Naciones Unidas estima más de 57 mil desapariciones forzadas en Colombia
Caracas, 3 de junio.- Según cifras reveladas por Christian Salazar, representante de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, más de 57.200 personas han sido víctimas de desaparición forzada en Colombia. Las declaraciones las realizó el funcionario el 23 de mayo, y en ellas aclaró que 15.600 de estas desapariciones forzosas han sido perpetradas por agentes del Estado.
Caracas, 3 de junio.- Según cifras reveladas por Christian Salazar, representante de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, más de 57.200 personas han sido víctimas de desaparición forzada en Colombia. Las declaraciones las realizó el funcionario el 23 de mayo, y en ellas aclaró que 15.600 de estas desapariciones forzosas han sido perpetradas por agentes del Estado.
Cifras varían de acuerdo con las fuentes
Sin embargo, el último informe ofrecido por Medicina Legal en Colombia habla de 38 mil víctimas de desaparición forzada nada más en los últimos tres años, según una nota periodísticas de Telesur.
El presidente de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento en Colombia (Codhes), Marcos Romero, aseguró en mayo que «ya superamos el nivel de desapariciones de Argentina que estuvo cerca de las 30 mil personas y esto puede pasar de unas 100 mil en las últimas décadas en el conflicto colombiano».
Como parte de la política de terrorismo de Estado implementada en las últimas tres décadas por el gobierno colombiano, miles de campesinos, activistas de derechos humanos, sindicalistas, y personas vinculadas a la insurgencia han sido ejecutadas por militares y paramilitares de ultraderecha, muchos de ellos han ido a parar en centenares de fosas comunes han sido. Recientes revelaciones por parte de paramilitares beneficiados por el proceso de negociación con el gobierno de Uribe, han evidenciado el uso de hornos crematorios para desaparecer los cadáveres de las víctimas de estos crímenes.
Durante la gestión de Juan Manuel Santos como ministro de la Defensa, se implementó la política de los «falsos positivos», que consistió en el pago de recompensas a militares que presentaran a civiles muertos como guerrilleros abatidos en combate. Alrededor de tres mil personas, en su mayoría jóvenes de áreas marginales, habrían sido ejecutados bajo este modus operandi.
Nada más en la fosa común del pueblo de La Macarena, en la región de Meta, fueron localizados más de 2.000 cadáveres de personas desaparecidas a partir del año 2005. Periodistas han comparado los crímenes del Estado colombiano con el genocidio perpetrado por el estalinista Pol Pot.
En una entrevista realizada por Patricia Rivas y Juan Alberto Sánchez en 2009, el hoy legislador Iván Cepeda da algunas cifras importantes sobre los efectos del terrorismo de Estado. «Estamos hablando de cerca de 50.000 personas desaparecidas en Colombia en los últimos 20 años, una cifra que supera de largo a países como Argentina y Chile, y a algunos centroamericanos. Hablamos del 10% de la población desplazada, más de 4 millones de personas; más de 150.000 homicidios y una gran destrucción de las comunidades: 18 pueblos indígenas están al borde del exterminio en procesos que sin lugar a dudas se pueden catalogar como genocidios, y también de sectores como los sindicalistas y los defensores de derechos humanos, que han sido víctimas de crímenes continuos durante estos dos decenios», explicó Cepeda.