3 noviembre, 2024

Las advertencias de Fidel y el «peligro nuclear» que nadie ve

Casi en soledad, el comandante de la Revolución Cubana, Fidel Castro, viene advirtiendo desde su reaparición pública, sobre el «peligro nuclear» inminente que entraña un ataque militar de EEUU e Israe

Casi en soledad, el comandante de la Revolución Cubana, Fidel Castro, viene advirtiendo desde su reaparición pública, sobre el «peligro nuclear» inminente que entraña un ataque militar de EEUU e Israel a las usinas nucleares de Irán. En general los expertos coinciden: Si un ataque militar del eje EEUU-Israel (al que podrían sumarse Francia, Alemania y Gran Bretaña) no consigue neutralizar y/o debilitar en pocas horas el sistema de defensa iraní (principalmente su capacidad de respuesta aérea) en un «golpe sorpresa», se expone a un contraataque iraní a bases de EEUU y a ciudades e instalaciones militares claves en Israel. Es aquí donde ingresa la «opción nuclear» que pasa casi desapercibida para la prensa internacional .

En su última declaración pública el comandante Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana, llamó a la comunidad internacional a movilizarse para evitar un desenlace nuclear en el conflicto con Irán.
En una entrevista periodística difundida por Prensa Latina el líder cubano afirmó que la comunidad internacional debe considerar como prioridad evitar una posible guerra nuclear, derivada de un ataque de Estados Unidos contra Irán.
«Un ataque a Irán por parte de EEUU, Israel y sus aliados inevitablemente provocará una guerra nuclear», afirmó el líder de la Revolución Cubana en su primera aparición publica, tras varios años, en la televisión cubana a mitad de julio.
«Apenas se desate la guerra (…) no puede dejar de ser nuclear», apuntaló el comandante, señalando que el pretexto estadounidense sobre el tema nuclear iraní, es «risible» debido a que están preocupados porque el Gobierno de Teherán, fabrique dos artefactos en unos dos años o tres.
El ex presidente y líder revolucionario recordó que el poder del arsenal nuclear acumulado en la actualidad por las potencias es 450.000 veces superior al de las bombas que destruyeron las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.

El ex presidente cubano Fidel Castro también aprovechó su intervención ante la Asamblea Nacional, la primera de los últimos cuatro años, para pedir al presidente estadounidense, Barack Obama, que evite una guerra contra Irán.
«Un hombre tendrá que tomar la decisión en solitario, el presidente de Estados Unidos, con seguridad. Por sus múltiples ocupaciones no se ha dado cuenta todavía, pero sus asesores sí empiezan a comprenderlo», apuntó Fidel Castro en un acto en el que también estaban presentes el presidente cubano, Raúl Castro, y otros altos cargos del régimen.
Refiriéndose al ataque a Irán, Fidel Castro indicó que será difícil persuadir al gobierno de Israel, país que siempre fue soberbio y temerario, pero no atacaran a Irán sin una orden de Estados Unidos.
En el caso de Cuba hay una experiencia, no somos un grupo de aficionados que empiezan a hablar de problemas nucleares, hablo de un país que estuvo a punto de ser blanco de no se sabe de cuantas armas nucleares, indicó al recordar la crisis de Octubre, en 1962.
La «opción nuclear»

Según el experto estadounidense, Michel Chossudovsky, un plan operativo para realizar «ataques convencionales y nucleares integrados» contra Irán ha estado en un “estado de disponibilidad” desde junio de 2005.
Todas las garantías de la era de la Guerra Fría, que categorizaban a la bomba nuclear como «un arma de último recurso» han sido dejadas de lado, y las acciones militares “ofensivas” utilizando ojivas nucleares son descritas ahora como actos de “autodefensa”, señala Chossudovsky.
En este contexto, las armas nucleares son presentadas como medios para consolidar la paz e impedir “daños colaterales”. El Pentágono ha sugerido, a este respecto, que las «mini-bombas» (con un rendimiento de menos de 5.000 toneladas) son inofensivas para civiles porque las explosiones «tienen lugar bajo tierra».
Como en el caso de la primera bomba atómica, que en boca del presidente Harry Truman “fue lanzada sobre Hiroshima, una base militar”, hoy se pregona que las “mini-bombas nucleares” son “seguras para la población civil adyacente”, afirma Chossudovsky.
De esta forma, las armas nucleares y convencionales son consideradas como «parte de la caja de herramientas», de la cual los comandantes militares pueden elegir y escoger los instrumentos que requieran de acuerdo con el “desarrollo de las circunstancias” en el escenario de la guerra.
En general los expertos coinciden: Si un ataque militar del eje EEUU-Israel (al que podrían sumarse Francia, Alemania y Gran Bretaña) no consigue neutralizar y/o debilitar en pocas horas el sistema de defensa iraní (principalmente su capacidad de respuesta aérea) en un «golpe sorpresa», se expone a un contraataque iraní a bases de EEUU y a ciudades e instalaciones militares claves en Israel.
En contratataque iraní vendría acompañado de una reacción islámica y antisionista generalizada en Medio Oriente, principalmente en Libano, Irak y Gaza, y de una «guerra asimétrica» contra EEUU e Israel que se extendería desde Irán hacia toda la región.
Es aquí donde ingresa un tercer escenario: la «opción nuclear».
En abril de 2006, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, y respondiendo a un periodista que había preguntado si las opciones con Irán incluían la posibilidad de realizar un ataque nuclear, el presidente de EEUU, George W. Bush, afirmó que todas las opciones, incluso el uso de la fuerza atómica, «están sobre la mesa» para impedir que Irán desarrolle armas nucleares.
Era la primera que Bush, ante la pregunta de si EEUU barajaba la posibilidad de un ataque nuclear contra Irán, respondía afirmativamente incluyéndolo tácitamente como parte del «uso de la fuerza».
Cuatro años después, en la cumbre nuclear celebrada en Washington, Obama y su administración recogen el legado de Bush y ponen al «terrorismo nuclear» en el centro de la amenaza contra EEUUU y Occidente.
«La doctrina nuclear contiene un serio llamamiento dirigido a Irán y Corea del Norte. Estamos haciendo una excepción a los países como Irán y Corea del Norte, que no acatan los principios del Tratado de No Proliferación», expresó Gates la semana al presentar el documento de la nueva doctrina estratégica nuclear estadounidense.
«La doctrina nuclear de EEUU de hecho no excluye la posibilidad de asestar un golpe contra Irán y Corea del Norte», añadió el jefe del Pentágono.
«Como el presidente ha dejado claro, el peligro más inmediato y extremo es el terrorismo nuclear, al-Qaeda y sus aliados extremistas están buscando armas nucleares. Debemos asumir que las usarán si logran obtenerlas», precisó Gates en la misma línea que Obama y la secretaria de Estado Hillary Clinton.
La postura de la Casa Blanca gerenciada por Obama coincide con diferentes proyectos presentados en el Congreso de EEUU por demócratas y republicanos, situando al «terrorismo nuclear» como nueva hipótesis de conflicto.
Desde hace cuatro años, la
movida «antiterrorista nuclear» en el Congreso estadounidense coincide, con los informes periódicos de las 16 agencias de inteligencia USA que señalan que la red terrorista de Al Qaeda está en capacidad de usar armas «químicas, biológicas y nucleares» en un hipotético ataque contra EEUU.
Los informes de la inteligencia estadounidense se complementan con los realizados por los servicios británicos, que advierten continuamente que Al Qaeda y algunas variantes del «terrorismo islámico» ya cuentan -o están en proceso de contar- con armmas nucleares capaces de activar explosiones limitadas, pero de efecto devastador, en ciudades claves de Europa o de EEUU.
En estas hipótesis también coinciden el resto de los servicios de inteligencia de las potencias europeas embarcadas en planes comunes y en programas de intercambio para la «guerra contra el terrorismo», también ya han adoptado la tesis del «terrorismo nuclear» como nueva hipótesis de conflicto.
Pero, lo más sugestivo, es que todas las hipótesis coinciden en situar una presunta relación Irán-Al Qaeda como la base de despegue internacional del «terrorismo nuclear» a escala internacional.
La nueva doctrina nuclear de EEUU no sólo niega los devastadores impactos de las armas nucleares, sino que no deja lugar a dudas, que las armas nucleares son “seguras” y que su uso en el campo de batalla asegurará un «mínimo daño colateral y reducirá la probabilidad de escalada».
En este escenario, nadie garantizar que las «mini-bombas» nucleares de bajo rendimiento, que han sido aprobadas para su “uso en el campo de batalla”, no estén en planes de ser utilizadas en operaciones futuras de exterminio de bases «terroristas» situadas en países comprendidos dentro del «eje del mal», como es el caso de Irán.
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(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
Ver sus trabajos en Google y en IAR Noticias
manuelfreytas@iarnoticias.com

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