Los socialistas y el asunto indígena

En Venezuela y en América el programa político de los socialistas revolucionarios debe incorporar y reivindicar los derechos de los pueblos indígenas, procurando una alianza entre los trabajadores y los pueblos originarios oprimidos. A pesar de que en 1999 en nuestro país se aprobó una Constitución en la que se le da un espacio a los derechos de los pueblos indígenas y hasta un Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, hoy vemos que estos derechos están siendo pisoteados por el gobierno. De manera notoria, el derecho al territorio es violentado para favorecer a ganaderos y transnacionales mineras.

En Venezuela y en América el programa político de los socialistas revolucionarios debe incorporar y reivindicar los derechos de los pueblos indígenas, procurando una alianza entre los trabajadores y los pueblos originarios oprimidos. A pesar de que en 1999 en nuestro país se aprobó una Constitución en la que se le da un espacio a los derechos de los pueblos indígenas y hasta un Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, hoy vemos que estos derechos están siendo pisoteados por el gobierno. De manera notoria, el derecho al territorio es violentado para favorecer a ganaderos y transnacionales mineras.

La autodemarcación territorial por la que se han movilizado los pueblos Yukpa y Barí en Perijá, y que ha sido exigida por los pueblos indígenas del Amazonas, hasta ahora tan solo ha tenido respuestas represivas y burocráticas que le cierran las puertas a sus verdaderas reivindicaciones.

La MUD tampoco tiene una política de respeto a los derechos de los pueblos indígenas. No solamente porque los gobiernos del puntofijismo se caracterizaron por sus despiadadas políticas racistas y pro empresariales, sino también porque representan a ganaderos y mineros que hoy masacran y desplazan a nuestros pueblos indígenas, utilizando sicarios y apoyándose en las fuerzas represivas del Estado.

En los hechos, la MUD y el Psuv hacen un frente anti-indígena en lugares como la Sierra de Perijá. Cuando el gobierno lanzó la campaña de criminalización del pueblo yukpa y encarceló por año y medio al cacique Sabino Romero, la MUD hizo un silencio cómplice. Cuando los ganaderos de Machiques, identificados con la MUD, han lanzado campañas racistas a través de diarios como La Verdad y emisoras radiales, el gobierno ha optado por dejar hacer. Cuando los sicarios al servicio de los ganaderos han asesinado a luchadores como Alexander Fernández, el gobierno ha cubierto estos crímenes con la más absoluta impunidad.

Se evidencia entonces que el problema que aquí se plantea es un problema de clase, pues más allá de que sea dirigido por un gobierno con discurso “socialista” o neoliberal, el Estado burgués sigue representando los intereses de los latifundistas y mineros que tienen intereses económicos en los territorios indígenas. El programa político de Orlando Chirino y el Partido Socialismo y Libertad (PSL) es el único en las actuales elecciones que reivindica el autogobierno y la autodemarcación territorial indígena, reivindicaciones democráticas cuyo contenido anticapitalista coincide con los objetivos históricos de la clase trabajadora.

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