La Unidad Socialista de Izquierda repudia la brutal agresión contra periodistas de Ultimas Noticias
La UNIDAD SOCIALISTA DE IZQUIERDA rechaza enérgicamente la brutal agresión de la que fueran víctima el pasado jueves un grupo de periodistas del diario Ultimas Noticias, por personas supuestamente afectas al gobierno. Independientemente de las razones que motivaron la concentración de los periodistas, con las cuales tenemos diferencias, estos estaban ejerciendo su legítimo derecho a manifestar y expresar su opinión, en este caso, sobre la recientemente aprobada Ley Orgánica de Educación.
La UNIDAD SOCIALISTA DE IZQUIERDA rechaza enérgicamente la brutal agresión de la que fueran víctima el pasado jueves un grupo de periodistas del diario Ultimas Noticias, por personas supuestamente afectas al gobierno. Independientemente de las razones que motivaron la concentración de los periodistas, con las cuales tenemos diferencias, estos estaban ejerciendo su legítimo derecho a manifestar y expresar su opinión, en este caso, sobre la recientemente aprobada Ley Orgánica de Educación.
Por otra parte, esta fue una agresión contra trabajadores de medios de comunicación social, y en esa medida, es una agresión que se proyecta como amenaza contra todos los trabajadores que se movilicen por sus derechos, reivindicaciones, o posiciones políticas e ideológicas.
Reivindicamos el derecho de todas las trabajadoras y trabajadores a movilizarse y a protestar por lo que consideren violaciones a sus derechos, sean estos contractuales, socioeconómicos, laborales o políticos. Como socialistas revolucionarios, rechazamos que se atente contra el derecho a la movilización y la protesta.
Lamentablemente, este tipo de actos cometidos por grupos de choque progubernamentales, son la consecuencia directa de una política esbozada por el propio Presidente, quien exhorta a los cuerpos de inteligencia a vigilar a los trabajadores del aluminio que se movilizan en defensa de las empresas básicas y por derechos laborales, o amenaza con militarizar entes del Estado cuyos trabajadores hagan uso del derecho a huelga, y además, llama a los cuerpos represivos del Estado a utilizar “gas del bueno” contra los que manifiesten o tranquen vías, como consecuencia de sus movilizaciones genuinas; en resumen, no se trata de un hecho aislado, sino que es parte de una escalada de criminalización y represión de la protesta popular y obrera.
El dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores y de la USI, Orlando Chirino, había advertido recientemente sobre las implicaciones de este discurso oficial, que se ha centrado en descalificar a quienes protestamos o tenemos diferencias con las políticas gubernamentales, alertando que podría llevar a acciones lamentables como las acontecidas el pasado jueves 13 de agosto.
Se consolida cada vez más un marco de impunidad que favorece las agresiones físicas contra los que disientan de las políticas capitalistas del gobierno o se enfrenten a los intereses de la burguesía, lo que está propiciando el avance del sicariato por razones políticas o sindicales, y la judicialización de las huelgas y protestas populares. Un caso emblemático de esta impunidad promovida desde el gobierno es la tristemente célebre amnistía decretada por el propio presidente Chávez a favor de los golpistas, en diciembre del 2007.
A la impunidad reinante, se suma un regresivo proceso de restricción de las libertades democráticas, por parte del gobierno nacional, que se pone de manifiesto en la aprobación de leyes que centralizan el poder en manos del Ejecutivo; la posibilidad de aprobar una ley de delitos mediáticos, con la cual se podría restringir el ejercicio del periodismo; el retiro de la concesión a 34 emisoras radiales para favorecer a los sectores boliburgueses ligados al gobierno; la criminalización de la protesta social mediante el uso coordinado de la Fiscalía, tribunales y fuerza pública; y la aplicación de medidas cautelares que restringen la libertad sindical y violan la autonomía de las organizaciones sindicales. Hoy en Venezuela se somete a juicio y régimen de presentación periódica a centenares de dirigentes populares, campesinos y sindicales, por el sólo hecho de reclamar derechos legítimos violentados
Nuestro partido exige investigación y castigo a todos los responsables materiales e intelectuales de estas agresiones inaceptables contra trabajadores de la prensa que simplemente ejercían su derecho democrático a manifestarse y expresar su opinión públicamente.
UNIDAD SOCIALISTA DE IZQUIERDA
Orlando Chirino, Miguel Angel Hernández, Armando Guerra, Emilio Bastidas, Simón Rodríguez Porras