Nicaragua. 14 de agosto de 1979: el FSLN expulsa a la Brigada Simón Bolívar

Brigadistas

Por: Orson Mojica (El Socialista Centroamericano)

La celebración de cada aniversario del triunfo revolucionario del 19 de Julio de 1979, también trae a nuestra memoria un hecho lamentable como fue la expulsión de los combatientes internacionalistas latinoamericanos organizados en la Brigada Simón Bolívar (BSB), quienes habían combatido militarmente al somocismo bajo la disciplina militar del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Este hecho no se menciona en los textos oficiales. Una fuerte amnesia histórica afecta a la izquierda, que se niega a revisar lo pasado.

La tradición las brigadas internacionalistas

La formación de brigadas de combatientes internacionalistas no es nueva, aunque es una tradición casi olvidada. En todas las guerras civiles modernas siempre se han formado destacamentos de hombres armados que han luchado contra la opresión, derramando su sangre por causas revolucionarias.

Durante la guerra civil española (1936-1939) se formaron diferentes brigadas de combatientes internacionalistas, que llegaron a reunir hasta 60,000 hombres (de los cuales murieron más de 15,000), quienes lucharon en el bando republicano contra el franquismo, el cual era apoyado militarmente por el Adolfo Hitler y Benito Mussolini. Las masacres que el stalinismo realizó contra combatientes internacionalistas, contra la izquierda española (anarquistas, miembros del POUM y trotskistas) borró la tradición de las brigadas internacionalistas.

Pero esta tradición resurgió en la guerra civil contra Somoza. En el año 1978, la guerrilla sandinista recibió apoyo militar encubierto del General Omar Torrijos. Guerrilleros sandinistas se entrenaron secretamente en cuarteles de la Guardia Nacional (GN) de Panamá, recibiendo armas y municiones para combatir a Somoza.

Bajo la venia del gobierno del General Torrijos, que acaba de que venía de negociar los tratados Carter-Torrijos, y no estaba seguro de su cumplimiento, se formó la Brigada “Victoriano Lorenzo” (en honor a un héroe que murió en 1903 defendiendo la soberanía de Panameña), que reforzó el apoyo militar a la guerrilla sandinista en el Frente Sur (frontera Nicaragua-Costa Rica). Uno de los comandantes de esta Brigada fue el medico panameño Hugo Spadafora, viceministro de salud del gobierno torrijista.

También hubo destacamentos de guerrilleros argentinos y de otros países de América Latina, que combatieron militarmente al somocismo.

La formación de la Brigada Simón Bolívar (BSB)

La convocatoria para constituir destacamentos de la BSB causó un tremendo impacto político en la izquierda de América Latina. La lucha del pueblo de Nicaragua contra la dictadura de Somoza, atraía muchas simpatías. Los gobiernos de América Latina comenzaban a distanciarse de la dictadura, al grado que la Organización de Estados Americanos (OEA), esa organización que el Che Guevara llamó “ministerio de colonias de Estados Unidos”, emitió una resolución en la que instaba al dictador Anastasio Somoza a abandonar el poder. Todos los vientos eran favorables al triunfo de la revolución nicaragüense.

El miércoles 13 de Junio de 1979, la dirección del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) de Colombia, afiliado a la Fracción Bolchevique de la Cuarta Internacional, –cuyo principal dirigente era el trotskista argentino Nahuel Moreno (1924-1987)–, en una conferencia de prensa en Bogotá, anunció la formación de la Brigada Simón Bolívar (BSB), para luchar militarmente contra Somoza.

Para evitar el casi seguro boicot de los gobiernos latinoamericanos, incluido al reaccionario gobierno de Colombia, los organizadores de la BSB tuvieron que engañar a los medios de comunicación. En realidad, cuando se hizo el anuncio de formación de la BSB, sus primeros combatientes internacionalistas ya se encontraban en los campamentos del Frente Sur, en un proceso de entrenamiento militar acelerado, para ir al campo de batalla a enfrentar las feroces ofensivas que las fuerzas elites de la Guardia Nacional (GN) de Somoza, descargaba contra las columnas guerrilleras del FSLN que intentaban tomas las colinas principales, para liberar una parte del territorio e instaurar a la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional.

A pesar que la Dirección Nacional Conjunta del FSLN aceptó la participación de la BSB, no permitió que actuara como unidad militar con conducción propia, sino que exigió que los miembros de la BSB combatieran como individuos dentro de las columnas guerrilleras del FSLN.

La conducción de la BSB

La BSB estaba coordinada por dirigentes trotskistas: los colombianos Darío González, Camilo González y Kemel George; los argentinos Nora Ciapponi, Miguel Soranz; el costarricense Marvin Wright Lindo, dirigentes panameños y por supuesto trotskistas nicaragüenses que se encontraban en el exilio.

Aunque el trotskismo latinoamericano, con Nahuel Moreno a la cabeza, habían tomado la iniciativa de recuperar la tradición de las brigadas de combatientes internacionalistas, en ella participaron activistas de izquierda y dirigentes sindicales que de manera entusiasta se alistaron para combatir militarmente a la dictadura somocista

La toma de Bluefields

A pesar que el FSLN no permitió que la BSB actuara como unidad militar dentro del ejército guerrillero, las necesidades de la guerra le impusieron enormes desafíos a la BSB.

Mientras se combatía intensamente en el Frente Sur, en combates de guerra semi regular, y la insurrección prendía en todas las ciudades de Nicaragua, la costa Caribe de Nicaragua esta en relativa paz. La conducción de la BSB ideó el plan de atacar por sorpresa el puerto de Bluefields, en ese momento la principal ciudad del entonces departamento de Zelaya.

Camuflados como pescadores, 70 combatientes de la BSB zarparon de Puerto Limón, Costa Rica, y atacaron sorpresivamente el cuartel de la GN en Bluefields, reduciéndolo rápidamente. De esta manera, mientras el sábado 19 de Julio de 1979 se celebraba el triunfo de la insurrección en Managua, ese mismo día los combatientes de la BSB izaban la bandera sandinista, símbolo de la insurrección, en Bluefields.

El destacamento que tomo Blueflieds era dirigido por el creol costarricense, Marvin Wright Lindo, dirigente del Partido Auténtico Limonense (PAL), quien como costeño tenia profundos lazos culturales, lingüísticos y de tradiciones con los costeños nicaragüenses, identificándose en sus reivindicaciones inmediatas.

Una efímera experiencia de gobierno obrero y campesino

Por órdenes de la Dirección Nacional Conjunta del FSLN, durante la insurrección contra Somoza se formaron gobiernos locales en las ciudades liberadas, incorporando a los miembros de la oposición burguesa, conforme los acuerdos que dieron origen a la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional.

Pero en Bluefields la situación fue completamente diferente. El gobierno local revolucionario no tuvo en su seno a ningún representante de la burguesía, sino que estuvo conformado por gente del pueblo. Inmediatamente la BSB se dio a la tarea de organizar sindicatos y milicias entre los trabajadores del puerto.

La organización de sindicatos en Managua

El otro contingente de la BSB que entró a Managua el 19 de Julio de 1979 como parte de las tropas del Frente Sur, inmediatamente, en medio del caos de la revolución, se concentraron en la actividad de organizar sindicatos en la zona industrial de la Carretera Norte, donde estaba concentrada la industria manufacturera. La mayoría de los miembros de la BSB tenían experiencias como dirigentes sindicales.

La identificación con los trabajadores nicaragüenses fue total. Estos recogieron firmas pidiendo al gobierno que otorgara nacionalidad nicaragüense a todos los miembros de la BSB,

El desarme de las milicias populares

Los recelos de la Dirección Nacional Conjunta del FSLN con la BSB aumentaron rápidamente. En ese momento el FSLN ya no luchaba contra Somoza, sino que era la principal fuerza política de un gobierno de coalición con la burguesía. Una de las principales órdenes del FSLN era desarmar las milicias, como organismos embrionarios de doble poder, para dar paso a la conformación de un ejército regular y una Policía, como nuevos pilares del Estado burgués en acelerado proceso de reconstrucción.

Y como era de esperarse, la conducción de la BSB se opuso al desarme de las milicias, siendo este el punto de ruptura total con la dirigencia sandinista.

La expulsión de los combatientes de la BSB

El 11 de agosto de 1979, hubo una marcha de todos los sindicatos organizados por la BSB solicitando al gobierno que los combatientes de la BSB, fueran considerados nicaragüenses. La situación era de mayor roce contra el gobierno de alianzas con la burguesía.

Por recomendaciones de Fidel Castro, la Dirección Nacional tomó la decisión de expulsar de Nicaragua a los miembros extranjeros de la BSB, congraciándose de esta manera con los burguesas que estaban espantados por el proceso de organización sindical impulsado por la BSB.

Los combatientes de la BSB que estaban en Bluefields fueron citados a una reunión a Managua. Y los que estaban en la capital, sentían la hostilidad de las tropas sandinistas. En realidad no hubo reunión, los miembros de la BSB fueron citados en un solo punto, desarmados, encarcelados y deportados a Panamá, donde las fuerzas de seguridad de Omar Torrijos los ficharon, golpearon e interrogaron y finalmente enviaron a sus países de origen.

Después de la expulsión de los combatientes extranjeros de la BSB, los sindicatos pasaron a formar parte de la naciente Central Sandinista de Trabajadores (CST).

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