Jesús Silva y la mediocridad de la política. Violencia y uso del cuerpo de la mujer
Por Las Comadres Púrpuras
En febrero del 2019, Jesús Silva fue acusado por agredir de manera brutal y sistemática a su esposa, fracturándole la muñeca y los cinco dedos de la mano derecha. La investigación judicial terminó en el silencio absoluto de las instituciones del Estado, mientras que Silva ha seguido construyendo una forma de hacer política desde el odio, la violencia y el cinismo.
El uso del cuerpo de la mujer aplicado en la reciente aspiración del abogado Jesús Silva a la rectoría de la Universidad Central de Venezuela (UCV), ha generado un gran rechazo en la opinión pública. Reaparece luego de un prontuario de violencia hacia la mujer, ufanándose de la polarización cosificándola en dos tetas.
Presentar al cuerpo de la mujer como mercancía, no es un accidente casual sino una consecuencia del modo en que el poder se está relacionando con nosotras y nosotros, y en cómo han traducido la subordinación y la ignorancia de la sociedad. Toda una tendencia de la élite gobernante que se empieza a expresar en personajes como Rafael Lacava, en eventos como Miss Clap o Señorita Tves, en el devenir de la farándula oficial, en el cinismo de políticos como Pedro Carreño, y ahora en la presencia mediática de Jesús Silva.
Este tipo de campañas políticas nefastas son toleradas y de alguna manera promovidas por el aparato mediático relacionado con la gestión gubernamental, generando una grave promoción de formas de violencia y mercantilización del cuerpo de la mujer.