Micheletti asegura que el golpe militar que lo puso en la Presidencia de Honduras es «legal»
Tegucigalpa, 28 jun.- El presidente del Congreso de Honduras, Roberto Micheletti, nombrado presidente del país centroamericano en un acto írrito por un grupo de legisladores golpistas, esto luego de que los militares sacaran por la fuerza del poder a Manuel Zelaya, aseguró hoy que no llega a la Presidencia «bajo la ignominia de un golpe de Estado».
«No llego a esta posición bajo la ignominia de un golpe de Estado, llego a la Presidencia como producto de un proceso de transición absolutamente legal», indicó Micheletti, quien intentará encabezar una dictadura militar en Honduras.
Tegucigalpa, 28 jun.- El presidente del Congreso de Honduras, Roberto Micheletti, nombrado presidente del país centroamericano en un acto írrito por un grupo de legisladores golpistas, esto luego de que los militares sacaran por la fuerza del poder a Manuel Zelaya, aseguró hoy que no llega a la Presidencia «bajo la ignominia de un golpe de Estado».
«No llego a esta posición bajo la ignominia de un golpe de Estado, llego a la Presidencia como producto de un proceso de transición absolutamente legal», indicó Micheletti, quien intentará encabezar una dictadura militar en Honduras.
La asunción de Micheletti se produjo después de que en horas de la madrugada, el presidente legítimamente elegido por los hondureños en 2005, Manuel Zelaya, fuera secuestrado junto a su familia por miembros de las Fuerzas Armadas, en medio de un enfrentamiento con la Guardia Presidencial, y expulsado a Costa Rica, en medio de una gran crisis política por una consulta popular impulsada por el gobernante derrocado.
La salida de Zelaya ha sido condenada de manera unánime por la comunidad internacional y en particular por la Organización de Estados Americanos (OEA).
El nuevo presidente aseguró que asumirá las funciones de la Presidencia «en el estricto respeto y cumplimiento de la Constitución» y «con profunda convicción democrática». Sin embargo, su presidencia es írrita, pues se ha derivado de un golpe militar.
Añadió que es consciente de la «inmensa responsabilidad que significa administrar» el país, y manifestó la «promesa sagrada (…) de actuar con transparencia y honestidad», con el fin de «restablecer la paz y tranquilidad que hemos perdido». Sin embargo, las tropas golpistas mantienen aterrorizada a la población, y persiguen a los dirigentes populares, deteniendo arbitrariamente a personas ligadas al gobierno de Zelaya.
Dijo que trabajará, además, para que las elecciones generales de noviembre sean «las más transparentes y democráticas» de la historia del país, en el que, dijo, «hoy no hay vencedores ni vencidos».
Pese a dar declaraciones legalistas, Micheletti no menciona la situación violenta bajo la cual fueron detenidos los embajadores de Nicaragua, Cuba y Venezuela junto a la Canciller de Honduras.
Este pronunciamiento se hace a la par que se hace llamado a toque de queda desde las 4 p.m. locales y ocurren enfrentamientos entre el pueblo hondureño y los miembros de las Fuerzas Armadas de Honduras que custodian la Casa Presidencial y la Base Aérea desde donde se expulsó al Presidente Zelaya.