12 noviembre, 2025

Llamamos a la más amplia unidad en defensa de los derechos de los trabajadores

Apreciados compañeros periódico Topo Obrero,

Hemos leído de punta a punta vuestra interesante propuesta táctica de unir a los luchadores para enfrentar la contrarrevolución en Venezuela. Como militantes socialistas revolucionarios, somos los primeros en dar un paso al frente en señal de aceptación de vuestro llamado y ratificamos públicamente a través de la presente carta abierta, nuestro compromiso inquebrantable de seguir realizando nuestros mejores esfuerzos para contribuir a congregar a todos aquellos que en forma honesta quieran luchar para hacer avanzar el proceso en dirección hacia una perspectiva genuina obrera y socialista.

Apreciados compañeros periódico Topo Obrero,

Hemos leído de punta a punta vuestra interesante propuesta táctica de unir a los luchadores para enfrentar la contrarrevolución en Venezuela. Como militantes socialistas revolucionarios, somos los primeros en dar un paso al frente en señal de aceptación de vuestro llamado y ratificamos públicamente a través de la presente carta abierta, nuestro compromiso inquebrantable de seguir realizando nuestros mejores esfuerzos para contribuir a congregar a todos aquellos que en forma honesta quieran luchar para hacer avanzar el proceso en dirección hacia una perspectiva genuina obrera y socialista.

La tarea de unir a los luchadores es más que táctica y es impostergable, en la medida en que el gobierno y los patronos privados arrecian, a cada día que pasa, su ofensiva contra los trabajadores y el pueblo. El gobierno del Presidente Chávez mantiene su política intransigente de no negociar los contratos colectivos de trabajo y congelar los salarios de los trabajadores de la administración pública y de las empresas del Estado, lo que le convierte en el agente económico que más súper-explota la mano de obra de millones de venezolanos y venezolanas. De esta forma se desmorona el discurso gubernamental de que supuestamente avanzamos hacia el socialismo, porque todos los días el pueblo trabajador sufre los peores ataques contra sus derechos económicos y sociales y siente que le cercenan sus derechos políticos de organización, movilización, huelga y rebelión, al amenazársele con militarizar las plantas de trabajo o impedir acciones huelguísticas. En definitiva, el proyecto de Socialismo del Siglo XXI, es menos que una caricatura, se ha convertido en una mueca siniestra.

Por su parte los empresarios privados presionan en forma incesante el encarecimiento de los precios de los productos de consumo popular y amenazan con cerrar empresas bajo el argumento de que el gobierno no entrega a tiempo las divisas, o escudándose en los efectos de la crisis, excusas que se están convirtiendo en un vil chantaje en contra de los trabajadores para negarles sus derechos y reivindicaciones. Algunos de esos mismos patronos dicen discrepar con la política económica del gobierno, pero son los que más están lucrando en esta época de crisis, aprovechándose precisamente de las medidas neoliberales implementadas por el gobierno para solventar la crisis capitalista. Ahí están las cifras de los gananciales del sector financiero y de las multinacionales, y cuan terrible es la situación que viven los trabajadores de numerosas empresas, quienes pasaron de la noche a la mañana a integrar cooperativas, en una forma poco disfrazada de tercerización, sin derecho a la organización sindical, a la estabilidad, laboral, a la negociación de contrato colectivo y reivindicaciones referidas a la seguridad social, salud y recreación, entre otros.

Es evidente entonces que el gobierno y los empresarios, al margen de las disputas políticas y la fuerte lucha por hacerse al control de la renta petrolera, avanzan en la misma dirección de solventar la crisis capitalista trasladándola sobre las espaldas de los trabajadores, como viene sucediendo en todos los países del mundo.

Unidad para enfrentar las medidas neoliberales del gobierno y los patronos privados

Nos alegra sobremanera que en su documento-propuesta califiquen con meridiana claridad que las medidas asumidas por el Gobierno del Presidente Chávez “tienen un claro tinte capitalista neoliberal, que entran en contradicción con otras asumidas años atrás como la rebaja que se venía haciendo del IVA, el anunciado endeudamiento por 15.000 millones de $USA con la banca privada, buena parte de ella multinacional y la rebaja del presupuesto nacional, que está afectando programas sociales en salud, educación y empleo“.

Esta definición es básica, porque hay sectores sindicales y políticos ligados al gobierno que encubren esta realidad, para justificar su política de postración y servilismo a los intereses de la burguesía «nacionalista» y los funcionarios burocráticos y corruptos que hoy controlan el gobierno.

Concordamos con ustedes cuando dicen que se debe elaborar una plataforma de consignas reivindicativas y un plan movilización que «conduzca a derrotar las propuestas anti-crisis que golpean al pueblo y favorecen a los capitalistas” y que “no se debe esperar que las medidas pro capitalistas del gobierno se sigan multiplicando y con ello acorralando a nuestro pueblo en las fronteras del desempleo y la baja en el nivel de vida.”

Para contribuir en la elaboración de la plataforma de consignas y el plan de movilización en la que ustedes han avanzado, desde C-CURA proponemos que la consigna central que invite a la movilización del pueblo y los trabajadores sea: ¡Abajo el plan anti-crisis del gobierno, que la crisis la paguen los capitalistas, los banqueros, los boli-burgueses, y la burocracia!!

Ellos son los verdaderos responsables de las angustias en las que hoy se abaten millones de hogares venezolanos.

No queremos dejar pasar por alto, una consigna que tiene capital importancia en la presente coyuntura y que desde nuestro punto de vista se puede convertir en el motor que dinamice la movilización y la lucha de los trabajadores. Se trata de la exigencia al gobierno y los empresarios privados de respeto al derecho a la negociación de contrato colectivo, razón por la cual debemos exigir principalmente al gobierno, que se dice obrerista, que inicie de inmediato, sin dilaciones, sin exclusiones y sin maniobras tramposas, la discusión del contrato marco de los 2 y medio millones de empleados públicos, los 100 mil petroleros, los 35 trabajadores vinculados a la industria eléctrica, los 15 mil trabajadores de la red Mercal, y en fin en todas aquellas instituciones y empresas del Estado, empresas privadas y multinacionales, que hoy niegan este fundamental derecho de los trabajadores.

Unidad para defender los derechos democráticos y las libertades políticas

En su propuesta, ustedes hacen fundamental hincapié en movilizarse en defensa de los derechos económicos y sociales, pero no advierten la importancia de defender los derechos democráticos y las libertades políticas que se han venido cercenando en el último período.

Las amenazas hechas por el Presidente Chávez de militarizar empresas, desconocer contratos homologados, intimidar con la utilización de la DISIP y la DIM para investigar a los dirigentes sindicales, el control hegemónico por parte del gobierno de los medios de comunicación de propiedad del Estado; el ataque al derecho de huelga; los obstáculos crecientes a los derechos de movilización y de protesta; la impunidad reinante frente al asesinato de nuestros dirigentes; el abuso de poder del gobierno mediante la utilización de instituciones de Estado como el CNE para maniobrar contra procesos electorales democráticos y transparentes en el movimiento sindical; las constantes amenazas de que son víctimas los trabajadores en las empresas del Estado y en las misiones para que no protesten; estos son entre otros muchos hechos, expresión de la gravedad de la violación a los derechos democráticos y libertades políticas. Esta realidad no puede pasar desapercibida para ningún demócrata y mucho menos para alguien que se precie de revolucionario socialista. Por eso nos extraña sobremanera que en su propuesta no se mencione siquiera una consigna que haga referencia a la necesidad de que la unidad de los luchadores también vaya encaminada a defender estos sagrados derechos que son fundamentales si de verdad pretendemos movilizar a los trabajadores y el pueblo.

Los invitamos a que tengan presente este aspecto, que se está convirtiendo en crucial en la vida política diaria de nuestra nación, ya que de acentuarse amenazaría la posibilidad de que el pueblo y los trabajadores juguemos un papel protagónico y decisorio en el devenir revolucionario del país.

De igual manera, consideramos de crucial importancia la movilización en contra del sicariato promovido por patronos, mafias sindicales, y cuerpos policiales corrompidos; este es un método terrorista con el que se está aniquilando a la dirigencia sindical combativa y clasista, con el beneplácito del Estado, que permite prosperar esta macabra práctica en la más escandalosa impunidad.

Una polémica necesaria: ¿unidad entre quiénes?

Sumándonos sin condicionamiento alguno a vuestra propuesta de luchar por la unidad de los trabajadores y el pueblo para enfrentar a la contrarrevolución, sí queremos aclararles nuestro total desacuerdo acerca de quiénes son los destinatarios de esta propuesta. Ustedes parten del falso esquema de que los revolucionarios son los que dicen estar del lado del gobierno y contrarrevolucionarios todos los que se oponen. Partiendo de esa premisa critican a CCURA por que “rechaza realizar llamados constantes y consecuentes a las otras direcciones o corrientes sindicales que en su conjunto forman la mayoría del movimiento sindical venezolano. Esto hace que la posición de los camaradas cuyo máximo dirigente es Orlando Chirinos nazca con por lo menos una pata menos en la mesa que necesitamos para combatir de manera efectiva las medidas del gobierno y no solo con acciones propagandísticas.”

Y a renglón seguido proponen que “corrientes como CCURA y Marea Socialista, dos de las más importantes corrientes sindicales socialistas, junto a otras como la CTR, FSBT y la Cruz Villegas, se conviertan en los impulsores de esta unidad táctica, llamando a todas las corrientes sindicales, dirigentes y bases, a sentarse y aprobar un plan de propuestas económicas y un programa de movilizaciones.”

Para decirlo claro y raspado y para que no quede sombra alguna de duda sobre nuestra posición, nosotros además de rechazar el llamados a los dirigentes de esas corrientes progubernamentales, invitamos abiertamente a los trabajadores a combatirlos y a derrotarlos, porque al fin y al cabo, ellos son los que defienden rodilla en tierra las medidas capitalistas del gobierno, y llegan al extremo de decir que dichas medidas son progresivas y socialistas. Ellos son los que dicen que los trabajadores no deben luchar por su contrato colectivo ni por aumentos generales de sueldos y salarios, porque según ellos eso es egoísta y antisocialista. Ellos pregonan que los trabajadores deben realizar en el capitalismo trabajo voluntario, para beneficio directo de burócratas y empresarios. Ellos son los que promueven la tercerización y la flexibilización laboral a través de las cooperativas. Ellos son los que respaldan al gobierno y al ministro Ramírez, y se prestan como marionetas para que se impugnen las elecciones sindicales petroleras. Ellos son los que amenazan y chantajean a los trabajadores con hacerlos botar de las empresas si no van a los actos del gobierno o si no se inscriben en el PSUV. Ellos son los que dicen que la autonomía sindical es una herencia de la cuarta república, y que hay que aniquilarla . Ellos con los que promueven junto con las inspectorías del trabajo, los sindicatos paralelos para imponer a vagabundos y extorsionistas que se están llenando de dinero a costa del sufrimiento de los trabajadores. Ellos son los que están recurriendo a la violencia y a los métodos cuarta-republicanos de las bandas armadas para confrontar a los sectores clasistas y revolucionarios que como nosotros, luchamos a brazo partido contra los empresarios públicos y privados.

Los dirigentes sindicales de las corrientes que confluyen en el Frente Socialista de Trabajadores, montado a dedo por el Presidente Chávez, junto con los burócratas de gobierno, ministros, gobernadores, alcaldes, diputados, los boli-burgueses, el empresariado tradicional, las multinacionales, los banqueros, son los enemigos a derrotar porque ellos son los que están aplicando el plan anti-crisis que favorece a los capitalistas y afecta a los trabajadores.

No somos cerrados ni excluyentes y dejamos abierta la posibilidad excepcional de que algunos dirigentes de esas corrientes cambien de opinión y digan la verdad sobre el contenido de las medidas del gobierno. Si eso llega a ocurrir, tengan la plena seguridad que CCURA será la primera en llamarlos a ser parte de un gran frente de lucha en defensa de los derechos económicos y sociales de los trabajadores, y de las libertades democráticas del conjunto de la población.

Partiendo de esta realidad, los destinatarios de esta táctica revolucionaria de unidad para enfrentar a la contrarrevolución no pueden ser los dirigentes de esas corrientes, si no aquellas organizaciones que en forma honesta como ustedes, así tengan erradas interpretaciones sobre la coyuntura política, defienden en forma consecuente los derechos de las y los trabajadores y del pueblo en su conjunto. Pero fundamentalmente los llamados a la unidad son para los trabajadores de base, para aquellos que día a día defienden el derecho al contrato colectivo, la estabilidad laboral, la autonomía sindical, y que enfrentan a los patronos públicos y privados.

* Armando Guerra es dirigente sindical despedido de Hidrocapital, dirigente de CCURA y de la Unidad Socialista de Izquierda

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *