16 julio, 2025

“Las industrias básicas y Sidor son un polvorín a punto de estallar”: Orlando Chirino

En vísperas de su viaje a Ciudad Guayana para acompañar las luchas que por distintos reclamos se desarrollan en el Estado Bolívar, Orlando Chirino calificó como «insostenible la situación de los trabajadores» particularmente en aquellas adscritas a la CVG. «La producción ha caído, de acuerdo a los informes oficiales, a casi un 50%; las negociaciones de contratos colectivos se han postergado o directamente desconocidos afectando notablemente los ingresos; la salud de los trabajadores y sus familias está en juego porque la administración de las empresas de la CVG no cumple con el pago de las pólizas de HCM; está a la orden del día la criminalización de la protesta; varias juntas directivas de organizaciones sindicales se encuentran en mora electoral y para completar el cuadro el gobierno, apoyándose en dirigentes sindicales entregados, ha caricaturizado el concepto de «Control Obrero» aprovechándose de él para pasar por encima de los derechos de la clase trabajadora».

En vísperas de su viaje a Ciudad Guayana para acompañar las luchas que por distintos reclamos se desarrollan en el Estado Bolívar, Orlando Chirino calificó como «insostenible la situación de los trabajadores» particularmente en aquellas adscritas a la CVG. «La producción ha caído, de acuerdo a los informes oficiales, a casi un 50%; las negociaciones de contratos colectivos se han postergado o directamente desconocidos afectando notablemente los ingresos; la salud de los trabajadores y sus familias está en juego porque la administración de las empresas de la CVG no cumple con el pago de las pólizas de HCM; está a la orden del día la criminalización de la protesta; varias juntas directivas de organizaciones sindicales se encuentran en mora electoral y para completar el cuadro el gobierno, apoyándose en dirigentes sindicales entregados, ha caricaturizado el concepto de «Control Obrero» aprovechándose de él para pasar por encima de los derechos de la clase trabajadora».

Lo más revolucionario es la defensa del salario y el contrato colectivo

A juicio de Orlando Chirino, «contrario a lo que opina la dirigencia sindical vinculada al PSUV en el Estado Bolívar y a nivel nacional, la tarea más revolucionaria en la presente coyuntura es la defensa del salario y los contratos colectivos y no la falacia de «Control Obrero» que desarrolla el gobierno.»
La propuesta de control obrero «fue una justa reivindicación levantada en un momento de ascenso y ofensiva de los trabajadores para alcanzar de verdad el control de la administración y producción de las empresas. En estos momentos es una consigna regresiva en manos del gobierno y la dirigencia sindical comprometida con las políticas anti-obreras del Ejecutivo Nacional.

A nombre del «Control Obrero», argumentó Chirino, «la dirigencia sindical roja-rojita aceptó la postergación de la negociación de los contratos colectivos en 11 plantas; se convirtió en co-responsable de la caída da la producción y la crisis de las empresas; desvió su atención en la lucha contra el gobierno intentando demostrar que el «control obrero» no avanza supuestamente por responsabilidad de los presidentes de las compañías, cuando todos sabemos que Elio Sayago, Carlos D’ Oliveira o Juan José Méndez, son ejecutores de la política gubernamental.»

“Se ha llegado a tal grado de degradación, que a nombre del «control obrero» los sindicaleros han justificado la detención arbitraria del compañero Rubén González, quien desarrolló una huelga en defensa de los derechos de los trabajadores y ésos gobierneros argumentan que esa acción favorecía a la oposición. Hay que estar muy desquiciado o ser muy traidor para hacer semejante afirmación.»

Aclaró que «por supuesto nuestra corriente C-cura acompaña y alienta a los trabajadores para que profundicen su lucha y logren la destitución de estos nuevos capataces rojo-rojitos, como hoy lo quieren hacer los trabajadores de Carbonorca contra Juan José Méndez. Apoyamos que se interpele ante la Asamblea Nacional al ministro Khan, pero le decimos a los trabajadores que ello no es suficiente, sino se pone de pie nuevamente al movimiento sindical en forma autónoma. Hay que decirle con total honestidad a los trabajadores que el responsable de la actual situación dramática que vivimos es el gobierno nacional y su política autoritaria que desconoce los derechos de los trabajadores.»

Evocando las luchas combativas y autónomas de los años 70 y 80

Con el recuerdo aún vivo en la memoria, Chirino expresó su disposición a luchar por «recuperar los principios básicos del movimiento sindical de los años 70 y 80, cuando un sector de la clase trabajadora aprendió que el escenario fundamental para la lucha son las plantas, los portones y las calles. En aquellas épocas los sindicalistas clasistas nos hicimos fuertes en las industrias básicas, en Sidor y en las empresas textileras en Aragua y Carabobo, porque defendimos consecuentemente la combatividad y la autonomía sindical y rechazamos la injerencia autoritaria de los patronos privados y los gobiernos de la época.»

A su parecer «ese es el gran desafío que tiene la dirigencia sindical en Guayana y el resto del país. O rescatamos el sindicalismo clasista, combativo y autónomo o terminaremos siendo cómplices y responsables ante la historia, por la imposición de las políticas anti-obreras que gobiernos y patronos desarrollan en estos momentos de crisis.»

Sin dirigencia sindical legítima nos podremos avanzar

Especial importancia le confirió a los procesos electorales que en el Estado Bolívar y otras partes del país, los trabajadores quieren desarrollar para legitimar a sus dirigentes. «Durante esta semana los trabajadores del sector eléctrico de Edelca están en plena campaña electoral para renovar a los dirigentes. Ese debate también está planteado en Sidor donde la actual dirigencia se encuentra en mora sindical. La legitimación de los dirigentes mediante procesos democráticos y transparentes es una tarea de primer orden y debemos unificar esfuerzos y superar todos los obstáculos para lograr que los trabajadores de base sean los protagonistas y decidan quienes son sus dirigentes. Sin dirigencia legitimada no hay confianza y si no hay confianza en los dirigentes es muy difícil luchar y alcanzar triunfos».

Denunció Chirino que «lastimosamente el gobierno, el Ministerio del Trabajo y el poder electoral (CNE) se han convertido en las principales alcabalas para impedir en muchas partes que se desarrollen elecciones sindicales. Esta política favorece a los patronos, tanto públicos como privados, que lo utilizan como argumento para no negociar contratos colectivos o para que no se homologuen en aquellos sitios donde se desarrollaron negociaciones. Un ejemplo palpable son los obstáculos que a diario se le imponen a los trabajadores de Dianca en Puerto Cabello para que realicen elecciones democráticas»

«A mi modo de ver el primer paso para la reconstrucción del movimiento sindical pasa por legitimar a los dirigentes sindicales» sentenció Orlando Chirino. «La reconstrucción no será fruto de acuerdo de cúpulas, de corrientes político-sindicales o mucho menos de dirigentes a espaldas de los trabajadores. Tenemos que rescatar que en este país sólo tienen autoridad política y moral aquellos dirigentes que luchan por la legitimación mediante procesos electorales y aquellos que han sido elegidos democráticamente por las bases.»

«Siendo consecuentes con esta política nosotros proponemos que para superar el alto grado de ilegitimidad de la dirigencia sindical venezolana, los dirigentes que son legítimos, convoquen a un gran Congreso, Encuentro o Plenario Sindical Nacional para discutir la realización de unas mega-elecciones sindicales, sin ninguna interferencia del Estado ni los patronos.»

Agregó que «el compañero José Bodas, quien fue electo como Secretario General de la FUTPV en el proceso electoral amañado que la burocracia sindical roja-rojita y el gobierno impusieron en la industria petrolera, junto con Emilio Bastidas de la Unión Nacional de Trabajadores en el Estado Aragua, que es la única federación regional legitimada mediante elecciones, son nuestros mejores voceros para implementar esta propuesta. Ellos, junto con los dirigentes de las federaciones sindicales por rama que han hecho elecciones, con los sindicatos de base en las industrias básicas, de Sidor y de las empresas privadas, son los llamados a ponerse al frente de esta tarea de relegitimar a la dirigencia sindical venezolana».

Este paso es fundamental para evitar las frustraciones del pasado, manifestó Chirino al recordar que «la división y posterior debacle de la Unión Nacional de Trabajadores se debió a la resistencia da la burocracia sindical ligada al gobierno a realizar elecciones. Nuestra corriente CCURA es un ejemplo de la disposición absoluta de participar en procesos electorales para legitimarnos. En las condiciones más adversas, enfrentamos al Gobierno, a PDVSA, al ministro Rafael Ramírez y al poderoso aparato estatal a su servicio, en las elecciones sindicales en la industria petrolera. La burocracia roja-rojita, ganó según las actas, pero nosotros obtuvimos la Secretaría General y cuatro cargos ejecutivos con compañeros que gozan del total respeto de las bases, mientras que la dirigencia gobiernera vive escondida, tiene pies de barro y sabe que no puede darle la cara a los trabajadores porque son repudiados».

Trabajadores de Bolivia, Túnez y Chile dan el ejemplo

Como prometedoras calificó Chirino las luchas que los trabajadores desarrollarán en Venezuela durante el 2011, las cuales serán «incentivadas por la vía del ejemplo por los triunfos de los trabajadores y pueblos de Bolivia, Túnez y de Chile que lograron echar atrás las medidas económicas de sus gobiernos. Incluso en Túnez las movilizaciones derribaron una dictadura apoyada por años por el FMI y los gobiernos de la comunidad europea».

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