14 noviembre, 2025

Monarquía marroquí mantiene bajo arresto domiciliario a la activista de DDHH Aminetu Haidar

La activista saharaui Aminetu Haidar, quien debió realizar una huelga de hambre de 32 días en el aeropuerto de Lanzarote en Islas Canarias para evitar la expatriación forzada, ahora denuncia que la policía marroquí ha rodeado su casa y la mantiene bajo arresto domiciliario desde que regresó a El Aaiún.

La activista saharaui Aminetu Haidar, quien debió realizar una huelga de hambre de 32 días en el aeropuerto de Lanzarote en Islas Canarias para evitar la expatriación forzada, ahora denuncia que la policía marroquí ha rodeado su casa y la mantiene bajo arresto domiciliario desde que regresó a El Aaiún.

Haidar ha prometido redoblar su lucha en defensa de los derechos humanos en la antigua colonia española, ante una brutal escalada represiva marroquí.

El Sáhara Occidental, una zona que tiene lucrativas reservas de fosfatos y potencialmente petróleo en sus costas, es escenario del conflicto colonial más antiguo de África, pues a su retirada la dictadura franquista pactó la entrega del territorio a Mauritania y Marruecos. El Frente Polisario logró derrotar militarmente a Mauritania, pero no así a Marruecos, cuyo reaccionario régimen recibió un importante apoyo militar y político de Francia y los EEUU. Hoy en día, España también opera como un estrecho aliado de la monarquía marroquí, un régimen semifascista.

La semana pasada, Haidar, de 43 años y madre de dos hijos, puso fin a una huelga de hambre de más de un mes en el aeropuerto de Lanzarote en protesta por la negativa de Rabat a dejarla volver al Sáhara Occidental si no declaraba su lealtad al rey Mohamed VI.

Finalmente, Marruecos la movilización y denuncia internacional obligó a Estados Unidos y Francia a interceder ante Marruecos, quien accedió a permitir la entrada de Haidar a cambio de declaraciones de Francia y España en las que reconocían la «aplicación de las leyes marroquíes» en los territorios ocupados del Sáhara Occidental.

La huelga de Haidar devolvió la atención internacional a la disputa del Sáhara Occidental de una forma vista pocas veces en los 35 años transcurridos desde que Marruecos se anexionó el territorio tras la retirada de España.

«El asedio continúa. Estoy bajo arresto domiciliario. Mis familiares y vecinos tienen problemas para visitarme. Las tiendas de mi barrio están sufriendo el bloqueo», dijo Haidar a Reuters por teléfono el miércoles por la noche.

Reporteros de Reuters viajaron a El Aaiún, principal ciudad del Sáhara Occidental, para entrevistarla en su casa, pero las fuerzas de seguridad bloquearon el acceso. También se ha impedido a otros periodistas reunirse con ella.

«Tengo el coraje de mi convicción de seguir adelante con la defensa de la causa de la autodeterminación del pueblo saharaui. Nunca vacilaré pese a las amenazas de cárcel, secuestro, tortura y exilio», añadió Haidar, quién ya fue víctima de una desaparición forzada y estuvo presa en la infame Cárcel Negra, un centro de detención hacinado y en el que se practican regularmente torturas a los prisioneros saharahuis.

Haidar acusó a Marruecos de llevar a cabo una política del «palo y la zanahoria» hacia el Frente Polisario en Argelia y los saharauis en el territorio.

«Marruecos reprime a la población saharaui mientras negocia con el Frente Polisario», añadió.

Marruecos dijo que está dispuesto a reanudar las negociaciones con el Polisario sobre un acuerdo sobre el futuro del territorio, al que le ofrece una autonomía a la española.

El Polisario, que organizó la lucha armada contra el colonialismo español y desde 1975 hasta 1991 enfrentó en una desigual guerra a Marruecos, hoy es el representante político del pueblo saharahui, y ejerce el gobierno sobre los territorios liberados, un 30% del territorio saharahui. El Polisario también quiere que las conversaciones se reanuden, pero insiste en que Marruecos ponga fin a los abusos generalizados de los derechos humanos en el Sáhara Occidental.

Haidar se ha convertido en «símbolo de una nación» para los saharauis tanto en el Sáhara Occidental como en los campos de refugiados en Tinduf, en el suroeste de Argelia.

«Es nuestra Mandela, nuestra Gandhi», dijo a Reuters Gani Minatu, de 37 años, mientras hacía un té dulce en su jaima en un campo de refugiados.

Muchos saharauis ven su huelga de hambre como un soplo de aire fresco a su causa.

«Antes de Aminetu, la causa estaba estancada. No había esperanza para una solución. Pero la acción de Aminetu devolvió la cuestión del Sáhara Occidental a lo alto de la agenda internacional», dijo el periodista saharaui de Tinduf El Bachir El Dhif.

Presidente de la RASD agradece a quienes se solidarizaron activamente con Aminetu Haidar

El presidente de la República Árabe Saharahui Democrática, Mohamed Abdelaziz, agradeció a través de un comunicado al movimiento de solidaridad que apoyó la causa de Aminetu Haidar.
«Quisiera expresar mis más sinceros agradecimientos y gran satisfacción a todos los pueblos, gobiernos, parlamentos, fuerzas políticas y sindicales, asociaciones y personalidades que han estado arropando a Aminetu durante este tiempo; lo que denota el apego inquebrantable de todos ellos a los valores de libertad, justicia y paz así como al Derecho Internacional, los Derechos Humanos y la legalidad internacional», reza la declaración.

«Este loable esfuerzo, esta espectacular e inusitada campaña de solidaridad que iniciasteis en Lanzarote junto a Aminetu Haidar, constituye verdaderamente un logro histórico que ha contribuido de forma muy decisiva en este triunfo que supone su regreso, sin condiciones ni límites preestablecidos, de forma digna, a El Aaiún, capital ocupada del Sahara Occidental», añade el presidente.

Abdelaziz plantea que las tareas del movimiento de solidaridad continúan por cuanto persiste la ocupación colonial y la negación de los derechos democráticos y nacionales del pueblo saharahui. «Estamos sumamente convencidos de que los diferentes pueblos de España, que rechazaron frontalmente el ignominioso acuerdo tendente a repartir el territorio saharaui así como la conspiración para exterminar al pueblo saharaui, que suscribió el Gobierno español en 1975, no van a cejar en su empeño hasta que desaparezca el último vestigio colonial en África».

En cuanto a la situación de los derechos humanos en los territorios ocupados, el presidente de la RASD hace referencia a los «centenares de desaparecidos saharauis en manos del Estado marroquí, desde que comenzara la ilegal ocupación del Sahara Occidental, el 31 de octubre de 1975. Hoy en día, hay más de sesenta presos de conciencia saharauis en las cárceles marroquíes, su único pecado no es otro salvo la defensa del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación… Entre estos últimos, tenemos a los siete activistas, que desfilaron por diversas cárceles marroquíes, incluidos los centros penitenciarios para las desapariciones forzosas, durante unos largos y tendidos años. Les tienen recluidos hoy en día en la cárcel de Sale, cerca de la capital marroquí, Rabat. Después de que fueran detenidos por las autoridades marroquíes, el pasado 08 de octubre de 2009. Les confiscaron sus documentaciones, y anunciaron públicamente que les van a presentar ante un tribunal militar, por el mero hecho de realizar una visita familiar a los campamentos de refugiados saharauis».

«Tras su detención, continúan estos activistas sometidos a una situación, de aislamiento férreo, inspecciones periódicas, tienen terminantemente prohibido comunicarse con el mundo exterior, a sabiendas de que son activistas, compañeros de Aminetu, que defienden de manera cívica y pacífica los derechos humanos en el Sahara Occidental, están reconocidos por prestigiosas organizaciones de los derechos humanos que han tenido trato con ellos», explica, llamando a la más amplia denuncia de este atropello y a la exigencia de libertad para los siete activistas de derechos humanos.

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