Juez español vuelve a procesar a tres militares de EEUU por la muerte de periodista en Irak
El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha decretado de nuevo el procesamiento de tres militares estadounidenses por la muerte en Irak del periodista español José Couso en 2003. Se trata del sargento Thomas Gibson, el capitán Philip Wolford y el coronel Philip de Camp. El magistrado les acusa de la comisión de delitos de asesinato y crímenes contra la humanidad.
El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha decretado de nuevo el procesamiento de tres militares estadounidenses por la muerte en Irak del periodista español José Couso en 2003. Se trata del sargento Thomas Gibson, el capitán Philip Wolford y el coronel Philip de Camp. El magistrado les acusa de la comisión de delitos de asesinato y crímenes contra la humanidad.
El periodista de Telecinco y el camarógrafo ucraniano Taras Protsyuk murieron el 8 de abril de 2003 cuando un carro de combate estadounidense disparó contra el Hotel Palestina, donde se alojaba la mayoría de los corresponsales extranjeros en Bagdad.
Pedraz ya procesó a los tres militares en abril de 2007 por las mismas causas, aunque la Sala de lo Penal de este tribunal revocó su decisión un año después respaldando la postura de la Fiscalía que pidió el archivo de la causa.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional señaló entonces que consideraba que la instrucción no estaba terminada por lo que el juez reabrió la investigación y realizó nuevas diligencias entre las que se encontró la toma de declaración de los ex ministros de Defensa y Asuntos Exteriores en el momento en que se produjeron los hechos, Federico Trillo y Ana Palacio respectivamente.
Ahora, el juez Pedraz ha dictado el nuevo auto de procesamiento después de haber recibido recientemente la declaración por escrito como testigos de Federico Trillo y Ana Palacio, según informa Efe.
El juez asegura en su nuevo auto, que Gibson fue «la persona que dio la orden directa de disparar» sin que conste «la existencia de ‘francotirador’ u ‘ojeador’ u ‘observador enemigo’ ni disparo alguno, anterior o posterior a los hechos, procedente del tejado y otra parte del Hotel Palestina, contra las tropas norteamericanas», informa Europa Press.
Según recuerda Pedraz, Couso era, en aplicación del Convenio de Ginebra y de la legislación española, «persona protegida» y añade que las partes contendientes en un conflicto armado están obligadas siempre a distinguir entre población civil y combatientes.
«La fuerzas militares norteamericanas tenían conocimiento de que el Hotel Palestina era y se encontraba en zona civil y no era objetivo militar y que, además, estaba ocupado por población civil y periodistas», señala el juez.
Pedraz defiende que el ataque fue desproporcionado y recuerda en su auto las declaraciones realizadas por el ex ministro Trillo que manifestó que la posible existencia en el hotel de miembros del Ministerio de Información iraquí «no justificaba el gravísimo error que causó la muerte de Couso».