Nigeria: Se fortalece la huelga general contra aumento de combustibles

Miles de personas se volvieron a echar hoy a la calle en Nigeria en la segunda jornada de la huelga general indefinida convocada contra el alza del precio del combustible, en la que murieron dos personas y el país volvió a quedar paralizado.

El país más poblado de África, con más de 150 millones de habitantes, y primer productor de petróleo de África se vio un día más afectado por el cierre de la mayoría de colegios, comercios, mercados, edificios oficiales, aeropuerto y puertos marítimos.

Miles de personas se volvieron a echar hoy a la calle en Nigeria en la segunda jornada de la huelga general indefinida convocada contra el alza del precio del combustible, en la que murieron dos personas y el país volvió a quedar paralizado.

El país más poblado de África, con más de 150 millones de habitantes, y primer productor de petróleo de África se vio un día más afectado por el cierre de la mayoría de colegios, comercios, mercados, edificios oficiales, aeropuerto y puertos marítimos.

Los dos principales sindicatos nigerianos, el Congreso de Sindicatos (TUC) y el Congreso del Trabajo de Nigeria (NLC), convocaron el paro después de que el Gobierno anunciara el Día de Año Nuevo la retirada de un subsidio al combustible.

La medida provocó que el precio de la gasolina se disparara de 0,40 dólares a 1,30 dólares el litro, con el consecuente aumento del coste de la gran mayoría de productos y servicios, sobre todo el del transporte.

El enojo de muchos manifestantes se sintió hoy en las principales ciudades de Nigeria, donde los ciudadanos creen que es su derecho disfrutar de una gasolina barata por ser una nación rica en petróleo.

La nota trágica del día se vivió en Lagos, capital administrativa del país, donde dos personas murieron al ser atropelladas por un autobús que intentó evitar una fogata prendida por manifestantes, explicaron a Efe testigos presenciales en el lugar del accidente.

El autobús embistió primero a una motocicleta con tres personas a bordo, de las que una resultó muerta, y después atropelló a un peatón que también perdió la vida.

«Aparentemente, el conductor decidió acelerar sobre la barricada levantada por los manifestantes y el autobús se llevó por delante una okada (nombre local de las motocicletas dedicadas a transportar pasajeros)», dijo a Efe un hombre que se identificó como Tunde.

Se trata de la tercera víctima mortal registrada en Lagos desde que empezara la huelga este lunes, cuando un joven falleció por disparos de un policía que ha sido detenido.

Sin la violencia de ayer, que causó al menos tres muertos (el diario «Vanguard» habla de hasta doce), la segunda jornada de huelga transcurrió marcada por la tensión.

En el estado de Oyo (suroeste), las autoridades declararon un toque de queda para facilitar la represión.

Medidas similares se han adoptado en los estados de Plateau (centro), Edo (sur), Gombe (norte) y Kano (norte), donde este lunes murieron al menos dos personas.

En el estado de Kaduna (norte), los dos principales sindicatos nigerianos anunciaron la suspensión de protestas callejeras para evitar disturbios.

La falta de actividad fue palpable en ciudades tan importantes como Lagos y Abuya, capital administrativa de Nigeria y donde oficinas públicas y privadas no abrieron su puertas.

En Lagos, urbe más poblada de Nigeria con unos 15 millones de habitantes, las calles, caracterizadas por sus atascos de tráfico, estaban casi desiertas, mientras los aeropuertos y los muelles del puerto permanecieron cerrados.

En Abuya, el presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, reunió a los responsables de las fuerzas de seguridad para analizar la huelga, en tanto que las partes del conflicto, de momento, no ceden en sus posiciones.

Jonathan afronta uno de los momentos más delicados desde su reelección como presidente el año pasado, pues la huelga coincide con una gran inseguridad por los recientes ataques contra cristianos en el norte del país, de mayoría musulmana, atribuidos al grupo terrorista islámico Boko Haram, que han causado decenas de muertos.

Amenazan a empleados públicos con no pagarles si hacen huelga

Este miércoles tiene lugar la tercera jornada de huelgas en Nigeria contra la quita de subsidios al combustible por parte del gobierno, lo que ha disparado el precio de la gasolina.

El gobierno advirtió a los trabajadores del sector público -con un rol central en la huelga- que no recibirán su salario si no regresan a sus puestos de trabajo.

Un corresponsal de la BBC en Lagos asegura que el presidente, Goodluck Jonathan, está recibiendo una creciente presión por parte de políticos para reinstaurar el subsidio del petróleo.

Para reprimir posibles disturbios, la policía desplegó más de 23.000 agentes en el estado de Lagos. Sin embargo, la violencia en el país tiene varios frentes abiertos.

Violencia sectaria en auge

Al menos ocho personas, entre ellos un policía, fallecieron en un atentado contra un bar en la ciudad de Potiskum, en la región de Yobe, al noreste de Nigeria. Este ataque, que tuvo lugar en la pasada noche del martes, se le atribuye a la secta de musulmanes integristas Boko Haram, grupo islamista radical que posteriormente asumió la autoría.

«Los miembros del grupo asaltaron el local y abrieron fuego contra los clientes», relató una testigo. «Cuando mis amigos y yo estábamos saliendo del bar, vimos que entraban tres hombres. Poco después escuchamos los disparos y corrimos para salvar nuestras vidas», añadía Dauda Waziri.

Este sangriento atentado pasa a ser uno más de la larga lista que ha cometido en las últimas semanas (al menos 70 muertes) la banda Boko Haram, que desde hace meses propaga el terror en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana. Esta secta integrista rechaza el modo de vida occidental y se autodenominan los «talibán de Nigeria».

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