La deuda socialista corroe Orinoco Iron
Ciudad Guayana, martes, 15 de febrero de 2011 (Foto Aníbal Barreto).- Después de las negociaciones en Caracas con el ministro José Khan y las elecciones en la planta, los trabajadores de Orinoco Iron vuelven a protestar para exigir respeto a la voluntad expresada en las urnas. Los briqueteros reclaman que se aplique el verdadero control obrero y se recupere la productividad de la fábrica, al tiempo que critican sospechosos aportes financieros a empresas e instituciones deportivas.
Ciudad Guayana, martes, 15 de febrero de 2011 (Foto Aníbal Barreto).- Después de las negociaciones en Caracas con el ministro José Khan y las elecciones en la planta, los trabajadores de Orinoco Iron vuelven a protestar para exigir respeto a la voluntad expresada en las urnas. Los briqueteros reclaman que se aplique el verdadero control obrero y se recupere la productividad de la fábrica, al tiempo que critican sospechosos aportes financieros a empresas e instituciones deportivas.
Los trabajadores de Orinoco Iron acuden a los medios de comunicación para visibilizar un conflicto que, hasta hace poco, era un secreto a voces.
Tienen varios meses presentando informes al Gobierno Nacional sobre las irregularidades administrativas en la briquetera, presionando una respuesta que a la fecha no ha llegado.
Hace poco el ministro de Industrias Básicas y Minerías (Mibam), José Khan, intentó calmar la molestia de los trabajadores proponiéndoles colocar en la gerencia de comercialización y finanzas a dos empleados electos en elecciones directas, secretas y universales.
Los manifestantes aplicaron la propuesta de Khan; el 9 de enero, en el comedor industrial, se realizaron los comicios en los que participaron más de la mitad de la nómina de la empresa.
Desconociendo la voluntad de los trabajadores, la comisión de transición, a la que pertenece el secretario general de Sintraori -Alirio Guillén-, designó a dos gerentes sin tomar en cuenta los resultados de la consulta.
¿Control obrero?
El grupo molesto por la acción inconsulta protestó este lunes en las instalaciones de la fábrica que pasó al Estado en mayo de 2009. La remoción tanto del presidente de la comisión, Luis Velásquez, así como del directivo Alirio Guillén, es el clamor de los empleados en conflicto.
“Estamos ejerciendo esta protesta pacífica ya que hay un desconocimiento a los acuerdos alcanzados el 18 de enero, y reflejados en un acta donde firmó el viceministro Jesús Paredes, el ministro José Khan, la representante de Unete, Marcela Máspero, Héctor Millán y Alirio Guillén”, señaló Ronald Figueredo, miembro del comité de seguridad y salud de la empresa.
Puntualmente señaló a Vásquez y a Guillén de “burlarse” de los trabajadores.
“Si el control obrero es la participación de los trabajadores no entendemos cómo estos señores de una manera déspota y vil se burlan de los trabajadores. Pedimos la salida inmediata de estos señores y es por eso que hoy nos declaramos en asamblea permanente hasta que nos atienda el ministro Khan”.
El secretario de trabajo y reclamo de Sintraori, Héctor Millán, criticó la postura dual que, a su juicio, ejerce el secretario general de la institución.
“Es lastimoso que un dirigente sindical días atrás pedía la destitución de dos gerentes y ahora quiere hacerle un contrato de un año”.
Los trabajadores insisten en que la empresa ejecuta prácticas antisindicales e intimidatorias hacia los trabajadores electos.
“Ellos no quieren que sepamos cuál es el estado financiero, cuál es el destino de nuestros productos. Nosotros queremos que se nos permita verificar la situación financiera de la empresa y priorizar, porque hasta ahora hemos vendido cualquier cantidad de productos y subproductos y no entendemos dónde está el destino de esos recursos”.
Oscuridad en la casa
Los trabajadores critican que Orinoco Iron haya otorgado US$ 5 millones de dólares a la antigua Matesi, ahora Briqven, para su recuperación. Aunque manifestaron que es política del Estado la colaboración entre empresas de un mismo sector, en este caso el ferrosiderúrgico, cuestionan el auxilio improvisado, sin tomar en cuenta los detalles operativos de cada planta.
Actualmente Orinoco Iron opera a un 25 por ciento de su capacidad instalada. Desde el 11 de febrero hasta la fecha han producido 3.900 toneladas de briqueta lo que, según Figueredo, es un buen ritmo.
Otra “ayuda” de Orinoco Iron es el patrocinio al Club Deportivo Mineros de Guayana, específicamente a un jugador, por el monto de Bs.F. 49 mil. Aunque la factura presentada por los denunciantes, no tiene sello de cancelado, aseguran que -así como éstas- otros aportes se han dado.
Recursos ¿de dónde?
Edgar Marcano: “Estamos viviendo una zozobra, supuestamente estamos en transición pero de aquí ha salido cinco millones de dólares para reactivar una empresa cuando aquí necesitamos reactivar los otros trenes. Luis Velásquez patrocina a Mineros de Guayana, pero no sabemos de dónde saca esos recursos”.
Rommer Rives: “Exhortamos al compañero Valentine Romero, jefe de protección de planta, colocado por Luis Velásquez, a que deje de cerrar los portones y hacerle creer que estamos dañando la planta”.
Andrés Maestracci: “Hace dos años esta empresa fue capaz de poner tres trenes en su máxima producción y en este momento, desde que llegó la junta de transición, sólo hemos operado con un tren: alegan falta de materia prima, de insumos e indudablemente es necesario que se invierta en la planta. Dicen que no hay recursos pero estamos financiando a Mineros de Guayana y reabriendo otras empresas”.