9 diciembre, 2024

Netanyahu avanza en conformación de gobierno fascista en Israel

La clase política sionista avanza hacia la conformación de un nuevo gobierno fascista, encabezado por Benjamin Netanyahu, cuyo partido Likud fue el segundo más votado en las recientes elecciones parlamentarias, pero quedando mejor posicionado para conformar una coalición de gobierno con los partidos más ultras y fascistas de Israel, incluyendo el de Avigdor Lieberman, un moldavo ultrarreaccionario que ha propuesto la utilización de armamento nuclear contra los palestinos.

La clase política sionista avanza hacia la conformación de un nuevo gobierno fascista, encabezado por Benjamin Netanyahu, cuyo partido Likud fue el segundo más votado en las recientes elecciones parlamentarias, pero quedando mejor posicionado para conformar una coalición de gobierno con los partidos más ultras y fascistas de Israel, incluyendo el de Avigdor Lieberman, un moldavo ultrarreaccionario que ha propuesto la utilización de armamento nuclear contra los palestinos.

El Partido Laborista, parte del ala «democrática» del fascismo sionista, decidió sumarse a una coalición con el próximo gobierno que encabezará Benjamin Netanyahu en una votación dividida.

El ministro de Defensa, Ehud Barak, impulsó la propuesta el martes a pesar del rechazo de correligionarios quienes advirtieron que la tendencia política «moderada» de los laboristas serviría sólo como fachada al Likud y a Netanyahu.

«Vamos a entrar a este gobierno … como una cola que se menea, nada más», señaló la legisladora Shelly Yacimovich.

El primer ministro designado de Israel, Benjamin Netanyahu, también llegó el lunes a un acuerdo con un partido religioso ultra ortodoxo, el Shas.

Netanyahu ha intentado crear una coalición de gobierno desde las elecciones parlamentarias del mes pasado. Su partido Likud consiguió 27 bancas y eso lo obligó a buscar aliados a fin de controlar la mayoría del parlamento, de 120 bancas. Tiene plazo hasta el 3 de abril para formar gobierno.

La semana pasada, Netanyahu llegó a un pacto con el partido ultraderechista Yisrael Beiteinu. El acuerdo otorga el cargo de ministro de Relaciones Exteriores al líder del partido, Avigdor Lieberman, un racista fanático que plantea exigir a los ciudadanos israelíes de origen árabe que hagan un juramento de lealtad con el estado de Israel, pues de lo contrario perderán su ciudadanía. También ha propuesto volver a trazar las fronteras de Israel para excluir a los ciudadanos árabes.

Lieberman ha señalado que no hay esperanza alguna de paz con los palestinos, y propone usar armamento nuclear a modo de «solución final» nazi-sionista.

Por su parte, el partido Shas se opone a ceder parte de Jerusalen a los palestinos en un posible acuerdo de paz. Ni siquiera permite que se discuta ese tópico en las negociaciones. La parte oriental de Jerusalen corresponde al Estado palestino como la capital de su futuro estado, de acuerdo con las fronteras de 1967.

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