13 junio, 2025

La falla rebasó al centro de operaciones del Metro

15 de julio de 2010.

15 de julio de 2010. La situación que se vivió el lunes pasado en la Línea 1 del Metro de Caracas puso en evidencia que se ha agudizado la vulnerabilidad en el sistema, al «no poder revertir lo que en el argot de mantenimiento se denomina una falla ‘tipo’, que desencadenó en una emergencia y que debió ser atendida por terceros, en este caso por los Bomberos del Distrito Capital».

Según un informe preliminar de lo ocurrido, elaborado por personal técnico ligado al Metro, «el evento que comenzó a las 06:30 a.m. con una falla eléctrica en la estación Palo Verde y culminó a la 1:17 de la tarde, resultó excepcional por las implicaciones y además se sumaran las fallas presentadas en el mismo período: Falsa ocupación, grasa en la vía».

Relatan que » a las 6:30 a.m. se reporta la caída del Centro de Potencia de la estación Palo Verde, cuya alimentación proviene de una acometida de 12,47 Kv de la Electricidad de Caracas. Ante una situación de este tipo, se ha debido activar el Sistema de Energía de Emergencia, lo cual no sucedió, además se agravó ante una falla técnica en el Cuarto de Control de Trenes (CCT) de la misma estación, situación que afectó la alimentación de 480 voltios para algunas instalaciones de vía como los motores de cambiavías de dicha estación».

Por si fuera poco, dicha falla de energía impidió la transmisión de datos al Centro de Control de Operaciones (CCO), ubicado en La Hoyada, oficina que no tenía visualización de la operación en el sector este (Dos Caminos a Palo Verde) lo que generó una operación de modo manual por personal en sitio, toda vez que el CCO lo que veía era una falsa ocupación general en el tramo afectado, que es una falla que técnica que se presenta a menudo y significa que hay un obstáculo en la vía férrea que pone en riesgo avanzar un tren.

Usuarios pidieron auxilio

Debido al problema eléctrico quedaron tres trenes en interestaciones, es decir, entre los túneles Bellas Artes-Colegio de Ingenieros, Bellas Artes-Parque Carabobo y La Hoyada-Capitolio «, los cuales permanecieron detenidos por más de 20 minutos sin que los usuarios tuviesen información por parte de los operadores, lo que generó desespero en los pasajeros, quienes comenzaron a golpear las ventanas, paredes y pisos de los vagones».

De acuerdo con el manual de procedimientos del Metro, esta situación no debe exceder de seis minutos, ya que la estrategia operativa exigiría el inmediato desalojo en condiciones seguras.

En los tres casos de los trenes que quedaron en los túneles, lo más grave ocurrió entre La Hoyada y Capitolio. Allí se encontraba el material rodante 44 (tren), que era piloteado por un operador que tenía un mes de haber recibido la certificación.

Allí los usuarios rompieron ventanas de las puertas y las abrieron, lo que ameritó una solicitud de corte de corriente. Además, fueron los usuarios quienes pidieron auxilio, a través de los celulares, al Cuerpo de Bomberos, por lo que tampoco funcionó el procedimiento de desalojo que debe aplicar el personal operativo del Metro. En la protesta colectiva que se escenificó en las estaciones Caño Amarillo, Gato Negro, Agua Salud y Propatria, la falta de personal de seguridad se hizo más que evidente para persuadir a los usuarios. Incluso en la estación de Agua Salud el personal operativo se resguardó en un cuarto en el andén para impedir agresiones por parte de usuarios.

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