La Unidad Socialista de Izquierda repudia el asesinato de trabajadores de Mitsubishi
La Unidad Socialista de Izquierda (USI) repudia enérgicamente la agresión contra los trabajadores de la empresa Mitsubishi, por parte de la policía del estado Anzoátegui, que arrojara como resultado la muerte de 2 trabajadores y más de una centena de heridos.
La Unidad Socialista de Izquierda (USI) repudia enérgicamente la agresión contra los trabajadores de la empresa Mitsubishi, por parte de la policía del estado Anzoátegui, que arrojara como resultado la muerte de 2 trabajadores y más de una centena de heridos.
Sin lugar a dudas, este es un nuevo ataque contra todo el movimiento obrero organizado del país. Hace tan sólo dos meses tres dirigentes de nuestra corriente y de la UNT fueron asesinados en el estado Aragua por sicarios, ahora son las fuerzas policiales del gobernador Tarek William Saab las que asesinan a trabajadores que luchan por sus derechos, y en este caso concreto, contra la violación reiterada del contrato colectivo por parte de la transnacional japonesa, y por la reincorporación de 135 trabajadores tercerizados despedidos por los patronos.
El contexto en el que se produce esta brutal represión contra los trabajadores de Mitsubishi, guarda relación con las palabras recientemente pronunciadas por el presidente Chávez contra las movilizaciones estudiantiles en las que se alienta a los cuerpos de seguridad del Estado a reprimir a manifestantes. Cuando el Presidente dijo que le echaran “gas del bueno” a los que trancaran vías y luego los pusieran presos, estaba, de alguna manera, dándole carta blanca a la represión policial. Esta acción desmedida de la policía de Anzoátegui, que ya en el 2007 reprimió con igual dureza a los petroleros, es consecuencia directa de este tipo de expresiones, las cuales en oídos de los cuerpos de seguridad se convierten en una orden presidencial. Todos estos hechos ponen en entredicho el supuesto carácter obrerista del gobierno.
Estamos viendo con preocupación como el gobierno acentúa su autoritarismo, mientras restringe las libertades democráticas logradas por la movilización popular a lo largo de estos años de proceso revolucionario. El asesinato de estos tres trabajadores no es un caso aislado, sino que viene a sumarse a un cuadro que retrata la estrategia antiobrera del gobierno. El formato de la «santa alianza» para quebrar las luchas de los trabajadores, y en general de todos los sectores que se movilizan por sus derechos, pasa por la articulación de la burocracia sindical “roja, rojita” y los gobernadores y alcaldes, con los cuerpos represivos del Estado e incluye una creciente judicialización de los conflictos laborales. Tal y como hemos visto en los casos de Sanitarios Maracay, Fundimeca, Alpina, Sidor, la Planta de Desechos Sólidos de Mérida, los petroleros, y ahora Mitsubishi, el Estado utiliza a los tribunales para emitir medidas cautelares que impiden a los dirigentes sindicales acercarse a las empresas; se somete a regímenes de presentación a los huelguistas y a los que luchan, y se ordena el desalojo por la fuerza de las empresas en conflicto, en un novel método antiobrero y antipopular del corrompido Estado burgués venezolano.
A la acción de jueces y burócratas sindicales se suma el brazo represivo de la Guardia Nacional y las policías regionales para aplastar la resistencia obrera. En el caso de Fundimeca, una jueza militante del PSUV fue quien ordenó la represión en contra de un grupo de trabajadores, en su mayoría mujeres. En Sanitarios Maracay fue la Guardia Nacional la que accionó un ataque bestial contra los trabajadores, mientras los burócratas sindicales “rojos, rojitos” cocinaban con el Ministro del Trabajo el guiso con el que estafaron a los obreros. Los demás casos presentan el mismo esquema antipopular –reñido con los verdaderos valores del socialismo, del que tanto se ufana el gobierno- de criminalizar las luchas y atacarlas con una violencia desmedida.
Nuestro partido, en primer lugar, les da las condolencias a las familias de los obreros asesinados. Por otra parte, llamamos a los dirigentes de la Unión Nacional de Trabajadores de Anzoátegui a que de inmediato organicen un paro regional en repudio a la represión policial y por juicio y castigo a los responsables de estos crímenes, siguiendo el ejemplo de la UNT de Aragua, que hizo lo mismo en solidaridad con los trabajadores de Sanitarios Maracay y contra los asesinatos de 3 de sus dirigentes por el sicariato.
Exigimos además, la destitución del jefe de la policía y de todos los funcionarios involucrados en la brutal represión, y que se les castigue con todo el peso de la ley. Así como una investigación al gobernador Tarek William Saab, que es el superior inmediato del comandante de Polianzoátegui. Igualmente, exhortamos a la UNTSCA, que es la federación que agrupa a los trabajadores automotrices y autopartistas a nivel nacional, a que convoque a un paro nacional de todo ese sector industrial.
La Unidad Socialista de Izquierda llama a los sindicatos, a las organizaciones populares, campesinas, estudiantiles, políticas, de derechos humanos del país a repudiar este atroz crimen y a solidarizarse mediante la movilización, con la justa lucha de los trabajadores de Mitsubishi y a exigir castigo para los responsables de los asesinatos de los 3 trabajadores.