La convocatoria de Hugo Chávez a la V Internacional

En la clausura de un Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda en Caracas, el presidente Chávez llamó a la fundación de la “Quinta Internacional Socialista”. ¿Un paso adelante en el internacionalismo?

Chávez y el dedo

Por: Miguel Lamas*

En la clausura de un Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda en Caracas, el presidente Chávez llamó a la fundación de la “Quinta Internacional Socialista”. ¿Un paso adelante en el internacionalismo?

Según Chávez, en sus viajes habría escuchado “un clamor popular” que pediría la fundación de una quinta internacional. Lo que suena en el mundo son los reclamos de los trabajadores y los pueblos que se movilizan contra las penurias que impone el capitalismo imperialista, y que se han acrecentado con la actual crisis económica. Hay una creciente solidaridad internacional con los que luchan, y no hay coordinaciones o liderazgos que permitan su unidad. Pero el llamado de Chávez no apunta a avanzar en ese sentido, y mucho menos en una perspectiva de recomponer una dirección revolucionaria internacional.

Chávez es capitalismo de empresas mixtas

Chávez dijo: “la Quinta internacional debe ponerse a la altura del clamor de los pueblos y convertirse en un instrumento de unificación para salvar este planeta en medio de la crisis mundial del capitalismo” (Prensa Latina). Y según la agencia oficial ABN, esa convocatoria “tiene el espíritu de aquellas que la precedieron, del pensamiento de Carlos Marx, Federico Engels, y Lenin”. El presidente venezolano mencionó también a Simón Bolívar y el Che Guevara, entre otros.

Sin embargo, nada indica que Chávez proponga retomar las banderas del internacionalismo revolucionario y socialista. Por el contrario, proclama y aplica su “Socialismo del Siglo XXI”, que no tiene nada que ver ni con el socialismo ni con una lucha consecuentemente antiimperialista.

Más allá de sus discursos, los 10 años largos de gobierno chavista demuestran que su único objetivo es seguir sosteniendo el sistema capitalista a través de las empresas mixtas, los acuerdos con las multinacionales y algunos sectores de la alta burguesía venezolana (como el grupo Cisneros), el fomento a la “boliburguesía”, los burócratas sindicales y todo tipo de funcionarios corruptos.

Fundamentó su llamado, a su vez, diciendo “sólo unidos seremos libres”. No habrá unidad e independencia latinoamericana ni venezolana si el gobierno pacta con las grandes multinacionales del pétroleo y la banca privada. Proyectos parecidos impulsan los gobiernos de Bolivia y Ecuador, entre otros. Esto no tiene nada de socialismo. Y mucho menos se puede avanzarse hacia el internacionalismo y el socialismo reivindicando a la feroz dictadura capitalista china, que encabeza el Partido Comunista, cosa que Chávez hace en forma permanente. Si encabeza una “quinta internacional”, será para seguir con su proyecto capitalista y negociando con el imperialismo. Como lo acaba de hacer ratificando convenios económicos con los presidentes del Mercosur.

¿El PSUV, la “sección” de la “quinta” internacional”?

Según la tradición que Chávez dice retomar, la “sección venezolana” sería nada menos que el PSUV (Partido Socialista Unico de Venezuela). Con sus escasos tres años de vida, este partido gobernante ya demostró hasta el cansancio que bajo el nombre de “socialismo” es un aparato corrupto de empresarios “bolivarianos”, militares, burócratas sindicales y todo tipo de arribistas que se dicen de “izquierda”. Y en México quizá sería el PRI, presente en el encuentro, el partido patronal que gobernó durante décadas (y lo sigue haciendo en algunos estados), contra los trabajadores y campesinos mexicano y acordando con el imperialismo yanqui.

El falso llamado del presidente Chávez no es ningún tipo de paso adelante del internacionalismo. Los trabajadores venezolanos vienen resistiendo las medidas antiobreras y antipopulares del “plan anticrisis” de su gobierno. Y tal como lo proponen la USI y C-Cura en Venezuela, encabezadas por Orlando Chirino hay que desarrollar y apoyar esas luchas, construyendo una nueva alternativa de dirección política y sindical que le de continuidad a la tradición revolucionaria e internacionalista del movimiento obrero.

La vigencia de la Cuarta Internacional de León Trotsky

De pasada, en su llamado Chávez se refirió a Trotsky y la Cuarta Internacional, dando por terminado ese proyecto. Es un hecho que pasados 70 años de su nacimiento la Cuarta Internacional prácticamente no existe como tal, aunque hay un amplio movimiento trotskista, con distintos corrientes y partidos en todo el mundo. Pero su programa se vienen demostrando acertado y vigente.

La IV Internacional se fundó en 1938, en uno de los momentos más negros de la historia humana, cuando el nazi-fascismo se adueñaba de Europa y los revolucionarios socialistas internacionalistas eran ferozmente perseguidos en la URSS y en todo el mundo.

Trotsky, desde su exilio en México, escribió el Programa de Transición. En él se denunciaba que el capitalismo seguiría hundiendo a los trabajadores y a toda la humanidad en crecientes penurias, y se reivindica la necesidad de la lucha por tomar el poder e impulsar una revolución socialista mundial para acabar con la barbarie capitalista. Definía lo ocurrido a mediados de los años veinte en la Unión Soviética, donde se había adueñado del gobierno del primer estado obrero una burocracia contrarrevolucionaria, encabezada por Stalin, degenerándolo y destruyendo a la Tercera Internacional. El programa de la Cuarta sostiene que los trabajadores deben luchar por su independencia política y por el poder, rompiendo todo vínculo o apoyo a uno u otro sector burgués, para lograr el triunfo de la revolución, la expropiación de los grandes medios de producción y un socialismo con democracia obrera. La construcción de los partidos revolucionarios que acabaran con las burocracias estalinistas y de todo tipo era -y sigue siendo-la gran tarea propuesta por la Cuarta Internacional.

Trotsky fue asesinado en 1940, por un agente de Stalin, así como muchos militantes y dirigentes de la IV Internacional naciente, que resultó casi destruida. Un sector importante del propio trotskismo fue abandonando el programa revolucionario.

La necesidad imprescindible de una dirección revolucionaria que permita el triunfo de la revolución socialista mundial, como se lo había planteado la Tercera Internacional, sigue pendiente. La vigencia de la Cuarta Internacional se expresa en el texto de Trotsky de 1938: “Sin una revolución socialista, y además en el período histórico inmediato, toda la civilización humana está amenazada por una catástrofe”. La UIT-CI suma su aporte a esa gran tarea de construir la Cuarta Internacional.

Las internacionales

* En 1864, se fundó la Primera Internacional en Londres . La formaban obreros inmigrantes de Europa continental, los sindicatos ingleses, y también partidos y dirigentes políticos, como Carlos Marx y Federico Engels. Fue disuelta luego de la terrible derrota de la Comuna de París, en 1871.
* En 1889 se fundó la Segunda Internacional, en París, agrupando a los partidos obreros y socialistas que surgían y se masificaban en muchos países europeos y en otras partes del mundo. Encabezó la lucha internacional por la conquista de la jornada laboral de las 8 horas. Este segundo intento se destruyó en 1914, cuando la conducción de cada partido de la Internacional Socialista apoyó a su respectiva burguesía en la guerra interimperialista, llevando a los obreros de cada país a matarse a tiros contra sus hermanos de clase. Desde entonces, sus partidos, que conservaron el nombre de “socialistas”, se integraron a las instituciones del poder burgués.
* En 1914, una pequeña minoría internacionalista, encabezada por Lenin y Trotsky, mantuvo el programa revolucionario contra la guerra imperialista. En 1919, al calor del triunfo de la Revolución Rusa en 1917, fundaron en Moscú la Tercera Internacional. Fue el avance más importante en la construcción de una dirección revolucionaria internacional, con la formación de partidos revolucionarios con peso de masas en numerosos países (que adoptaron el nombre de comunistas). Pero fue cayendo en manos de la burocracia contrarrevolucionaria que usurpó el poder en la URSS desde 1924, encabezada por Stalin. Sus políticas de conciliación con la burguesía y “coexistencia pacífica” con el imperialismo, provocaron derrota tras derrota, incluyendo el ascenso de Hitler al poder en Alemania. Fue formalmente disuelta por Stalin en 1943, como parte de sus acuerdos con los gobiernos imperialistas de Estados Unidos y Europa.

*Izquierda Socialista (Argentina)
mlamas@izquierdasocialista.org.ar

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