La clase trabajadora no tiene candidato*

Por Prensa PSL
23 de junio de 2024. Estamos a poco más de un mes para las elecciones presidenciales. El ambiente que prevalece es de hartazgo ante un gobierno antiobrero y antipopular, que aplica un severo ajuste capitalista. En un contexto general represivo y autoritario, con un presidente soez que amenaza públicamente al principal candidato de la oposición burguesa: “si te comes la luz lo vas a lamentar”.
Mientras avanza un proceso electoral a todas luces amañado, fraudulento, hecho a la medida de un gobierno que sabe que no tiene votos, rechazado por la mayoría del pueblo, y en medio de una campaña desangelada en la que el abuso de poder y de los recursos del Estado es moneda corriente.
Ninguno de los candidatos dice una palabra sobre los problemas más acuciantes del pueblo trabajador. Los salarios de hambre, el desastre de los servicios públicos, el deterioro de la educación pública y la progresiva privatización de hecho de una salud que se encuentra por el suelo, brillan por su ausencia. Nada sobre la grave situación de Pdvsa, del sistema eléctrico y de las empresas básicas de Guayana.
Transitamos una campaña electoral huérfana de ideas. Maduro aparece un día en Miraflores en un encuentro con pastores evangélicos en una “oración por el arrepentimiento”; otro con católicos enarbolando una imagen de la virgen, y al otro en un ritual asegurando que se siente protegido por las fuerzas espirituales y ancestrales de los pueblos originarios. Por su parte, la oposición patronal agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), lleva a cabo una campaña peculiar, encabezada por María Corina Machado que recorre el país con un afiche del candidato Edmundo González Urrutia, el cual casi no se mueve de su casa, y desde un primer momento advirtió que no recorrería el país ni haría actos de masas.
María Corina Machado recorre el país dando discursos que buscan tocar las emociones de la gente, con varios rosarios en el cuello. Prometiendo que hará que regresen los millones de personas que emigraron. Presentó su programa “Tierra de Gracia”, al cual casi no hace referencia, escondiendo sus verdaderos planes, aunque ya en alguna ocasión dijo que privatizaría Pdvsa, y en un corto vídeo se hizo pública la propuesta educativa que contempla los tristemente célebres “vouchers educativos”, que ya fracasaron en muchos países y conducen a la privatización de la educación.
Lo evidente es la voluntad de cambio que germina en la mayoría de los sectores populares. Esto está generando una gran disposición a votar el próximo 28 de julio. El pueblo trabajador está harto de un gobierno que produjo la más profunda crisis social contemporánea, y que utiliza las repudiables sanciones imperialistas como coartada para ocultar su responsabilidad.
Desde el Partido Socialismo y Libertad hemos dicho que comprendemos el hartazgo con este gobierno, sabemos de la confusión creada por un gobierno que falsamente se autodenominó socialista y después de grandes expectativas nos trajo hasta este desastre, sin embargo debemos ser claros y responsables diciendo que es equivocado votar por el candidato de María Corina Machado, que representa intereses empresariales y transnacionales. Tanto ella como Edmundo González reflejan a sectores profundamente conservadores y antiderechos. No tienen nada que ver con las necesidades de los trabajadores y los sectores populares. No se trata de votar con los ojos cerrados por cualquiera para sacarnos de encima a Maduro. Aún recordamos como millones seguían a Chávez. No podemos cambiar un mesías por otro. Por ello decimos que la clase trabajadora no tiene candidato y llamamos a votar nulo.
La solución a nuestros graves padecimientos no vendrá por la vía electoral. Debemos retomar la lucha y la movilización para derrotar el paquetazo de ajuste capitalista del gobierno, acordado con Fedecámaras, aliados del candidato patronal, y recuperar las libertades democráticas. Más allá de lo que ocurra el 28J debemos pelear por imponer un Plan Obrero y Popular de emergencia para comenzar a resolver las más urgentes necesidades populares, con salarios y jubilaciones iguales a la canasta básica, trabajo para todas y todos, servicios públicos de calidad, salud, educación y vivienda.
*Editorial, Voz de los Trabajadores, No. 73, junio 2024