad, es el responsable de atender las necesidades de la misma, visitando las instituciones gubernamentales para hacer solicitudes y para darles seguimiento, representa a su comunidad en eventos o actividades relacionadas con la problemática yukpa.

Al segundo jefe corresponde sustituir al primero, en cualquiera de las acciones antes descritas, si este se encuentra ocupado en otras actividades concernientes a su cargo o si por motivos de salud no las puede cumplir. Generalmente cuando el primer jefe sale de la comunidad el segundo se queda o viceversa.

La jefa de las mujeres, es responsable de organizar la participación de las mujeres en las actividades comunitarias, generalmente las festividades; también asume un papel relevante para dirigir actividades de formación o proyectos de producción que correspondan con su género, así mismo, atiende los problemas o conflictos que se presenten entre mujeres.

El jefe de los ancianos, asume el papel de organizador de la participación de los más adulto en las festividades, coordinan encuentros con los niños y actividades especiales en las escuelas, básicamente su función se centra en generar espacios para discutir y difundir lo referente a las expresiones de la cultura propia.

El jefe de los niños generalmente es uno de los hombres más ancianos de la comunidad, en este caso cumple funciones similares a las del jefe de los ancianos, pues con frecuencia debe asistir a la escuela para conversar con los niños y niñas sobre los mitos, el territorio y la producción de objetos materiales de la cultura yukpa que ya no se produzcan o que tengan poco uso. También atiende aquellos casos en los cuales un niño o niña asuma con frecuencia conductas no deseadas, en estas situaciones además visita a la familia del involucrado para sostener conversaciones sobre las actitudes del niño o niña y para aconsejar a los padres sobre las medidas a tomar.

Son el primer y segundo jefe las figuras de poder que siempre están presentes en las comunidades, su servicio es cotidiano y permanente, situación que los diferencia de las otras autoridades, quienes son nombrados y se les reconoce como tales pero sus funciones dependen de la existencia de actividades específicas, es decir, pueden pasar días, semana y hasta meses en los cuales no requieran ocupar su tiempo en el desempeño de alguna actividad concerniente a su rol, de hecho pueden ausentarse por periodos relativamente prolongados de la comunidad, sin que su asignación sufra algún peligro, mientras que al primer y segundo jefe se les exige permanencia, sus salidas de la comunidad deben ser justificadas ante los miembros de la misma, de lo contrario se inicia un proceso de cuestionamiento que puede desembocar en la sustitución.

En la actualidad la elección de los representantes comunitarios se efectúa por elección en asamblea comunitaria, en el caso de la elección del primer y segundo jefe, generalmente se busca la capacidad para negociar con los representantes de la sociedad nacional mayoritaria, que disponga de los conocimientos y recursos para movilizarse en función de lograr beneficios para la comunidad.
En el segundo nivel del ejercicio de la autoridad tradicional representado por la distribución de las comunidades en cuencas, que generalmente responden a los subgrupos de la etnia, existe una especie de consejo de jefes (o caciques como ellos mismos se denominan) que se reúnen con frecuencia para decidir sobre situaciones que afecten al colectivo, tales como la construcción de vías de penetración, ambulatorios, escuelas o financiamiento para proyectos productivos que incluyen más de una comunidad del sector.
En definitiva ser jefe o cacique de una comunidad yukpa implica muchas responsabilidades y abundantes riesgos, sobre todo para aquellos que se encuentran al centro de su cultura, pues las pautas culturales señalan que es el jefe quien debe garantizar el bienestar del grupo que esta bajo su responsabilidad.

En conversaciones sostenidas con caciques de diferentes cuencas y comunidades, estos han señalado que asumir la responsabilidad de líderizar implica de alguna manera el abandono de las necesidades individuales y familiares en pro de la atención a los intereses colectivos. El nivel de vida de los miembros de la comunidad es atribuido a la eficiencia y eficacia del cacique, vale decir, a su capacidad para mantener el equilibrio – armonía entre los miembros de la comunidad y al mismo tiempo gestionar los recursos provenientes de los organismos gubernamentales.

En este sentido, el ejercicio de la autoridad tradicional ha sufrido cambios como resultado de las relaciones interétnicas en condiciones de asimetría que vive el pueblo yukpa, en tanto es frecuente que un cacique sea destituido por no lograr la dotación de servicios públicos o la inclusión de su comunidad en proyectos sociales, lo cual generalmente no es consecuencia de la incapacidad del jefe para negociar o gestionar dichos proyecto, sino resultado de los criterios o requisitos establecidos por los entes gubernamentales, que referidos generalmente a las posibilidades de accesibilidad o densidad poblacional no están presentes en dichas las comunidades.

Asimismo, los periodos de crisis y/o conflicto con matices interétnicos, en los cuales se debaten temas o recursos que afectan a diferentes comunidades y en general al grupo étnico, tales como la problemática de los territorios, la construcción de vías de acceso, proyectos de desarrollo que involucran a varias comunidades, entre otros, constituyen momentos en los cuales la legitimidad de las decisiones de las autoridades tradicionales se pone a prueba, pues el cacique debe moverse entre los intereses especifico de la comunidad que representa, los intereses de las comunidades del sector y los del grupo étnico como tal.

4.2. Derecho consuetudinario.

Para abordar el sistema de resolución de conflictos y/o derecho consuetudinario en los yukpa, es necesario señalar que este pueblo constituye una sociedad segmentaria, en las cuales la organización social se caracteriza por ser descentralizada, es decir, que las decisiones son en gran parte tomadas localmente y no por alguien que está arriba de las comunidades. Existe mayor nivel de autonomía en las funciones y servicios que se requieren para la vida cotidiana, de allí que su estructura tienda a ser horizontal, lo cual significa que el tipo de control social está en gran parte implícito en la red de relaciones sociales, sustentado en un sistema de reciprocidad (Amodio, 1988: 54-55); a diferencia de las sociedades estratificadas (como es el caso de la sociedad mayoritaria venezolana) que se caracterizan por un control social explicito necesario en una organización social más centralizada con una estructura vertical.
Partiendo de esta caracterización conceptual, y recalcando que la misma implica un acentuado entramado de relaciones entre los diferentes ámbitos de la cultura, se esbozan algunos de los elementos relacionados con los procedimientos, la tipificación de los delitos y aplicación de las sanciones según el derecho consuetudinario yukpa.

Sobre los procedimientos:

El procedimiento común ante la presencia de un hecho que altera la armonía de la comunidad es el establecimiento de espacios para EL DIALOGO, dependiendo de las características del hecho y del número de personas involucradas, se establecen las pautas para determinar los responsables y el grado de responsabilidad. En estas negociaciones participan los miembros de las familias involucradas, con la intervención del cacique y de algunos ancianos reconocidos dentro de la comunidad.

En este sentido, la aplicación del derecho consuetudinario Yukpa, constituye una de las principales actividades del primer jefe o cacique, quien es el encargado de dirigir los procesos de dialogo entre los miembros de la comunidad y especialmente entre los miembros de las familias involucradas en el hecho punible.

Sobre los Tipos de Delito

Según los datos recolectados es posible establecer dos grandes grupos de delitos o hechos punibles:

Graves: son aquellos que atentan contra la integridad física de uno o varios miembros de la comunidad, o que impiden y afectan notoriamente la convivencia y el equilibrio emocional de los miembros de esa comunidad. Entre estos delitos se encuentra el asesinato o la agresión física que pueda causar lesiones graves, y las violaciones a niñas antes de la primera menstruación.

Leves: son aquellos delitos que aun cuando alteran la cotidianidad de la familia o la comunidad pueden ser corregidos en los espacios de convivencia habitual. Entre estos delitos se encuentra: los insultos o peleas entre miembros de la comunidad, las infidelidades tanto de hombres como de mujeres, la huida de parejas que no cumplan con los rituales de matrimonio establecidos por la cultura Yukpa, la violación a mujeres que ya hayan tenido su primer periodo menstrual.

Sobre las sanciones:

La imposición de una sanción, evidentemente, esta relacionada con el tipo de delito o infracción que se haya cometido, pero sobre todo esta determinada por las condiciones específicas de cada hecho:

a) El exilio: se solicita al penalizado que abandone la comunidad y se construya una vivienda en un espacio retirado de la misma, en esta situaciones es acompañado por los miembros de su familia nuclear, pues se requiere no solo que la persona que comete la falta reflexione y recobre el equilibrio emocional, sino que es necesario proteger a los miembros de la comunidad y garantizarle la paz y la armonía. Luego de un periodo en el cual la persona sancionada y los miembros de la comunidad consideran que ha sido superado el desequilibrio se le permite reincorporarse a la vida cotidiana del grupo.

b) El trabajo Comunitario: el cual consiste en asignarles actividades especificas que vayan en beneficio de una o varias comunidades, lo cual constituye una forma de resarcir las alteraciones o daños causados y un símbolo de disposición por el bien estar del grupo.

c) La privación temporal de la libertad: esta no es por tiempo prolongado, su objetivo principal es que el individuo reflexione sobre su actitud, busque la paz y el equilibrio emocional, generalmente no existen sitios cerrados como las celdas para aplicar la reclusión; es común que a la persona a quien se le castigue con este tipo de pena se le ubique en un área específica de la comunidad, puede ser en el salón de reuniones o en otro espacio público y se le ordena permanecer allí, sus familiares pueden llevarle agua y alimentos pero no quedarse con él, aun cuando no existen paredes, barrotes u otro elemento material que le impida salirse del área que se le ha asignado, la persona permanece en ese espacio hasta que se le suspende el castigo, lo cual generalmente dura menos de una semana.

En la actualidad en algunas comunidades, sobre todo las más pobladas se ha implementado la creación de una especie de calabozo o cárcel en la cual se encierra a quienes han sido castigados con la reclusión. Sin embargo, la permanencia en estos espacios sigue obedeciendo más a una determinación simbólica, la aceptación del castigo por parte del penalizado, que a una determinación material, pues escapar de este tipo de construcciones, en el caso de que el recluido así lo decidiera, es relativamente fácil.

d) La multa: está relacionada con una indemnización que el agresor, muchas veces con la colaboración de su familia nuclear, debe otorgar al agredido.

4.3. La legislación Venezolana y la aplicación del Derecho consuetudinario.

Existen en Venezuela suficientes instrumentos legales que promueven y permiten la consideración del derecho consuetudinario indígena en un proceso penal. En este sentido consideramos oportuno señalar:

• En el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, promulgada en 1999, se declara al Estado Venezolano como una nación multiétnica, pluricultural y multilingüe. Desarrollado ampliamente en Capítulo VIII denominado “De los Derechos de los Pueblos Indígenas” (artículos 119 al 126), en cuyo caso se consagra los derechos propios de los distintos pueblos originarios y se garantizan los medios necesarios para la permanencia y consolidación de su identidad cultural.

• La adscripción de la República Bolivariana de Venezuela al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), (G. O. Extraordinaria No. 37.307, del 17-10-2001). En cuyo caso el artículo 8, señala que al aplicar la legislación nacional a los pueblos indígenas, deben tomarse en consideración su derecho consuetudinario. Así mismo, el artículo 9.1. estatuye que “…deberán respetarse los métodos a los que los pueblos interesados recurren tradicionalmente para la represión de los delitos cometidos por sus miembros”.

• Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas (G.O. Nº 38.344, de fecha 27-12-2005), la cual desarrolla los derechos y principios indígenas establecidos en la constitución. Específicamente el artículo 141 establece: “…2. Los jueces, al momento de dictar sentencia definitiva o cualquier medida preventiva, deberán considerar las condiciones socioeconómicas y culturales de los indígenas, y decidir conforme a los principios de justicia y equidad. En todo caso, éstos procurarán establecer penas distintas al encarcelamiento que permitan la reinserción del indígena a su medio sociocultural”.

En este marco legal, la consideración del derecho consuetudinario indígena y por ende la participación de las autoridades tradicionales yukpa durante el proceso constituye un requerimiento legal que además garantiza el cumplimiento de los derechos humanos y las posibilidades de continuidad en la vida social del grupo a las personas imputadas, pues es necesario señalar que existen registros de por lo menos dos casos anteriores en los cuales los miembros del pueblo yukpa fueron juzgados y sancionados solamente considerando la legislación nacional y luego de cumplir su pena (encarcelamiento) les fue imposible retornar al equilibrio emocional que les garantizara una convivencia armónica con la comunidad.

Dichos casos deben servir de referencia y de reflexión en la aplicación de justicia para casos posteriores en los cuales estén involucrados indígenas, en tanto la intención de sancionar a un ciudadano que ha quebrantado la ley debe contemplar siempre la posibilidad de que este tenga las posibilidades de incorporarse a la vida social en armonía, para beneficio de si mismo, de su familia y de la nación.

5. Producción, intercambio y comercio

5.1. Producción

Para el pueblo yukpa la familia constituye la unidad productiva por excelencia, de allí que la estructura socioeconómica se basa en la existencia de la unidad doméstica local (padre, esposas, hijos, esposo de las hijas).

En este sentido, es que Jaramillo afirma que:

El esquema fundamental de la alianza para conformar grupos domésticos se mantiene con base en la neolocalidad que refuerza los vínculos entre generaciones de tal manera que posibilita la reunión de los aliados alrededor de la pesca, la caza mayor y la guerra, entre otras labores. (Jaramillo, 2008:16)

A partir de este núcleo doméstico productivo, se organiza la división del trabajo.

En forma general, las responsabilidades de las actividades domésticas y productivas se distribuyen de la siguiente manera:
A los hombres les corresponde en el ámbito doméstico la producción de pipas, armas de cacería, construcción y reparación del techo de la vivienda; en relación con las actividades productivas desarrollan la preparación de los conucos y otros espacios de producción agrícola, la comercialización de los mismos, la cacería y la pesca. Participan activamente en la producción de artesanía, sobre todo si esta es para la comercialización.

Mientras que las mujeres se dedican a la cocción de los alimentos, el mantenimiento del interior del espacio hogareño, la educación de los hijos más pequeños, el mantenimiento del huerto que procura a la familia de algunas plantas comestibles y otras de uso diario como las de carácter medicinal. Además, intervienen en actividades de cestería y tejidos (Jaramillo, 2008). En la actualidad la mujer también participa del proceso de recolección de las cosechas.

5.1.1. Producción de alimentos

Pesca

La pesca es una actividad secundaria, que se practica para obtener algunos productos que complementan la dieta alimenticia, sobre todo en los periodos de escasez de ingresos, se desarrolla en las quebradas y ríos cercanos a las comunidades, según describen Schön y Jam (1953) anteriormente el sistema para la pesca consistía en que algunos pescadores se metían al río en zonas poco profundas, armados con arcos y flechas, caminando entre las rocas y al ver la presa disparaban con rapidez de manera que la flecha no perdiera fuerza con la entrada al agua y lograran atrapar al pez.

Actualmente usan arpones o chuzos, carnada y en raras oportunidades chinchorros de pesca o una planta denominada por ellos uu-ja, la cual tiene efectos similares al barbasco, es decir, produce el adormecimiento de los peces, los cuales flotan hasta la superficie donde son recogidos con facilidad. Es importante señalar que también estas técnicas actuales de pesca tienen referencias en prácticas de carácter tradicional.

Caza

La cacería, según cuentan los miembros de las comunidades era una actividad económica importante para todos los miembros del grupo, sin embargo, actualmente debido a la perdida de gran parte del territorio tradicional y a la significativa intervención humana que se presenta en los espacios que aun les quedan, las cantidad de animales de las especies que consumen ha disminuido considerablemente, por tanto se práctica con bastante moderación y principalmente en las comunidades que están más hacia dentro de las montañas de la Sierra de Perijá.
Tradicionalmente la cacería se efectuaba con arcos y flechas, que presentaban diferentes características de forma y tamaño, dependiendo de las presas a las cuales estaban destinadas, en la actualidad usan armas de fuego y trampas. Acostumbran esconderse entre los matorrales para acechar su presa.

Entre las especies que consumen se encuentran: cochino de monte, báquiro, danta, rabipelado, picure, lapa, marimonda araguato, guacamaya, paují, pava de monte, entre otros.

Esta actividad cuando es para el consumo cotidiano se practica de manera individual o por un grupo de hombre que pertenezcan a la misma familia, sin embargo, cuando el producto va a ser destinado a fines rituales, como es el caso de las cacerías que se efectúan para la celebración de la fiesta del Kuje, pueden participar hombres de varias familias que se acompañan y apoyan, sobre todo en el caso de aquellas comunidad ubicadas en las zonas bajas que tienen que hacer grandes recorridos desde sus comunidades de origen hasta las zonas donde pueden obtener los animales, sin embargo, los productos se siguen contabilizando de manera independiente pues en este caso cada individuo o grupo familiar asume la responsabilidad de aportar una determinada cantidad de animales o carne para la celebración.

Cría de animales

La cría de animales constituye una de las actividades productivas entre los miembros de las comunidades yukpa, en este caso se pueden identificar dos niveles.

Existen familias que cuentan con ganado vacuno, producen queso y leche que generalmente venden a los mismos miembros de las comunidades y en algunas oportunidades, a pequeña escala, a los parceleros cercanos o los llevan hasta las ciudades cercanas. También se presenta la comercialización de la carne, pero como las cantidades con las cuales cuentan no son muchas esto solo lo hacen o cuando ya el animal no produce leche o en casos de urgencias que se presente la necesidad de obtener una cantidad significativa de dinero.
Por otro lado, generalmente casi todas las familias crían aves de corral, pollos y patos principalmente, que usan para el consumo familiar. También se presentan algunos casos aislados de familias que crían cochinos, igualmente para el consumo familiar.

Agricultura

La agricultura es la actividad económica más importante entre los miembros del pueblo yukpa, cada familia debe contar con espacios para la producción agrícola, tan es así que actualmente uno de los argumentos señalados en la lucha por las tierra ancestrales esta relacionado con la imposibilidades que tienen algunos jóvenes de formar familia, pues no existen espacios productivos que les puedan ser asignados, lo que constituye un requisito indispensable para formalizar una relación de pareja.

Además existe una diferenciación en los espacios de producción de acuerdo al destino que tendrán los productos cosechados, de los cuales podemos identificar por lo menos cuatro: para el consumo familiar, de tipo medicinal, para el consumo en celebraciones de carácter ritual y el espacio destinado a los productos para la comercialización. Los dos primero son atendidos principalmente por las mujeres y los dos últimos por los hombres, aunque las mujeres de la familia también participan en el proceso de recolección de la cosecha con fines rituales y apoyando en las labores necesarias durante la recolección del cultivo para la comercialización, especialmente en los casos de aquellas familias que tienen sus tierras productivas en espacios retirados de las comunidades donde residen, tanto la mujer como los hijos acostumbrar acompañar a los hombre hasta las viviendas ubicadas cerca de donde se efectuara la cosecha del producto.

Trabajan con el sistema de conucos, cultivan: yuca, maíz, tubérculos, hortalizas, frutas, los cuales constituyen cultivos para el consumo interno. Cultivan de manera extensiva el café, el cual comercializan a través de intermediarios o de la empresa yukpa que se encuentra ubicada en la ciudad de Machiques y que persigue convertirlos en un grupo de productores organizados.

Recolección

La recolección es una actividad complementaria para los yukpa, la cual pueden practicar indistintamente hombres, mujeres o niños. En tiempos de sequia colectan caracoles. Así como, algunas frutas silvestres tales como el guamo, el guáimaro y la cañafístula, todos frutos en forma de vaina, del cual se sacan las semillas, que es lo que se come; también, el corozo, frutos gruesos como avellanas, de color pardo y negro en las puntas que se dan en racimos.

5.1.2. Producción de cultura material

5.1 2.1. Producción de objetos utilitarios

Vestido

Para los hombres, el traje propio de la cultura yukpa, consiste en una túnica amplia y larga, denominado Kojiricha, hecha de un tejido grueso y compacto, cuya resistencia permitía su uso por un largo tiempo. Su color original es blanco, con franjas verticales de color pardo, amarillo, rojo o azul, pero con el uso continuo, y la intemperie, tiende a tornarse parduzco, parecido al caqui obscuro.
En el caso de los jefes y de otros individuos con cierta relevancia o prestigio dentro del grupo, el vestuario masculino es acompañado de dos accesorios básico, el Oamko, que consiste en una banda de aproximadamente 1.20 mts. de largo por 10 o 15 cms. de ancho, fabricada con un tejido similar al de la Kojiricha y decorado con franjas longitudinales, se lleva en el pecho, atravesado de derecha a izquierda; y el maiu, una bolsita también del mismo tejido colgada del hombro izquierdo por medio de un tirante utilizado como bolsillo para guardar algunos utensilios personales como la pipa o el rollo de tabaco (Schön y Jam, 1953). Así mismo, los jefes acostumbraban llevar sombrero de paja con copa cónica, alas cortas y levantadas, adornados con abundantes plumas de colores.

En el caso de las mujeres el vestido propio consiste en dos piezas rectangulares de tela, una arrollada alrededor de la cadera a modo de falda que les cubre de la cintura a las rodillas y la otra anudada al cuello como una capa cubriendo hombros y espalda y dejando el busto descubierto (Schön y Jam, 1953:64)

El vestuario, tanto femenino como masculino, era complementado con varios collares, fabricado con semillas de diversos tipos y colores, perforados en el centro y unidos con hilos de algodón. Así mismo, acostumbraban usar pintura facial decorándose “la frente, mejillas y nariz con dibujos de formas de círculos, franjas verticales u horizontales, rombos, triángulos, etc. Los colorantes típicos son el onoto al cual llaman jara, el polvo de carbón y la ceniza” (Schön y Jam, 1953:65).

En la actualidad el vestido tradicional yukpa se sigue produciendo, pero debido al contacto con los misioneros y criollos su uso cotidiano se ha ido abandonando para dar paso al vestido de origen occidental. Los vestidos tradicionales generalmente se emplean en el desarrollo de actividades especiales, tales como fiestas, reuniones y visitas de agentes externos a la comunidad, cuando salen para asistir a alguna actividad fuera de las comunidades en representación de las mismas.

La producción de vestidos es una actividad bastante difundida entre las mujeres yukpa, desde muy jóvenes se inician en la producción de estos. En algunas de las comunidades más grandes se han organizado cooperativas de producción de vestidos, y muy recientemente han incursionado en la confección de vestuario masculino, haciendo pantalones y camisas.

Otro aspecto importante, son los accesorios. Los colleres son comunes a ambos sexos, aunque los de las mujeres tienden a ser más coloridos. En la fabricación de estos se han incorporado materiales de origen occidental, tales como bisutería, botones, entre otros, sin embargo, lo más común es que se confeccionen con semillas propias de la zona donde habitan.

Viviendas

Los yukpa, desarrollaron dos tipos de vivienda propia, la construcción de las mismas dependía del uso.

Unas eran provisionales se construían para la estadía durante el período de caza y en el primer momento de una nueva ocupación de territorio, consistían básicamente en un techo rectangular hecho con troncos relativamente finos y cubierto con hojas de una especie de palma selvática que se amarraban con bejucos, el techo por uno de los lados era apoyado al suelo y por el lado opuesto levantado con dos horcones.

Y la vivienda que se usaba para las estadías prolongadas, la cual se puede denominar como permanente, aun cuando por su propia dinámica residencial la movilidad entre los espacios ocupados se mantenía con relativa frecuencia. Tal como lo describen, Schön y Jam (1953), este tipo de vivienda tenía planta rectangular, con unas medidas aproximadas de 4 mts. de largo por 3 de ancho, se construían paredes, que asemejaban una especie de empalizada, con troncos de más o menos 1 mts. de largo y 15 cms. de diámetro, llamados sara, clavados en el suelo y unidos, en la parte superior, por una larga viga horizontal sujeta con ataduras de bejuco. Entre estos trancos sobre salen cuatro de cada lado, terminado en horquetas donde se apoyan las vigas del techo.

Actualmente los yukpa siguen construyendo este tipo de viviendas, tanto las denominadas provisionales como las permanentes, sin embargo presentan algunas modificaciones de forma y han incorporado materiales manufacturados provenientes de la sociedad mayoritaria.
Es frecuente que en las comunidades se construyan viviendas de tipo permanente, haciendo uso del zinc para los techos y algunas de las paredes, mientras que otras se mantienen de tablas, en estos casos se observa con frecuencia familias que conservan una construcción sin paredes y techos de palma cercana a la vivienda donde duermen y guardan sus pertenencias, en estas pasan la mayor parte del día y desarrollan las labores domésticas, mientras que las otras son usadas básicamente como dormitorio.

En las comunidades grandes que han sido intervenidas por las misiones y por organismos gubernamentales estas tienen la forma de las viviendas rurales, internamente presentan dos habitaciones y un espacio corrido en el cual se debería ubicar la sala, comedor y cocina, sin embargo las familias tienden a construir en la parte posterior una especie de enramada que es usada como cocina, y tanto los cuartos como los otros espacios son usados como dormitorio, pues las actividades cotidianas se realizan en los espacios externos a las viviendas. En aquellas comunidades en las cuales el contacto con la sociedad mayoritaria ha sido más permanente e intenso, y en las cuales existen altos porcentajes de escolarizados, las familias comienzan a organizar y dar uso a los espacios de las viviendas de acuerdo a las pautas occidentales.

Herramientas de trabajo

Las herramientas de trabajo producidas por los yukpa, obviamente dan respuesta a las actividades de producción, para la cacería y la pesca elaboraban arcos y flechas de diferentes formas; aunque en la actualidad para estas actividades tienden a usar herramientas industrializadas provenientes de la sociedad nacional, como escopetas o chinchorros de pesca (estos en muy escazas ocasiones), se siguen elaborando arcos y flechas, para ser usados por adultos que las mantienen como la mejor opción o para la comercialización como objetos decorativos, aunque en estos casos han sufrido algunas variaciones, así mismo se producen para que los niños los usen como juguetes.

La producción de arcos y flechas es una actividad netamente masculina, aunque las mujeres contribuyen con la elaboración de los hilos que se utilizan para las ataduras. Los tipos de flechas varían de acuerdo a la forma y al material usado en la elaboración de las puntas, tradicionalmente se producían con puntas de huesos o dientes de animales, que constituyen las de mayor potencia, usadas para la defensa del grupo durante los enfrentamientos o para la cacería de los animales más grandes. Otras con varias puntas finas que asemejan chuzos dentados, o especies de serruchos, que luego de entrar dificultan la salida sin que haya desgarramiento.
Existe un tercer tipo con una sola punta de madera plana y de forma más o menos triangular, aunque este tipo al parecer también era fabricado anteriormente, en la actualidad son la que se usan para la comercialización como artesanía.

Según reportan Schön y Jam (1953) la forma de fabricación de las flechas es única en América del Sur, pues en lugar de encajar directamente la punta sobre el cuerpo de la flecha, este grupo hace un hoyo en la parte inferior de la punta que luego es usado para unirla con hilos al cuerpo de la flecha.

Además de los arcos y flechas producen como herramientas de trabajo, chuzos también de macana que usan para la pesca y abanicos con fibra vegetal de las mismas con la que producen las cestas, para atizar el fuego.

5.2. Intercambio y comercio

5.2.1. Intercambio

En las comunidades yukpa existe un alto sentido de valor y uso del dinero, así que generalmente las actividades económicas que desarrollan las efectúan a través de transacciones comerciales, los intercambios son una actividad que poco se practica, queda reducida a relaciones entre familiares y vecinos muy cercanos que se apoyan mutuamente en la satisfacción de algunas necesidades relacionadas con la alimentación.

Tal vez las condiciones en las que establecen relaciones con algunos agentes externos a las comunidades podrían denominarse también como intercambios, en tanto los miembros de las comunidades yukpa acostumbrar obsequiar principalmente collares, pero también cestas, esteras, objetos ornamentales que producen para la comercialización, arcos y flechas, entre otros a aquellas personas que visitan las comunidades y que les obsequian ropas usadas, cuadernos y otros útiles escolares. Así mismo, llevan este tipo de obsequios a las personas que visitan fueras de sus comunidades y que los alojan en sus viviendas.

5.2.2. Comercio

Las actividades comerciales de los miembros de las comunidades yukpa presentan dos rubros fundamentales, por un lado los agrícolas y por otro los artesanales.

En relación con los productos agrícolas, se comercializan diversos rubros, como: ají, auyama, caraota, frijol, guineo, maíz, malanga, ñame, ocumo, plátano, quinchoncho, topocho y yuca, en estos casos el proceso de comercialización consiste en bajar los productos en mula desde lo conucos hasta los centros piloto (comunidades más grandes a las cuales llega transporte automotor), desde allí pagan a las “chirrincheras”, camionetas que cubren la ruta de transporte publico hasta Machiques o la Villa del Rosario, para vender sus productos ya sea al detal en las plazas o mercados de estas ciudades o al mayor en pequeños supermercados y fruteras que funcionan en las mismas ciudades. Este proceso se realiza de manera individual, es decir, cada representante de la familia productora es responsable del traslado y comercialización de su producción.

En el caso de los productos agrícolas, el café tiene características especiales, en primer lugar por que la producción es a mayor escala y en segundo lugar por que existente otras formas y lugares de comercialización. Este rubro se produce solo para la comercialización, se puede decir que constituye un eje en la producción y la economía del pueblo yukpa, inclusive algunas actividades cotidianas varían de acuerdo a los ciclos de siembra y cosecha del café.

En la comercialización del café el proceso también se inicia con el traslado de los productos hasta las comunidades pilotos, donde generalmente se construyen espacios para el secado del mismo. En algunas se presentan intermediarios que compran el producto en la misma comunidad. Otros productores prefieren bajar el producto hasta Machiques para garantizar un precio más justo.

También en la producción del café se presenta la existencia de una empresa, que con financiamiento gubernamental intenta organizar y agrupar a los productores yukpa, para el acopio, procesamiento y comercialización del mismo. En varias oportunidades esta empresa, denominada Torrefactora Yukpa, ha sido activada y se le ha entregado el manejo a organizaciones yukpa, manteniendo siempre la propiedad de la maquinaria a nombre de la División Regional de Asuntos Indígenas del Estado Zulia (DRAIZ), como bienes nacionales. Cuenta con los equipos necesarios para el procesamiento del café, tales como: moledora, sopladora, empacadora de café, selladora de paquete, romana, entre otros.

Las expectativas que los organismos gubernamentales y los mismos indígenas se han formado en cuanto a las posibilidades de convertir esta empresa en un negocio rentable que garantice un precio justo para los productores y que se convierta en punto de referencia para la distribución de café procesado a nivel regional y nacional se han visto truncadas en varias oportunidades, debido básicamente a la falta de comprensión de los procesos de organización para la producción del pueblo yukpa.

De parte de los organismos gubernamentales se pueden detectar perspectivas poco coherentes con la realidad, principalmente la creencia romántica de que los miembros del pueblo yukpa por ser indígenas se organizan para la producción de forma comunitaria y que de antemano están ganados para producir y comercializar de manera colectiva basados en la concepción occidental de igualdad de oportunidades. Cuando lo cierto es que la cultura yukpa plantea la producción y la obtención de recursos para la subsistencia familiar, como una responsabilidad y un hecho que compete básicamente a la familia.

Esta concepción colectivista a priori constituye un cliché que esta fundamentado en concepciones que intentan homogeneizar las características de los grupos indígenas bajo un esquema único, pensados como individuos del pasado que se organizaron en grupos ante el proceso de colonización para defender los que si eran y siguen siendo intereses colectivos, sus tierras y su derecho a existir como diferentes.

De allí que generalmente cuando los funcionarios que han laborado como apoyo, asesores y/o administradores en el proceso de activación y traslado de responsabilidades de la actividades productivas de la torrefactora yukpa a los miembros de las comunidades, comienzan a detectar las actuaciones de los mismos en función de los interese familiares y a procurarse ventajas competitivas para colocar su producción, sin que para ellos esto signifique una agresión para con los otros productores y sus familias, tienden a “moustrificar” a los comerciantes, en definitiva se activa la concepción etnocentrista de occidente y se asumen actitudes que a la final no son otra cosa que racismo, en tanto se abortan los procesos por que los indígenas no se comportan como ellos lo han soñado.

Otra acción gubernamental ha sido desarrollar programas de apoyo para los productores que no contemplan todas las fases del proceso productivo, en ocasiones les dotan de semillas, en otras de materiales de trabajo, algunas comunidades que han sido dotas de vehículos para beneficio de las comunidades en el traslado de la producción, y así sucesivamente, pero sin una visión general que integre todos los aspectos, por ejemplo sin considerar que la carencia tierras aptas sigue sin tener solución. Entre estas acciones también se cuenta el hecho de que en algunas oportunidades se les entregan créditos en efectivo, en cantidades relativamente pequeñas, de los cuales los miembros de la comunidad toman una parte para solventar los problemas más apremiantes, dejando solo una parte para invertir el proceso de producción como tal, es así como pronto vuelve a estar sin capital.

Es necesario que tanto los organismos gubernamentales como los miembros de las comunidades yukpa, reflexionen sobre este circulo vicioso que los mantiene en posición de desventaja para ingresar y participar en el proceso de producción y comercialización, tanto del café como de los otros productos agrícolas, se deben desarrollar alternativas de negociación cultural que les permita romper la dinámica actual, una vía se ha abierto a partir de la conformación de los consejos comunales, pero debe existir el debate y el establecimiento de consenso, pues hasta ahora los proyectos que se han desarrollado desde esta instancia han sido básicamente para el desarrollo de infraestructura y se servicios comunitarios, solo en aquellas comunidades más pequeñas, en las cuales los lazos familiares y de alianza parental abarcan a todos los miembros se han iniciado ensayos con proyecto de carácter productivo.

Los objetos artesanales constituyen el otro rubro de comercialización de los miembros de las comunidades yukpa, también en estos casos la producción es una actividad de carácter familiar, para la comercialización los miembros de las familias, incluidos adultos y niños de ambos sexos, se trasladan hasta las ciudades y de manera ambulante ofrecen sus productos. Esta constituye una de las razones de movilización, recorren las ciudades cercanas a sus comunidades, pero también se desplazan hacia otras ciudades bastante retiradas, en algunas oportunidades se reúnen grupos de dos o tres familias para movilizarse hasta los estados centrales del país a vender mercancía.
También se presentan los casos en los cuales los artesanos yukpa están pendientes de las ferias en las ciudades, cercanas o lejanas, y se desplazan para aprovechar las posibilidades de comercialización artesanal. En el caso de la ciudad de Maracaibo, se han registrado algunos acuerdos con los comercios artesanales turísticos para la adquisición al mayor de productos yukpa, pero este tipo de transacción es bastante bajo en comparación con la cantidad de artesanos que salen a comercializar de manera ambulante.

Los productos de comercializan son básicamente con fibra vegetal, tales como: cestas, sombreros, esteras, arcos y flechas de diferentes tamaños, así como collares. También han desarrollado objetos artesanales que solo se producen para comercializar, especies de recuerdos de carácter ornamental, por ejemplo tejen círculos de palma de manera que adquieren la forma de un plato llano, sin bordes, sobre los cuales colocan en forma de aplicaciones miniaturas de cestas,
sobreros, arcos y flechas, adornados con hilos de colores.

La comercialización de artesanía constituye una actividad de subsistencia, pues aun cuando existe un número considerables de artesanos que salen a comercializar de manera independiente, es poco el ingreso que logran obtener con esta actividad.

En lo interno de las comunidades también se presenta actividad comercial, en casi todas existen bodegas para abastecer de víveres a los miembros de las comunidades, así mismo, se han establecido ventas de bebidas alcohólicas, estos productos son adquiridos al mayor en Machiques o la Villa del Rosario y transportados en chirrincheras, para luego venderlos al detal dentro de las comunidades, generalmente estos negocios están a cargo de personas que residen en las misma comunidad, los cuales pueden ser yukpa, criollos venezolanos o colombianos y algunos wayuu.

6. Religión y medicina

6.1. Religión

Existe una diversidad de creencias religiosas y rituales dentro de la cultura yukpa, que actualmente los miembros de las comunidades siguen practicando, relacionadas con los ciclos vitales de los miembros del grupo, nacimiento, desarrollo y muerte.

En el embarazo, parto y post parto se siguen restricciones de carácter alimenticio. La mujer da a luz fuera de la casa, atendida por mujeres mayores que sean miembros de su familia, en una choza que es construida en el monte cercano a la vivienda, la placenta es colocada en un árbol.

En la actualidad, aun en las comunidades urbanas que habitan miembros de este pueblo indígena, el nacimiento de un hijo va acompañado de celebraciones, el padre debe ofrecer alimentos a todos los miembros de la familia y aliados.

Posteriormente durante el desarrollo de la joven, se produce un ritual en el cual a la llegada de su primera menstruación esta es apartada del grupo, solo puede ser vista y atendida por la madre o abuela, durante los días que dura la menstruación acata una serie de restricciones relacionadas con la alimentación y la higiene, así mismo es instruida en algunos de los saberes de su cultura, relacionados con el rol que le corresponde como mujer adulta. Luego de la salida de este breve encierro, se considera apta para formar familia.

Ante el fallecimiento, los yukpa mantienen sus rituales funerarios, el cadáver es envuelto en posición fetal con hojas de arboles o en telas de manera que no se vea ninguna de las partes de su cuerpo, amarrándolo con fibras vegetales o con cintas de tela. Durante el velatorio los miembros de la familia bailan y canta con el muerto en hombros, se bebe chicha fuerte recientemente también bebidas alcohólicas.

Tradicionalmente después del velatorio el cuerpo era colocado en lo alto de un árbol mientras se entonan cantos fúnebres, se prendían fogatas al pie del árbol buscando la desecación del cuerpo, allí permanece hasta que el cuerpo se haya secado, para luego llevar los huesos a las cuevas de los muertos.
Aun en las comunidades ubicadas más hacia dentro de la Sierra, se siguen practicando estos rituales, sin embargo, en aquellas que la presencia de agentes externos (sobre todo en la misiones) la ubicación del cadáver en los arboles y el ahumado de los cuerpos ha ido desapareciendo.

Para el enterramiento, sobre todo en comunidades más cercanas a las zonas urbanas o al contacto con miembros de la sociedad criolla, se presentan casos donde los cuerpos en lugar de ser colocados sobre los arboles son ubicados en especies de nichos superficiales, construidos de bloques, a la espera que el cuerpo se haya secado para luego trasladar sus huesos hasta las cuevas.

Cuando la persona fallecida es un adulto, su casa es quemada y destruidas sus pertenencias, mientras que su cónyuge debe rapase el cabello, se aísla y se abstiene de algunos alimentos. En la actualidad, debido a los cambios relacionados con los tipos de vivienda, si estas son de materiales no se efectúa la destrucción de la misma, pero su cónyuge la abandona por periodos relativamente largo, sin embargo, la costumbre de quemar toda su ropa se mantiene y aquellos enseres que provienen de la cultura criolla tienen a ser regalados a personas que no hayan tenido ningún tipo de filiación con el fallecido.

Cuando el fallecido es un niño, sus padres también queman las pertenencias del mismo; ellos deben raparse el pelo, acatar algunas restricciones en la alimentación, aislarse y abstener de realizar gran parte de sus actividades cotidianas. Estos rituales tienen especial significación para los padres cuando el que muere es el primer hijo, pues existe la creencia de que no cumplir a tiempo con los mismos implicaría el fallecimiento de todos los hijos posteriores.
Otra restricción que se origina a partir de la muerte de algún miembro del grupo esta relacionada con las actividades de subsistencia, referida a la prohibición de talar el bosque cerca de las cuevas osarias pues los espíritus residen en los árboles cercanos alrededor.

Por otro lado, citando a Ruddle (1977:565), señala que:

Cinco plantas tienen importancia ritualística tradicional: dos pira blanca (kutia) y onoto (onoto) para preparar pinturas cosméticas. Los frutos del ají (kakask) se queman para alejar los malos espíritus de los Yukpa muertos (okátu), que aparecen durante la noche para espantar a diversos demonios de la selva. El ají nunca se usa como condimento. Las flores de algalin (kont lela) se queman para alejar las lluvias que pueden causar daño al maíz que se está secando en los campos. Non-que (Wita) se cultiva por su polen y sus frutos. El polen prové un alucinógeno potente que tiene usos importantes en el sistema mágicorreligioso. Las semillas puestas en la comida de enemigos pueden causarles un coma, durante el cual se despacha al inoportuno invitado con una flecha bien colocada.

Ahora bien, además de estos rituales que están relacionados con la vida familiar, se presentan otros concernientes a las actividades de producción y las convivencia entre los miembros de las comunidades, en este caso una especial mención merece el Kuje o Fiesta del Bollito, actividad relacionada principalmente con la agricultura y la deidad que le dio origen, Ojesma, pero que en forma general es expresión de toda la organización social del pueblo yukpa, constituye hasta donde sabemos la única festividad propia que en la actualidad logra involucrar a todos los miembros de un sector o cuenca.

La fiesta yucpa del bollito el cuje, una de las tradiciones yukpa capaz de aglutinar en sí misma una gran cantidad de elementos, creencias, mitos, leyendas, valores, costumbres, culinaria, agricultura, cacería, cantos, danzas, etc., es decir, una compleja información etnocultural resumida y concentrada en esta sola tradición, (Márquez, 2005:47)

Es una fiesta colectiva, donde la alimentación que es una responsabilidad netamente familiar se transforma en una actividad comunitaria. Fiesta de la abundancia del maíz, que actualiza los mecanismos de cohesión grupal. Su preparación toma meses y cada participante cumple con sus compromisos de forma armónica, es en definitiva un acto religioso. Constituye la oportunidad para que los más jóvenes refuercen los lazos de pertenencia al grupo y aprendan sobre los bienes culturales tangibles e intangibles.

Así mismo, dentro de las comunidades yukpa están presentes prácticas religiosas tanto de la iglesia católica como de iglesias cristianas evangélicas, lo cual nos lleva a contemplar la existencia de creencias religiosas no tradicionales.

En dos de las comunidades más grandes, Tokuko y Shirapta, están presentes misiones católicas, regidas por la congregación de las Misioneras de Santa Ana, las cuales tienen su sede principal en la ciudad de Machiques. En estos casos las escuelas están a cargo de dichas misioneras, aunque existe la participación de maestras y maestros indígenas yukpa. Desde esos dos centros principales la iglesia católica mantiene relaciones con las otras comunidades, generalmente en los centros pilotos se desarrollan fiestas patronales en las cuales la participación de la iglesia católica es significativa, durante la mismas se desarrollan rituales de bautizos, comuniones y matrimonios.

Las iglesias cristianas evangélicas tienen un radio de acción bastante amplio dentro de las comunidades yukpa, en casi todos los centros pilotos existen miembros de las comunidades que participan de esta corriente religiosa, en algunos sectores como Toromo el número es bastante significativo, mayor al de los católicos, en este caso existen misioneros evangélicos que se han incorporado a la vida de las comunidades.

6.2. Enfermedades, Medicina tradicional y Occidental

Entre las enfermedades más frecuentes que aquejan a este pueblo indígena se encuentran la hepatitis y la tuberculosis como las más graves, pero además de ellas existen casos significativos de anemia, escabiosis y otras infecciones de la piel, parasitosis, neumonía, diarrea, vomito, entre otras. Una mención significativa requiere la diabetes, enfermedad que se ha convertido en una de las más frecuentes entre los adultos.

Al preguntarles a los miembros de las comunidades sobre las formas en que tratan este tipo de enfermedades, generalmente afirman que siguen las instrucciones del curandero o médico para protegerse. El ciclo de tratamiento se inicia en la casa, ante la enfermedad algún miembro de la familia toma medidas caseras a fin de eliminar la afección que se presenta, si esto no da resultado acuden a los curanderos para que les de preparados y algunas recomendaciones necesarias para encontrar la cura, si después de un tiempo de tratamiento la afección persiste, entonces recuren a la medicina de origen occidental, ya sea con los enfermeros que están en la comunidad o trasladándose hasta los centros asistenciales más cercanos, desde los cuales algunas veces son remitidos hasta los hospitales de la capital del Estado.

En cuanto a la concepción de salud, manejan un concepto integral, ya que la salud para ellos implica tanto el estado físico como el espiritual. De allí que el grupo identifica enfermedades naturales, defiriéndose a las producidas por el ambiente tales como neumonía, tuberculosis, entre otras, y sobrenaturales para referirse a las producidas por los ataque de los espíritus, mal de ojo, etc.
En relación con estas ultimas señalan que si se sienten solos, tristes, maltratados están enfermos, pues su organismo trabaja mal por que no hay armonía; en cambio cuando se sienten alegres, con el trabajo organizado, sembrando, sin preocupaciones, el organismo trabaja en armonía y se tiene salud. Para prevenir las enfermedades sobrenaturales utilizan una contra, tomando preparados y jarabes de varias hierbas.

Los yukpa, prestan especial atención a las enfermedades sobrenaturales o del espíritu, cuando un miembro de la familia sufre de algunas de estas enfermedades se apresuran a tratarlo y tienden a estar pendientes de que este siempre acompañado por algún otro miembro de la familia. Están totalmente conscientes de que este tipo de enfermedades puede llevar a la muerte, existen en la bibliografía sobre los yukpa reseñas de casos de suicidio desde los inicios del contacto con la sociedad criolla. En la actualidad también se han reportado casos, en los cuales una persona afectada por una enfermedad espiritual termina por suicidarse ahorcándose, este es el mismo método reseñado en la bibliografía.

La vigencia y la práctica cotidiana de la medicina tradicional se evidencian en el hecho de que en todas las comunidades es posible encontrar varios adultos con conocimiento sobre la variedad de planas medicinales existentes en el medio, las formas de preparación y aplicación.

Ahora bien, en relación con las prácticas chamánicas, en la bibliografía disponible sobre los yukpa, tanto Jaramillo (2008) como Chirinos (2000), hacen referencia a la existencia de dos clases de shamanes: el tomaira y el tuano, coinciden en afirmar que el primero está dedicado a ser intermediario entre los vivos y el mundo sobrenatural, estipulando cómo y cuándo deben celebrarse las ceremonias; mientras que el tuano está dedicado a curar con hierbas, es conocedor de las mismas y de su preparación. Según esta clasificación, en la actualidad, tal como se ha descrito en los párrafos anteriores la figura del tuano se mantiene vigente en los procesos de prevención y curación de las enfermedades, aunque cotidianamente lo denominan curandero y es evidente que por lo menos en la actualidad este también tiene la capacidad o posibilidades de establecer relación o comunicación entre los vivos y el mundo sobrenatural. Lo cual es coherente con la afirmación que hace el mismo Jaramillo de que las enfermedades se tratan por medios shamanicos, gracias al control de los espíritus con la ayuda de plantas y rituales.

7. Familia, pautas de crianza y educación

7.1. Familia: estructura y dinámica (social y espacial)

La formación de una nueva familia puede ser el resultado de un noviazgo pre arreglado por los padres o de una decisión personal de la joven. Este se presenta a una edad muy temprana, de hecho en el caso de los yukpa una mujer se encuentra apta para formar familia luego de su primera menstruación. Y aun en la actualidad cuando la educación formal ha cobrado importancia para ambos sexos, los padres aceptan sin ningún problema que sus hijas e hijos formen familia siendo aun muy jóvenes.

Tal como se señalara al abordar los aspectos relacionados con la producción, la familia constituye la unidad básica socioeconómica y siendo que las relaciones de parentesco se rigen a partir de un modelo patrilineal, de esta manera el patrón de asentamiento es uxorilocal, en donde una familia está compuesta por la pareja, sus hijas, con sus esposos e hijos, y los hijos solteros.

En este contexto para la formación de una nueva familia generalmente los hombres salen de su comunidad de origen en busca de mujer y una vez establecido el vínculo marital, la nueva pareja va a vivir a la casa de los padres de la mujer. El padre de esta le adjudica al hombre de la nueva la familia nuclear un pedazo de tierra para el cultivo.

Existen indicios de que tradicionalmente una comunidad estaba formada por una familia extendida, es decir, por una pareja con sus hijos solteros, las hijas con sus esposos y los hijos de estos, sin embargo, en la actualidad esta dinámica de organización ha cambiado, inclusive en las comunidades más pequeñas la tendencia es que existan por lo menos dos familias extendidas, en algunos casos con relaciones generacionales, es decir, que una de las familias (la más joven) fue en épocas anteriores miembros de la familia extendida anterior. Y por supuesto en las comunidades más grandes existen múltiples familias extendidas.

Estos cambios se pueden explicar entre otras razones, debido a la escasez de tierras productivas que impiden la independencia espacial de una nueva familia extendida y en la necesidad de concentrarse en comunidades más grandes para el acceso a programas sociales y servicios públicos.

7.2. Pautas de crianza y Sistemas educativos tradicionales

En el sistema de transmisión del saber del pueblo yukpa se pueden identificar por lo menos tres acciones generales, que aun cuando las presentamos por separado con la intención de describirlas, es obvio que existe una estrecha interrelación – interdependencia entre ellas, lo que las convierte precisamente en un sistema.

En primer lugar, tal como los señala Jaramillo (2008):

Entre los Yuko-Yukpa existe un sinnúmero de normas restrictivas, prohibiciones o “tabús” que enmarcan el desarrollo de la vida de un individuo, en especial las situaciones fundamentales constituidas por los ritos de pasaje en el nacimiento, en la primera ceremonia social dos o tres semanas después, en la colocación del nombre a los cuatro meses, en la primera menstruación, en el matrimonio, y finalmente en la muerte.

Los cuales constituyen, por decirlo de alguna manera, hitos fundamentales no solo en la formación del individuo, sino en la legitimación de su pertenencia al grupo. En este caso la característica resaltante es que prevalece el carácter eminentemente ritual y simbólico que los diferencia de las actividades cotidianas.
Actualmente, destaca lo relacionado con la llegada de la primera menstruación de la adolescente, lo que inicia una serie de rituales durante dos a tres semanas, en los cuales se le prohíbe ciertos alimentos, se le rapa el pelo y se le cortan las uñas y es instruida por una mujer adulta, madre o abuela preferiblemente, en su nueva condición de mujer adulta.

En segundo lugar, se encuentra la participación de los niños y niñas en las actividades de la vida adulta, prevaleciendo el carácter cotidiano, los procesos de socialización se envuelven en la dinámica diaria de las familias y la comunidad, las niñas y niños y pequeños están a cargo de la madre o de las hermanas mayores, a quienes acompañan constantemente en sus actividades, a medida que el varón logra independencia en los movimientos tiende a acompañar al padre, de esta manera se va aproximando a las actividades que le corresponden según su sexo. Es importante resaltar que el padre, mientras esta en el hogar apoya en el cuidado se los hijos, sean estos hembras o varones.

En esta interacción cotidiana no se observan por parte de los adulto de la familia agresiones físicas o verbales en contra de los niños, aun cuando entre los mismos adultos es típico de tiendan a discutir y a hablarse en tonos de voz muy altos, los niños reciben un trato muy diferente. Los niños se interrelacionan con otros adultos diferentes a los miembros de la familia nuclear, a medida que van creciendo establecen nexos con los adultos significativos de la comunidad, quienes también desarrollan una labor instruccional en el aprendizaje de algunos aspectos específicos de la cultura, en la actualidad un ejemplo de ello los constituye el jefe de los niños que desarrolla jornadas de conversación y relata historias míticas e históricas de la comunidad y del pueblo en general.

La tercera acción identificada esta referida a las relaciones entre los pares, las que están marcadas principalmente por los juegos, lo cuales aprenden de los niños más grandes o de los jóvenes. Los juegos presentan diferentes matices desde el punto de vista instruccional, por un lado se encuentra el aprendizaje de normas de convivencia e interrelación con los coetáneos, constituye un mecanismo para el desarrollo de las habilidades necesarias en el cumplimiento de las actividades que les corresponderán en su vida adulta y las posibilidades de aproximarse a través de las historias del origen de los juegos a parte de la mitología del grupo.

7.3. Sistemas educativos occidentales

Prácticamente en todas las comunidades yukpa existe la presencia del sistema educativo de origen occidental, de hecho una de las primeras acciones que atañen al jefe de una comunidad recién formada es la tramitación del cargo para un maestro que atienda a los niños y niñas de la comunidad. Y posteriormente el de un enfermero.

Se puede decir que en forma general existen cuatro tipos de escuela dentro de las comunidades yukpa, atendiendo a la infraestructura, el número de maestros y las etapas del sistema educativo venezolano que alcanzan.

En las comunidades más pequeñas y que generalmente están más retiradas de las vías de acceso carretero, comúnmente hay un maestro o maestra que atiende a los niños más pequeños y que se propone enseñarles a leer, escribir y las operaciones básicas de matemáticas, en estos casos los espacios educativos han sido construidos por los mismos miembros de las comunidades con los materiales que les proporciona el medio. Ellos tienden a afirmar que en estas escuelas se dan los dos primeros grados de educación básica, pero la verdad esto es difícil de determinar pues cuando se trasladan hasta los centros pilotos donde funcionan escuelas más grandes, sobre todo si estas están dirigidas por las misioneras, a los niños se le aplica una evaluación diagnostica a partir de la cual se determina en que grado será ubicado el estudiante.

En las comunidades, que inicialmente, hemos llamado intermedias, generalmente existe más de un docente, con frecuencia hay por lo menos una maestra de preescolar y uno o dos para atender básica. La infraestructura tiende a ser de materiales de construcción, como bloques, cemento y cinc, se puede contar con la dotación de algún tipo de mobiliario, pupitres y pizarrones principalmente. Aquí se trabaja más con los programas desarrollados por el Ministerio del Poder Popular para la Educación, y además de la lectura, escritura y matemáticas básicas, se desarrollan otros de los temas pertenecientes al currículo.

En el tercer nivel, por llamarlos de alguna forma, se encuentran las escuelas graduadas, ubicadas en los centros pilotos de las comunidades yukpa, en las cuales se dictan por lo menos educación inicial y las dos primeras etapas de educación básica, en estos casos se presentan construcciones de varios salones, áreas administrativas y canchas. Generalmente la supervisión educativa llega hasta esta escuela y son las que participan de los proyectos de carácter pedagógico que se desarrollan para esta etnia. Entre estas escuela se encuentra dos que han pasado a ser Bolivarianas.

Existen solo dos casos de instituciones educativas en las comunidades yukpa que abarcan la tercera etapa de educación básica y el ciclo diversificado. Estas se encuentran en las comunidades Tokuko, que puede ser considerada como el centro piloto más grande desde el punto de vista del espacio que ocupa y el número de habitantes con los cuales cuenta, esta institución es dirigida por la congregación de las hermanas de Santa Ana, aunque con la participación bastante activa de los miembros de la etnia, quienes prácticamente controlan la 3era etapa y el diversificado.

El otro caso es la Escuela Técnica Robinsoniana de Toromo, ubicada en la comunidad del mismo nombre, la cual se inicio con la intención de atender la población indígena, y de desarrollar un modelo intercultural en el aprendizaje de oficios técnicos que estuvieran relacionados con las actividades económicas tradicionales y con las oportunidades de ingreso laboral que estos tenían, pero que debido a procesos administrativos y a conflictos entre los mismos indígenas con los entes gubernamentales competentes en el área termino por ser una institución educativa en la cual pueden participar alumnos criollos, se aborto en gran parte la concepción de interculturalidad y se asumió como una institución en la cual se aplican los programas regulares para este nivel.

8. Problemática actual

8.1. Tierras y Demarcación

La carencia de tierras aptas para el desarrollo de las actividades socioeconómicas tradicionales constituye el más grave de todos los problemas que actualmente aquejan al pueblo yukpa. La reducción de su territorio ancestral que se inicio en la época colonial aun no ha concluido, las luchas en defensa del mismo son para este pueblo fundamentales y han mantenido características bastante dramáticas desde la colonia hasta la actualidad.

El proceso sostenido de reducción del territorio implicó tres opciones para los miembros de este pueblo indígena, todas ellas atentan contra la continuidad cultural y las posibilidades de crecimiento socioeconómico. Algunos debieron refugiarse en las zonas más altas de la Sierra de Perijá, donde los espacios para la producción agrícola están reducidos a pequeñas pendientes o mini planicies existentes entre una montaña y otra, otros prefirieron resistir en algunos espacios de las zonas bajas quedando atrapados entre los potreros de una hacienda y otra, de manera que la circulación por los espacios vitales esta restringida por portones que se abren o cierran dependiendo de los estados de ánimos y los intereses particulares de los dueños de las haciendas y de sus empleados. Otros, tal vez los que corrieron con menor suerte, se vieron en la necesidad de emigrar hacia los espacios urbanos, generalmente para incorporarse en condiciones de marginalidad a la realidad de las ciudades.

En este contexto, la lucha por las tierras nunca se ha detenido, desde que perdieron sus últimas tierras planas entre 1920 a 1970 ante el establecimiento de haciendas, los yukpa han vivido reaccionando contra la invasión y el despojo, los intentos por rescatar parte de las tierras planas se inician en 1947-1948 con la creación de lo que hoy se llaman Centros de Pilotos de Shirapta y Tukuko, hasta hoy se mantiene la lucha en varios punto del territorio yukpa en este proceso fueron atropellados, incriminados y asesinados centenares de indígenas.

En este ir y venir en defensa de sus tierras, varios ha sido los argumentos utilizados para descalificar la legitimidad de la lucha yukpa, en algunos casos se les ha acusado de ser aliados de la guerrilla, cuando la verdad es que los miembros de este pueblo sufren cotidianamente las consecuencias del conflicto armado en la frontera, perdiendo la posibilidad de recorrer parte de los espacios que les han quedado, viéndose obligados a entregar los alimentos, que logran conseguir para la manutención de sus familias, a los grupos armados o a los desplazados colombianos que ocupan sus tierras, muchos han sido los titulares de periódicos en la región que afirma categóricamente que la salida de algunos productores, si se les otorgan las tierras a los yukpa, implica dejar la frontera a merced de la guerrilla, desconociendo la función de guardianes de los espacios nacionales que siempre han tenido los miembros de este o otros grupos indígenas que habitan en la frontera venezolana.

Otro argumento que cobra fuerza para descalificar la lucha por las tierras yukpa, es la afirmación de que estos no son productivos y que al entregarles las tierras se pone en peligro la seguridad alimentaria de la región y del país, pues en esa haciendas supuestamente se produce la carne y leche que nos alimenta, cuando la verdad es que la mayoría de las tierras solicitadas por los yukpa son subutilizadas o improductivas, muchas han sido relativamente abandonadas por sus propietarios. Otra verdad que se oculta en este argumento es que la totalidad de las tierras solicitadas por los yukpa escasamente supera el 1% del total de los espacios que actualmente son haciendas y que un grupo muy pequeño de familias se atribuye como propiedad.

El proceso de demarcación yukpa, al igual que el de otros pueblos de la región ha sido bastante convulsionado, en este caso pocos han sido los encuentros como pueblo, generalmente se ha trabajado el problema de las tierras por cuenca, generándose en algunos casos conflictos internos entre los miembros de la etnia.

8.2. Condiciones de vida y problemas

En este punto creemos importante iniciar señalando un elemento que percibimos con mayor fuerza en relación con los miembros del pueblo yukpa que con otros grupos indígenas de la región zuliana, el rechazo por parte de los no indígenas y en algunos casos también por los otros grupos indígenas. Es evidente que las relaciones interétnicas en este país, como en otros, han estado signadas por el etnocentrismo desde la cultura dominante y que todos los grupos minoritarios son objeto de discriminación, pero en el caso de los yukpa, a nuestro juicio, estos llegan a superar el que se expresa en relación con otros grupos indígenas.

Son los miembros de este grupo quienes han sido objeto de desalojos y traslados colectivos obligatorios por parte de los organismos gubernamentales desde sus espacios de ocupación en zonas urbanas hasta espacios cercanos a sus territorios ancestrales. En detalles, hasta hace pocos años los representantes gubernamentales tomaban un bus, recogían a todos los yukpa que se residenciaban en las inmediaciones de vías principales y los llevaban hasta alguno de los caminos cercanos a sus comunidades de origen, donde ya no tenían ni viviendas, ni espacios para cultivar, ni mucho menos empleos, les daban una irrisoria cantidad de dinero en efectivo a cada padre de familia, los bajaban del bus en medio de la nada, como exiliados, negándoles el derecho que todo ciudadano venezolano tiene de circular libremente por el territorio nacional.

La mayor parte de la problemática actual ya se encuentra esbozada en los contenidos desarrollados en los diferentes puntos que conforman este texto, sin embargo queremos resaltar de manera independiente algunos de los aspectos más resaltantes que marcan la realidad yukpa.

8.2.1. Desplazamiento

Los desplazamientos son el resultado de la carencia de tierras fértiles y de servicios públicos básicos, como salud y educación, que existe en las comunidades yukpa, muchos de sus habitantes se trasladan hasta las ciudades más cercanas en busca de nuevas oportunidades pero generalmente terminan en condiciones de marginalidad.

En estos desplazamientos se presentan casos particulares de familias que recorren las ciudades para vender la artesanía, también existen puntos de referencia en las cuales se concentran grupos de familia, tal es el caso de la ocupación de un edificio semi-abandonado cerca del hospital general del sur. Además de este existe otro espacio en Machiques, que los mismos yukpa llaman el ranchón, este es un galpón que se encuentra ubicado dentro de las instalaciones de la empresa de café yukpa, y que es usado por los miembros de las comunidades para residenciarse cuando están en Machiques, pero también allí habitan familia de manera casi permanente.

La comunidad El Caujaro, ubicada en la Parroquia Domitila Flores del Municipio San Francisco, Estado Zulia, es otro ejemplo de los desplazamientos que han realizado los miembros de las comunidades yukpa. Así mismo, existen comunidades más o menos improvisadas en las inmediaciones del Hospital General del Sur, inicialmente estos espacios fueron ocupados para resguardarse los familiares de aquellas personas que se encontraban hospitalizadas en ese centro asistencial, pero luego fueron tomados como residencia permanente o semipermanente, por quienes comercializan y por todos aquellos que no tenían oportunidades de mantenerse en sus territorios originales.
Evidentemente el origen de los desplazamientos yukpa se encuentra en las carencias de tierras y servicios que obliga a los miembros de esta etnia a buscar nuevas oportunidades.

8.2.2. Desempleo, explotación laboral y mendicidad

La principal fuente de ingresos para los miembros del pueblo yukpa es la producción agrícola, la cual practican de manera independiente, sin embargo cuando no es época de cosechas, o en las oportunidades que han producido incendios en sus territorios y pierden sus cultivos, la venta de artesanía se convierte en una alternativa, cuando esta no es posible o sus ingresos nos son suficientes se enfrenta a unas condiciones en las cuales las oportunidades de un empleo son bastante escasas para ellos, tanto en las comunidades de origen como en las ciudades.

Dentro de las comunidades el principal empleador son los organismos gubernamentales, pocas plazas de trabajo existen por comunidad, a saber: maestros y obreros de escuelas, enfermeros, promotores sociales y guarda parques, estos dos últimos solo en algunas comunidades; también en los casos que se desarrollan construcciones de infraestructura por parte de organismos gubernamentales los miembros de las comunidades lograr algunos empleos eventuales como ayudantes de construcción, a parte de estos no existen otras posibilidades.

Otra posibilidad bastante inestable dentro de las comunidades es el hecho de que algunos de los miembros de las comunidades que tienen ingresos fijos puedan emplear a algún otro miembro de la comunidad para que les ayude en el proceso de limpieza de las tierras o en algún tipo de trabajo de construcción o mantenimiento de sus viviendas.

Agotadas estas posibilidades los hombres y mujeres tienen que salir a buscar fuentes de ingreso retirados de sus sitios de origen, aunque se ven casos, muy pocos se emplean como peones de las haciendas cercanas, pues sus relaciones con los hacendados siempre han sido bastante tensas debido a la dinámica de la lucha por la tierras, de allí que deban trasladarse hasta las ciudades, en las cuales tampoco tienen muchas oportunidades pues no han contado con un proceso sistemático que les permita prepararse para ingresar al mercado laboral.

En las ciudades las oportunidades de empleo se limitan a ser heladero, se contratan para recorrer las calles de las ciudades vendiendo helados en una especie de carritos preparados para tales fines; también se emplean como vigilantes privados algunas veces en empresas no registradas, en ambos casos los ingresos llegan a ser inferiores al salario mínimo establecido en el país y carecen del sistema de seguridad social establecido para los empleados.
Otras oportunidades la constituye el sector de la construcción, en el cual algunas veces logran emplearse, pero siempre en condiciones de desventaja puesto que la capacitación no les permite acceder sino a puestos como ayudantes.

Muy pocas mujeres lograr emplearse como servicio domestico, debido principalmente a que desde muy jóvenes tiene hijos y no acostumbran desprenderse de ellos para trabajar.

Hasta aquí llegan las oportunidades, quien no logra ubicarse en una de estas plazas de empleo, subsiste con lo que pueda cultivar para el consumo familiar, en la cacería bastante disminuida por la escasez de animales y con la pesca, si han logrado mantenerse en sus territorios.
Si se encuentran en las ciudades, la artesanía y la mendicidad se convierten en las únicas opciones de ingreso.

Entramos entonces a otro de los grandes problemas que aquejan actualmente a este pueblo, la mendicidad, como vimos esta constituye una opción para generar los ingresos necesarios en la manutención de la familia. Cuando los hombres están vendiendo artesanía, las mujeres con sus hijos pequeños se ubican en los semáforos de las ciudades para pedir aprovechando cuando los carros se detienen. Ellos generalmente ven la mendicidad como una actividad económica más, con la cual las mujeres y los niños pueden contribuir a la economía familiar. Sin embargo, su práctica les ha traído otros problemas, uno de ellos es el rechazo y el cuestionamiento por parte de los no indígenas y de algunos indígenas, inclusive de su misma etnia.
Además los organismos encargados de la protección de los niños y adolescentes en oportunidades han activado planes para detener la participación de los mismos en este tipo de actividades, de allí que se dirigen hasta los sitios donde se encuentran y retienen a todos aquellos que sean menores de 18 años, en algunos casos esto implica tanto a la madre como sus hijos pues todos son menores de 18 años, los trasladan hasta centros de atención y se denuncia a los mayores de edad que estén en ese momento. Es fundamental tomar en consideración que la detención o separar a los niños de sus madres no resuelve la causa original del problema, pues aunque se reconoce que este tipo de actividades ponen en peligro la vida de los niños y adolescentes también es cierto que su practica no implica para las familias yukpa una explotación de los adultos sobre los niños y adolescentes, sus padres desean estar con ellos y protegerlos, la mendicidad es asumida como parte de esta protección pues es la forma que encuentran de obtener ingresos. Otorgarles las tierras, crear programas sociales coherentes con la realidad sociocultural del grupo, es la verdadera solución.

En relación con la mendicidad se han realizado denuncias según las cuales agentes externos a las comunidades organizan y transportan a las mujeres y niños para que practiquen esta actividad, sabemos que en algunos casos están presente individuos que no pertenecen a la etnia y que se han incorporado a las comunidades, urbanas principalmente, a partir de la convivencia con una mujer yukpa, sin embargo este tipo de denuncias no se ha podido comprobar.

Conclusiones

El pueblo yukpa, como otros pueblos amerindios, ha estado sometido a fuertes presiones externas, producto de las relaciones interétnicas asimétricas, que han exigido un cambio cultural más acelerado que aquellos que se producen por los procesos intraétnicos o por unas relaciones interétnicas simétricas. En este sentido, se han visto en la necesidad de desarrollar mecanismos de negociación cultural que les permitan mantener el hilo histórico – cultural propio pero al mismo tiempo dar respuesta necesidades y exigencias que les plantea la realidad intercultural.

Entre los cambios más significativos se encuentran los relacionados con la reducción de los territorios que constituyen la base fundamental sobre la cual se desarrolla la vida material y la construcción de los significados que entorno a él produce cada grupo étnico, en esta caso es importante resaltar las dinámicas de movilidad de los miembros del grupo, quienes como ya señalamos, en puntos anteriores, tradicionalmente ubicaban sus residencias dejando un margen de distancia significativo, en comparación con los códigos o costumbres de origen occidental, al irse reduciendo el territorio se presento para los miembros de este pueblo una situación de hacinamiento en comunidades, lo cual altera los mecanismo de convivencia.

Los miembros del grupo han fortalecido su sistema de resolución de conflicto para dar respuesta a este tipo de situaciones, por un lado se fundan nuevas comunidades en los espacios disponibles (2), siguiendo en la medida de lo posible las pautas establecidas por el sistema de parentesco; por otro lado se encuentra el control de las autoridades tradicionales, a partir del derecho consuetudinario, y la comprensión de que en algunos momentos de crisis se pierde la armonía comunitaria y se generan conflictos entre los miembros de las comunidades, pero a partir del dialogo y de la aplicación de las normas es posible recuperarlo para llegar nuevamente a un estado armónico donde es posible la convivencia y el crecimiento mutuo.

En el caso del presente informe, requerido como marco de ilustración para tratar la supuesta violación a las leyes por parte de algunos miembros del grupo étnico yukpa, es necesario considerar estos mecanismos cíclicos, reconocidos en su cosmovisión, sobre la alteración de la cotidianidad y el posterior regreso al orden, así como, las posibles alteraciones emocionales (3) a las cuales pudieran haber estado sometidos los involucrados.

Recomendaciones

En un primer momento se considera recomendable que las autoridades que forman parte del proceso de aplicación de justicia en los casos donde se encuentran involucrados miembros de los pueblos indígenas deberían partir por reconocer las características especificas que contempla la aplicación de la ley en situaciones interculturales, en cuyo caso están presentes más de un sistema de resolución de conflicto y por ende más de una visión sobre lo que constituye un delito, las causas que lo originan y las posibles sanciones a quienes supuestamente han quebrantado la ley. Consideración que tiene especial relevancia en el caso Venezolano, en tanto es un nación que en su carta magna se reconoce como una nación multiétnica, pluricultural y multilingüe.

Dentro de este marco, consideramos necesario que durante el desarrollo del proceso penal se tomen en consideración los convenios internacionales que en materia indígena ha suscrito la nación, así como los instrumentos legales nacionales que consideran para la toma de decisiones el derecho consuetudinario indígena en este tipo de casos.

Se recomienda la practica de informes socio – antropológicos especifico, para las comunidades y para el grupo familiar al cual pertenece la o las personas imputadas, en tanto, el nivel de especificidad que se requiere para la toma de decisiones, donde se consideren el conflicto como tal, las condiciones en las cuales se produce y las sanciones a aplicar, exige un trabajo más particular, una especie de historia local (comunidades) e historia de vida (imputados), en tanto siendo que los miembros del pueblo yukpa han padecido desarticulación, mestizaje cultural forzado y asimetría extrema de poderes, es evidente que cada comunidad y cada miembro de estas ha sido participe de una realidad especifica, vale decir, desarrollando respuestas e interpretando los códigos culturales propios y ajenos en un contexto histórico concreto, en este sentido consideramos que la aplicación de este tipo de informes dará más elementos al juez para dictaminar, no una decisión sobre una cultura, sino sobre un miembro particular de ella, con sus luchas, sus conflictos, carencias, responsabilidades y roles dentro de su comunidad.

Se considera necesaria la consulta con la autoridades tradicionales del pueblo yukpa, durante el proceso; así como, para la toma de decisión y la imputación de una pena, en el caso de que los involucrados resultasen declarado culpables, pues tomando en consideración las características interculturales que envuelven el proceso, este representa la aplicación de la justicia venezolana a un miembro del grupo yukpa, pero al mismo tiempo es expresión de las condiciones en las cuales el estado asume la pluriculturalidad y tal como lo plantea Fernando Báez, en su texto El saqueo cultural de América Latina. De la conquista a la globalización:

Como bien se sabe, la élite de cada imperio histórico (español, portugués, holandés, francés, ingles) ha reconocido que la supremacía no puede sostenerse por la fuerza de las armas o de un modelo económico, político y religioso: se requiere la imposición de formatos culturales y la práctica de lo que los romanos denominaban damnatio memoriae o memoria damnata sobre los pueblos vencidos. Dado que la memoria colectiva – el acervo de registros materiales e inmateriales de una comunidad – es el vínculo más importante de la identidad nacional, debemos notar que es lo primero en ser amenazado o atacado durante un proceso de etnocidio. Según propongo la ideología hegemónica esta destinada a provocar vergüenza por la singularidad pasada. (2008:51)

De allí que negar o limitar las posibilidades de participación de los miembros del grupo a través de su derecho consuetudinario es de alguna manera imponer damnatio memoriae, que reduce la posibilidad de justicia y equidad que se propone el proyecto social y político actual de Venezuela. En este sentido, es valido el planteamiento realizado en el Artículo 92 de la Ley Orgánica de Pueblos y comunidades Indígenas, que señala: “Los indígenas tienen derecho al fortalecimiento de su identidad cultural, desarrollo de su autoestima y libre desenvolvimiento de su personalidad en el marco de sus propios patrones culturales. El Estado apoya los procesos de revitalización de su memoria histórica y cultural como pueblo.
Finalmente, consientes de que este proceso constituye un hito en la historia legal del Estado Venezolano, en tanto se presenta ante la existencia de nuevos instrumentos legales que contemplan la necesidad de pluralismo jurídico, del desarrollo de mecanismo de interrelación entre el derecho positivo nacional y el derecho consuetudinario de los pueblos indígenas, recomendamos y ofrecemos un acompañamiento socio – antropológico al proceso legal, de manera que el análisis antropológico fungiese como interlocutor entre las dos culturas, entre las visiones que las culturas involucradas tienen del mundo, desarrollando puntos de encuentro intercultural, en busca de la armonía, de la paz y de la vida en esta nación multiétnica, pluricultural y multilingüe, comprometida con la convivencia pacífica de los seres humanos.

1.- Según las variantes dialectales, este mismo personaje recibe diferentes nombres (Amoretoncha, Maihpore, Aponto), en el presente texto hemos utilizado el más difundido en la bibliografía sobre la etnia, y el que hemos visto usan con más frecuencia los miembros de la etnia, haciendo la salvedad de que no es el único.

2.- Luego de la promulgación de la «Ley de demarcación y garantía del hábitat y tierras de los pueblos indígenas», esta constituyó una alternativa muy viable en el sentido que miembros del grupo ocuparon espacios que se reconocían ancestralmente como propios.

3.- Las cuales son reconocidas, según la cosmovisión yukpa, como un tipo de enfermedad que de alguna manera disminuye sus capacidades de convivencia y que en tal sentido deben ser atendidas como tales (Ver punto sobre la salud y enfermedad).

Bibliografía esencial

Acuña Delgado, Ángel (1999) Cosmovisión yu´pa: una aproximación en torno a sus creencias, mitos y leyendas. Antropológica N° 91. México. Pág. 3-29.
Álvarez, Aidé y Portillo, Lusbi (1994) Las Comunidades Barí y Yukpa en Defensa de su Entorno. Resultados de una investigación – Acción en la Sierra de Perijá. División de Extensión 1985 – 1994. (Trabajo de Ascenso: 9 Tomos). Facultad Experimental de Ciencia. La Universidad del Zulia. Maracaibo – Venezuela.
AMODIO, Emanuele (1988). Cultura. UNESCO. Santiago de Chile.
Chirinos, Orlando José y Rita Colmenares de Chirinos (2000) Poder político y organización social en comunidades yukpas. En Revista Opción. Año 16, N° 33. Pág. 11 – 33.
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