¿Movimiento estudiantil al revés?

Un sector del movimiento estudiantil nacional pareciera estar caminando al revés. Definitivamente ese sector ha perdido su norte. A través de la historia y quizás con mayor ahínco en la época de los 70 y 80, las luchas de los estudiantes eran para reclamar mejoras de las condiciones académicas y de bienestar social así como por los derechos del pueblo en general, en vista de que las políticas del Estado para ese entonces estaban dirigidas a satisfacer las demandas de la oligarquía criolla e internacional mientras que al pueblo y a los estudiantes les aplicaban políticas de plan y machete.

Un sector del movimiento estudiantil nacional pareciera estar caminando al revés. Definitivamente ese sector ha perdido su norte. A través de la historia y quizás con mayor ahínco en la época de los 70 y 80, las luchas de los estudiantes eran para reclamar mejoras de las condiciones académicas y de bienestar social así como por los derechos del pueblo en general, en vista de que las políticas del Estado para ese entonces estaban dirigidas a satisfacer las demandas de la oligarquía criolla e internacional mientras que al pueblo y a los estudiantes les aplicaban políticas de plan y machete.

Hoy día observamos que, la lucha por las reivindicaciones estudiantiles no existen en las protestas estudiantiles y sólo son utilizadas como banderas políticas para manipular a la masa estudiantil. Ahora vemos como los estudiantes, manipulados por la derecha, salen en reclamo de objetivos que no se corresponden con los intereses académicos ni con sus condiciones de bienestar estudiantil. Observamos que ahora sus protestan se orientan es por la defensa de dos canales televisivos de empresas privadas (Globovisión y RCTV), en vez de luchar y generar propuestas para promover el cambio en la educación, a partir de la Ley Orgánica de Educación Superior y de la conformación de las Contralorías Estudiantiles en cada casa de estudio a nivel nacional, sea pública o privada. El movimiento estudiantil debería exigir que se evalúen los presupuestos asignados y se consideren las partidas por áreas administrativas para evitar el desvío de los recursos hacia las élites monopolizadoras del conocimiento.

De acuerdo a lo anterior es que exhortamos, una vez más, que el estudiantado busque de manera consciente, la defensa de los derechos de todas las personas por igual, pues, ciertamente, quienes verdaderamente se benefician de la apatía y la ignorancia, son precisamente, quienes vienen dirigiendo eternamente el claustro universitario, con fines de secuestrar el conocimiento en defensa de sus intereses de clase.

Es importante, además, significar como un error estudiantil grave, la indiferencia que demostramos ante la falta de retroalimentación que debemos tener con el Ministerio y sus Vice ministerios que no hacen política de intercambio cognitivo, solo cumplen labores administrativas y eso impide la interacción con los estudiantes, trayendo como consecuencia la división estudiantil. Además, tanto cambio ministerial, permite la conformación de nuevos movimientos estudiantiles al servicio burocrático sin fundamento ideológico y se profundiza la mercadotecnia de las conciencias del estudiantado por cuanto son inducidos a respaldar con el voto al grupo de élites universitarias en los procesos electorales.

En tal sentido, el Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior o el Vice ministerio de políticas estudiantiles, tiene como tarea fundamental la promoción de las Contralorías Estudiantiles en las distintas casas de estudios superiores para crear valores socialistas y sentido de pertenecía del erario público, buscando así, formar al nuevo ciudadano con un alto nivel de sensibilidad humana al servicio de las comunidades con los nuevos Programas Nacionales de Formación (PNF).

Para culminar, es imperante que el movimiento estudiantil bolivariano, asumamos de manera consciente la lucha por la emancipación académica, la emancipación del pueblo en beneficio de sus demandas, que las universidades sean entes al servicio de las comunidades, pues allí se capacitan las personas que nos van a garantizar la salud, la educación, la vivienda, la recreación, el deporte y de allí la importancia del destino de los fondos. En tal sentido, no podemos seguir viendo a las universidades como instituciones superiores con una estructura vertical representativa impenetrable; es importante el empoderamiento popular de dichos espacios, como una estructura horizontal participativa para beneficio de la población.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *