Japón: Solidaridad de Ferroviarios japoneses ante la catástrofe y denuncian al gobierno
¡Unidad y solidaridad de los trabajadores para organizar acciones de ayuda para las areas afectadas!
¡Ciere inmediato de todas las plantas de energía nuclear!
¡Unidad y solidaridad de los trabajadores para organizar acciones de ayuda para las areas afectadas!
¡Ciere inmediato de todas las plantas de energía nuclear!
¡Ningún despido con el pretexto del terremoto!
¡Luchemos para vivir!
14 de marzo de 2011
Ferroviarios de Doro-Chiba
El gran terremoto del 11 de marzo trajo un gran desastre en el noreste japonés asi como también en toda el area este de Japón. Aun no tenemos todo el cuadro de lo ocurrido y de lo que ocurre actualmente: cuántas vidas se perdieron, cuánta gente necesita ayuda, etc. En este preciso instante muchas vidas están desapareciendo. Pocos refugios tienen suministros de agua, alimentos, electricidad o insumos médicos. Peor aun, la planta de Fukushima está fuera de control a causa de una falla grave de los sistemas de enfriamiento y se vaticina una catástrofe luego de las dos explosiones de las instalaciones nucleares.
Ante la bancarrota del plan de rescate del gobierno, organicemos la unidad y solidaridad de los trabajadores para ayudar a las personas afectadas.
Por supuesto que el terremoto y posterior maremoto fueron más allá de toda anticipación. Es, sin embargo, evidente que no se tomaron las medidas suficientes para hacerle frente al terremoto aun cuando se pronosticó -con una certeza del 99%- que un terremoto podría occurrir dentro de los siguientes diez años. La realidad demosttró que los planes neoliberales se levaron a cabo bajo el principio de “competencia y responsabilidad propia” sacrificando comunidades locales y las vidas de los trabajadores. Los gobiernos locales estaban en dificultades financieras y en una situación lejos de estar reparados para un posible temblor.
Lo que está ocurriedo en este momento en Fukushima es el ejemplo típico de la bancarrota de las comunidades provinciales. Los habitantes del aréa dentro de los 20 kilómetros de las plantas están siendo evacuados, bajo el clima frío del invierno. Varios contaminados por la radiación. Las plantas fueron construidas en el “epicientro de los terremotos” por el gobierno y las empresas de energía eléctrica, quienes insistían en que las mismas eran seguras y ofrecían energía limpia. Esto probó ser una vil mentira. Para los capitalistas la energía nuclear es un instrumento milagroso para lograr grandes ganancias para el gobierno y una herramienta vital para el armamento. Y estas políticas fueron expuestas de la peor manera.
Los reportes indican que las tropas de las Fuerzas de Auto-Defensa (FAD) tendrán bajo su control todos los caminos y rutas que conducen hacia el área afectada.
Las tareas de rescate por parte de gente preocupada por la situación de las personas afectadas fueron interrumpidas en nombre de “asegurar la ruta de rescate” por la FAD. Incluso la distribución fue bloqueada: tres días después del terremoto, los alimentos desaparecieron de los supermercados, no solamente
en las áreas afectadas por los terremotos sino también en el área metropolitanea de Tokio. Mientras el dominio de la FAD se extiende por todas partes, las acciones de rescate y de transporte y distribución de alimentos y demás peligran. Sorpresivamente el portaaviones nuclear de la marina estadounidense
“Ronald Reagan” arribó al puerto adyacente al área afectada. Incluso ante la realidad de las decenas de miles de personas que aún se encuentran enterradas aguardando en solitario su rescate, la seguridad pública es la prioridad para el gobierno y la clase dominante. Se reeditó un plan de los tiempos de guerra bajo el slogan “Unidad nacional para superar la crisis nacional”. Es evidente que toda la información concerniente a los accidentes nucleares está siendo manipulada y los hechos son cuidadosamente ocultados. Las violentas explosiones en los reactores 1 y 3 de la planta Fukushima Daiichi fueron catalogados como un problema no tan serio y no estamos siendo informados de los hechos que se está desarrollando realmente en el lugar de los accidentes mientras un gran volumen de materiales radioactivos están derramándose y el colapso del reactor es inminente.
En este momento crítico cuando todos los esfuerzos deberían focalizarse para prevenir el colapso del reactor, el gobierno y TEPCO (Tokyo Electric Power Company) todavía mantienen su política de promover la energía nuclear.
Todos los partidos políticos, el gobernante Partido Demócrata de Kan, el Partido Demócrata Liberal, el Komei y demás, se juntaron en una “tregua política” frente al terremoto y presentaran medidas de rescate, entre las que se incluyen , un alza de impuestos para la restauración y la revisión del
presupuesto para recortar los subsidios de ayuda infantil, financiamientos para las empresas afectadas, etc. Su meta es superar la actual crisis social mediante la explotación de los trabajadores, gracias a la oportunidad que se les abre con
la tragedia de las areas y personas afectadas.
Lo que los trabajadores, granjeros, pescadores y pequeños comerciantes –que han perdido todo- necesitan desesperadamente no es ayuda financiera sino un lugar donde vivir, medios para sobrevivir, cobertura médica total gratuita, etc.
En todo el area oriental del Japón, numerosos trabajadores perdieron sus empleos. Aun en la costa de Chiba, a 500 kilómetros del centro sísmico, el Area de la Bahía está totalmente inundada. Las calles y edificios se encuentran en
ruinas. En las áreas industriales existen grandes incendios. Casi la mitad de toda la tierra de Japón se encuentra con grandes daños y su economía devastada.
El resultado es un ataque total sobre los trabajadores: despidos masivos y grandes niveles de desocupación. El terremoto producirá un cambio total en la sociedad japonesa.
La situación de los trabajadores había llegado a un punto crítico al momento de llegar el terremoto. Durante el año anterior experimentamos una gran ola de despidos: por la privatización de la Agencia de Seguridad Social, despidos en
JAL (Japan Air Lines), despidos de empleados en negro del Correo, entre otros. Una gran cantidad de trabajadores se movieron hacia el empleo en negro o cayeron directamente en la pobreza. Mientras el sistema de seguridad social sufrió un
considerable desmantelamiento se volvió cada día más y más difícil sobrevivir para la clase trabajadora. Justo en ese momento se desata el terremoto dándo un golpe mortal a todas las personas que se encontraban al borde de la existencia.
Las clases dirigentes de todo el mundo se horrorizan al presenciar una situación crítica, en la cual el colapso de la economía se propaga desde el Japón hacia los demás países en el medio de una crisis económica global y la explosión de
voces airadas de la clase obrera, encendida por estos acontecimientos, está sacudiendo el mundo entero.
Hemos comenzado con una campaña nacional en el Ferrocarril para luchar contra la ofensiva neo liberal. Este movimiento anuncia un gran desafío para la revitalización del movimiento obrero mediante la unidad de todas las voces de los trabajadores y la organización de acciones de gran alcance. Ahora es el momento preciso para promover este esfuerzo vigoroso.
¡Luchemos para vivir!
¡Unidad y solidaridad de los trabajadores para organizar acciones de ayuda de
las personas y zonas afectadas!
¡Exigimos inmediatamente viviendas, alimentos y tratamiento médico total para las personas afectadas!
¡Ciere inmediato de todas las plantas de energía nuclear!
¡Basta de despidos a causa del terremoto!
¡Acabemos definitivamente con el neoliberalismo!
¡Fuera Kan del gobierno!
¡Que la Central Obrera se ponga a la cabeza!