Los trabajadores de Dianca, ni irracionales ni apátridas

En unas declaraciones poco felices del Almirante Gilberto Pinto Blanco, Comandante General de la Armada Bolivariana de Venezuela, condenó la paralización y marcha emprendidas por directivos del Sindic

En unas declaraciones poco felices del Almirante Gilberto Pinto Blanco, Comandante General de la Armada Bolivariana de Venezuela, condenó la paralización y marcha emprendidas por directivos del Sindicato SUTINS y trabajadores del Astillero de DIANCA en Puerto Cabello y las calificó de irracionales y apátridas.

Muy al contrario de lo declarado por el Almirante Pinto Blanco, las acciones de los trabajadores de DIANCA se encuentren dentro de los parámetros racionales en que se han visto forzados a luchar para reivindicar y hacer respetar su derecho a un salario digno, a condiciones de trabajo que garanticen su integridad física y su salud y a que se atienda sus necesidades por medio de un proceso legal al que vienen apelando desde el año 2008 en que se venció su contrato colectivo de trabajo.

La marcha hacia Miraflores que realizaron la semana pasada es un medio absolutamente pacífico y constitucional y aunque fue permitido sólo hasta el Liceo Fermín Toro de la Ciudad capital produjo el resultado de que PDVSA, en su sede de la Campiña en Caracas, se comprometiera como administrador actual del Astillero a iniciar las negociaciones del nuevo convenio colectivo a partir del 29 de Octubre de 2013.

Por consiguiente, no vemos nada de irracional en la conducta de los trabajadores de DIANCA puesto que ellos no son culpables que la devaluación del bolívar y la inflación hayan pulverizado los salarios. Seguramente, el señor Almirante Pinto Blanco no devenga un sueldo de 2.702,30 Bs. mensual (salario mínimo) + cesta ticket por valor de 1.400 Bs. adicionales. Tampoco que con ese mínimo ingreso deba comprar una cesta de alimentos y pagar gastos de vivienda, salud, transporte y educación que cuestan más de Bs. 6.000 mensuales. Y mucho menos que tenga que meterse a una cola de 3 horas para que le vendan, si alcanza, 2 kilos de leche para sus hijos lactantes.

Pero lo más ofensivo es que se tilde a los trabajadores de DIANCA como apátridas. Según el DRAE, apátrida significa que una persona sea carente de nacionalidad. La nacionalidad en Venezuela se adquiere por nacer en nuestro país, o naciendo fuera de él que sea de padre o madre venezolano. También se adquiere por el proceso de naturalización. Revocar la nacionalidad implica, no sólo causales de alta gravedad establecidas en la ley, sino la instauración del debido proceso para privar de ella a un ciudadano venezolano por nacimiento o naturalización.

No creemos que el hacer uso de la huelga o del derecho a la protesta sea causa para que a los trabajadores venezolanos que laboran en DIANCA se les prive de su nacionalidad calificándolos de apátridas.

Esperamos que las autoridades militar-cívicas que administran DIANCA le den respuesta a las demandas sociales y laborales de sus trabajadores honrando el acuerdo suscrito en Caracas.

Mensajes de texto:
notaslaborales@gmail.com
@atiliohernandez (Twitter)
0414-341 3641

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *