23 marzo, 2025

Murió el historiador norteamericano Howard Zinn

Un intelectual con conciencia de clase, como él mismo se definió. Ese era Howard Zinn, el gran historiador norteamericano quien falleció a los 87 años. Nacido en Brooklyn, Nueva York en 1922, en el seno de una familia obrera, poco antes del crack financiero del 29, fue, sin duda, el intelectual más importante de los que no tienen voz en los Estados Unidos. El historiador de los negros, los indios, los trabajadores, las mujeres, los marginales, y los soldados pobres.

Un intelectual con conciencia de clase, como él mismo se definió. Ese era Howard Zinn, el gran historiador norteamericano quien falleció a los 87 años. Nacido en Brooklyn, Nueva York en 1922, en el seno de una familia obrera, poco antes del crack financiero del 29, fue, sin duda, el intelectual más importante de los que no tienen voz en los Estados Unidos. El historiador de los negros, los indios, los trabajadores, las mujeres, los marginales, y los soldados pobres.

Siendo muy pobre, y creciendo en una época de crisis económica, Zinn desempeñó distintos oficios. A los 18 años era obrero de un astillero donde se dedicó a organizar sindicalmente a los trabajadores jóvenes. Lector incansable, por esos años comenzó a aproximarse a la historia. Él mismo cuenta cómo y por qué llegó a esa decisión:

“No me dediqué a la historia porque quisiera ser historiador, erudito ni académico, ni porque quisiera escribir artículos para revistas eruditas, ir a conferencias académicas ni presentar ponencias ante aburridos historiadores. Empecé a estudiar historia porque a los 18 años ya era militante. Trabajaba en un astillero, estaba organizando a los trabajadores jóvenes. Ese fue mi primer roce con las ideas radicales; leí a Marx, a Upton Sinclair, a Jack London y Las Viñas de la Ira de John Steinbeck. Así que era un joven con conciencia política que trabajaba en un astillero. Trabajé ahí tres años. Soy de una familia obrera. En mis memorias hay un capítulo titulado `Crecer con conciencia de clase`. Sí me crié con conciencia de clase, una expresión que no se oye mucho en los Estados Unidos”.

Esa conciencia de clase lo llevó a rechazar al fascismo, lo que determinó que al estallar la Segunda Guerra Mundial se enlistara en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, participando en bombardeos en Checoeslovaquia y Francia, acción que cuestionaría un tiempo después por considerarla irracional, ya que para ese momento los alemanes ya casi se habían rendido. Desde entonces se convirtió en un activo militante contra las guerras, actitud que en un país imperialista confronta graves riesgos para cualquier ciudadano.

Después de la guerra, a los 27 años comenzó sus estudios universitarios en la Universidad de Nueva York. En 1956 inició la carrera docente en el Spelman College de Atlanta, una escuela para mujeres negras donde vio muy de cerca el rostro al racismo, iniciándose en la lucha por los derechos civiles.

Expulsado de allí en 1963 por sus actividades políticas, se trasladó a Boston University de donde se jubiló como Profesor Emérito en Ciencias Políticas.

Durante los años 70 destacó como uno de los principales dirigentes de la lucha contra la guerra de Vietnam, época en la que fue varias veces detenido.

Su compromiso militante nunca desfalleció. Cuando muchos activistas de los 60 y 70 se retiraron a sus actividades particulares, Zinn continuó durante los años subsiguientes combinando la docencia, la investigación y la lucha por los derechos de los trabajadores y el pueblo estadounidense. En la década de los 80 combatió férreamente la política de Ronald Reagan frente a Centroamérica, y participó activamente del movimiento en apoyo a Nicaragua, lo que le acarreó que nuevamente fuera detenido.

Laureado investigador, ha escrito numerosos trabajos, pero su más importante contribución al estudio de la historia norteamericana es La Otra Historia de los Estados Unidos (A People`s History of the United States: 1492 to present). Sin duda, su título en inglés (Una historia de pueblo de Estados Unidos) se aproxima más a la significación de este libro.

Una historia distinta, contada desde las voces de los trabajadores y los oprimidos de siempre. Una historia de la lucha de clases, en un país que su élite gobernante se las ha ingeniado para inventar un supuesto “excepcionalismo americano”, en el que no cabrían las clases.

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