Orlando Chirino: el aumento del salario mínimo es una burla a los trabajadores
Este martes, el dirigente sindical revolucionario Orlando Chirino participó en un programa televisivo en la estación Televen, en el que debatió con el diputado del PSUV Francisco Torrealba, el economista Maxim Ross, y un representante del Frente Socialista de Trabajadores del PSUV.
Este martes, el dirigente sindical revolucionario Orlando Chirino participó en un programa televisivo en la estación Televen, en el que debatió con el diputado del PSUV Francisco Torrealba, el economista Maxim Ross, y un representante del Frente Socialista de Trabajadores del PSUV.
El economista Ross, sin ocultar su filiación derechista, abogó por la libre competencia y el apoyo al empresariado capitalista, planteando que el aumento del salario mínimo debía ir acompañado de estímulos para que la burguesía aumente la producción.
En la misma línea reaccionaria, una intervención pregrabada del presidente de Fedecámaras, Noel Álvarez, criticó que el aumento del salario mínimo fuera para todos los trabajadores, sin tomar en cuenta el rendimiento individual de cada uno de ellos.
Francisco Torrealba, ex dirigente sindical y diputado del PSUV ante la Asamblea Nacional, consideró satisfactorio el aumento de salario, y al ser cuestionada la unilateralidad de la medida, aseguró que el aumento había sido consultado con las bases trabajadoras del país, afirmación que sorprendió a los presentes en el programa. Según Torrealba, el aumento no fue mayor para evitar efectos inflacionarios, y debía confiarse en las demás medidas económicas tomadas por el gobierno nacional para defender el salario de los trabajadores. En este sentido, Torrealba consideró que, aunque parecería ser insuficiente el aumento, debía analizarse como parte de un conjunto de medidas económicas que, según él, benefician a la población.
Por su parte, el dirigente del FST del PSUV planteó que los aumentos de salario eran parte de una «cultura de la Cuarta República», y que había que superar el «reivindicativismo» y las exigencias de aumentos salariales, y que más bien había que concentrarse en exigir mejoras sociales, como planes vacacionales a cargo del Ministerio de Turismo, como parte de los nuevos «contratos socialistas».
Esta intervención fue fustigada por Orlando Chirino, quien explicó que un dirigente sindical que no luche por salario es un dirigente vendido a la patronal. Chirino también desmintió categóricamente que el aumento de salario hubiera sido discutido con las bases trabajadoras, recalcando el carácter unilateral del aumento decidido por el presidente Chávez.
Chirino consideró que el aumento salarial es una burla para los trabajadores, pues ha sido antecedido por una devaluación brutal, por la liberación y el aumento de los precios de los alimentos; y en definitiva el salario mínimo no toma en cuenta, como exige la Constitución, el monto de la canasta básica.
El dirigente de CCURA y la Unidad Socialista de Izquierda indicó que el gobierno adelanta una política de desconocimiento y congelación de las contrataciones colectivas, citando casos como el contrato de los trabajadores eléctricos, que no ha sido honrado aún; el caso de los trabajadores petroleros, que no han recibido el mísero aumento pactado por la burocracia sindical; el caso de los trabajadores del propio Ministerio del Trabajo, que luego de 17 años sin discutir contrato colectivo finalmente conquistaron este derecho, pero el Ministerio incumple el contrato pactado. Rechazó asimismo la violación constante al decreto de inamovilidad laboral por parte del propio Estado, así como el desconocimiento de las órdenes de reenganche en el sector público y privado. En materia de libertad sindical, explicó que las Inspectorías del Trabajo suelen comportarse como agencias del partido de gobierno, congelando pliegos conflictivos y legalizando sindicatos paralelos, todo al servicio de patronos y la burocracia sindical del PSUV.
Finalizó llamando a la movilización de los trabajadores por un aumento general de sueldos y salarios.