Los obreros de una fábrica china matan a su director en protesta por explotación salvaje
En un país autodenominado socialista, afloran cada vez mas las diferencias económicas y sociales, en un ejercicio de mimetismo capitalista enmascarado con una bandera roja y sus respectivas estrellas. Lo peor de cada sistema muestra su cara más oscura en la China del siglo XXI.
En un país autodenominado socialista, afloran cada vez mas las diferencias económicas y sociales, en un ejercicio de mimetismo capitalista enmascarado con una bandera roja y sus respectivas estrellas. Lo peor de cada sistema muestra su cara más oscura en la China del siglo XXI.
Las diferencias económicas son las más descaradas y aberrantes que cualquier sociedad capitalista pudiera soportar con la careta de la socialdemocrácia y el estado del «bienestar». Por lo visto algunas banderas rojas tapan mejor las vergüenzas que los dólares imperiales. Una combinación de los dos es lo que existe en China. Lo que no existe allí es el socialismo.
Un ejecutivo de la compañía siderúrgica Jianlong Steel Holding Company murió ayer y al menos otras 100 personas resultaron heridas como consecuencia de los enfrentamientos mantenidos por unos 30.000 trabajadores de la compañía estatal Tonghua Steel and Iron Group y la Policía en la provincia de Jilin, en el noreste de China, según denunció el Centro de Información para los Derechos Humanos.
Los obreros protestaban por la decisión de Jianlong de comprar una participación mayoritaria de la firma Tonghua Steel, aseguró la organización en su página web. El suceso se produjo cuando un grupo de trabajadores golpeó hasta la muerte al director general de Jianlong, Chen Guojun. De acuerdo con la información proporcionada por la ONG, los obreros estaban enfadados porque Chen tenía un salario anual de unos 309.000 euros al año, mientras que los jubilados de Tonghua reciben una pensión de apenas 20 euros al mes.
Al menos 100 heridos
Un oficial de la Policía municipal de Tonghua confirmó que se habían producido disturbios, así como la muerte de Chen, de unos 40 años de edad, según informó ayer el diario South China Morning Post. «Los trabajadores de Tonghua no permitieron la entrada al edificio de una ambulancia ni del personal médico que acudió para atender a Chen», indicó.
Los obreros de la siderúrgica mantuvieron bloqueadas varias carreteras y destrozaron al menos tres vehículos policiales durante la tarde del viernes, indicó el Centro de Información para los Derechos Humanos. Las protestas se disolvieron durante la noche del sábado cuando se conoció la muerte del director general, añadió el oficial de policía.