7 diciembre, 2024

La marcha obrera del 26 de marzo en Guayana fue opacada por los partidos de la derecha

La marcha de trabajadores convocada por las distintas corrientes sindicales agrupadas en el Frente Autónomo en defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess) para el sábado 26 de marzo en Ciudad Guayana fue sin duda un gran esfuerzo del movimiento sindical autónomo para responder a las necesidades de los trabajdores del estado Bolívar, aquejados por la profunda crisis de las empresas básicas, el congelamiento de salarios, el aumento de la tercerización, y el desconocimiento de las libertades sindicales. Pese a representar el genuino impulso de los trabajadores de salir a las calles a reclamar sus derechos, la marcha terminó siendo copada por los partidos políticos de la coalición derechista MUD, cuyos diputados y principales dirigentes encabezaron la movilización y desviaron su ruta.

La marcha de trabajadores convocada por las distintas corrientes sindicales agrupadas en el Frente Autónomo en defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess) para el sábado 26 de marzo en Ciudad Guayana fue sin duda un gran esfuerzo del movimiento sindical autónomo para responder a las necesidades de los trabajdores del estado Bolívar, aquejados por la profunda crisis de las empresas básicas, el congelamiento de salarios, el aumento de la tercerización, y el desconocimiento de las libertades sindicales. Pese a representar el genuino impulso de los trabajadores de salir a las calles a reclamar sus derechos, la marcha terminó siendo copada por los partidos políticos de la coalición derechista MUD, cuyos diputados y principales dirigentes encabezaron la movilización y desviaron su ruta.

Aunque la marcha partió de Unare, tal y como estaba previsto, su destino final terminó siendo los tribunales, y no la Plaza Monumento CVG, tal y como contemplaba el plan acordado por las organizaciones obreras.

Alrededor de seis mil trabajadores marcharon en defensa de sus derechos, en defensa de las empresas básicas, y contra la criminalización de la protesta, pero a diferencia de anteriores movilizaciones convocadas por el Fadess en Caracas y Valencia, en esta ocasión los partidos políticos y organizaciones estudiantiles de la derecha opositora coparon la cabecera de la marcha. A pesar de que se diluyó su carácter independiente, esta tercera movilización convocada por el Fadess demuestra que la instancia se consolidada como una opción que es escuchada por dirigentes sindicales y trabajadores de base que ven en su plataforma de lucha una opción alternativa a la CTV y a la UNT-Fsbt.

«Los partidos deben marchar con las banderas y las consignas de los trabajadores y no con las banderas de sus partidos para que la movilización no caiga en una diatriba a la cual el gobierno quiere llevarla, que es calificarla como de oposición, sino que sea una autónoma movilización sindical», declaró al día siguiente de la marcha el dirigente José Luis Morocoima, de Bauxilum.

Ni el gobierno ni la MUD quieren que avance el sindicalismo autónomo

Es grande la preocupación que inspira el surgimiento de un referente sindical autónomo en las filas de la boliburguesía y la burguesía opositora. Tal es la importancia que adquieren las convocatorias del Fadess, que la burocracia sindical del Psuv convocó en Caracas a una contramarcha pocos días después de la marcha independiente del 5 de febrero; el sindicalismo gobiernero fue retratado por las palabras del propio Francisco Torrealba, quien voceaba: «no estamos protestando, estamos desfilando». El 25 de marzo el gobierno también se vio obligado a realizar una contramarcha, encabezada por altos funcionarios, presidentes de las empresas básicas, la primera plana de la gobernación, y dirigentes del Psuv. La marcha no levantó reivindicaciones obreras, sino que se centró en el apoyo al gobierno. Mientras tanto, la marcha del 26 demostró que miles de trabajadores sí están dispuestos a salir a la calle en defensa de sus derechos, pero esta intención fue torpedeada por la intromisión de dirigentes políticos de organizaciones patronales opositoras, cuya agenda es muy distinta a la de los trabajadores.

Al colocarse a la cabeza de la marcha del 26 de marzo, pasando por encima de los acuerdos entre los dirigenes y corrientes sindicales que convocaron la movilización, la MUD demuestra una agresiva orientación de impedir a como dé lugar que avance un reagrupamiento independiente en el movimiento sindical. La MUD emplea a fondo sus recursos para intentar copar al Fadess, aunque sin éxito aún.

Las corrientes sindicales verdaderamente autónomas, combativas y clasistas están dando la batalla para mantener el curso independiente de la reorganización del movimiento obrero. A su favor están los resultados concretos de la movilización, como lo es la liberación de Rubén González, que sirven para fortalecer la conciencia de que la emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos.

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