Orlando Chirino: «Todos los trabajadores debemos repudiar el ataque del gobierno contra los trabajadores de Ferrominera»

«Para nosotros no cabe la menor duda de que en Ferrominera estamos ante una política de Estado salvajemente capitalista y antiobrera, que demuestra que el discursito del presidente Chávez sobre el socialismo no tiene ningún asidero en la realidad. Lo que allí sucede es parte de una política del gobierno contra la clase trabajadora de Guayana, para derrotarla y controlar a las organizaciones sindicales, y dejar así el camino libre a la entrega de las empresas básicas a las transnacionales chinas o a la europea Glencore, a través de empresas mixtas o ventas a futuro de materias primas”.

«Para nosotros no cabe la menor duda de que en Ferrominera estamos ante una política de Estado salvajemente capitalista y antiobrera, que demuestra que el discursito del presidente Chávez sobre el socialismo no tiene ningún asidero en la realidad. Lo que allí sucede es parte de una política del gobierno contra la clase trabajadora de Guayana, para derrotarla y controlar a las organizaciones sindicales, y dejar así el camino libre a la entrega de las empresas básicas a las transnacionales chinas o a la europea Glencore, a través de empresas mixtas o ventas a futuro de materias primas”.

Así se expresó Orlando Chirino, dirigente nacional de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura) y del Partido Socialismo y Libertad (PSL). Como se sabe, 8 trabajadores de Ferrominera fueron despedidos ilegalmente, y la semana antepasada emprendieron una protesta encadenándose a uno de los portones de la empresa.

Guayana es indudablemente la región del país en la que la clase trabajadora se moviliza con mayor intensidad en defensa de sus derechos, en la mayoría de los casos contra los atropellos patronales perpetrados por la burocracia gubernamental que maneja las empresas básicas. Ferrominera del Orinoco (FMO) ha sido uno de los escenarios de esta batalla de grandes dimensiones entre los trabajadores y un gobierno que dice ser socialista y «obrerista» pero que no ha dudado en pactar acuerdos entre las empresas básicas y capitales transnacionales.

Este es el más reciente episodio producto de una política dirigida desde el gobierno nacional para aplastar a uno de los bastiones fundamentales de la resistencia obrera en Guayana.

Según Chirino, «todo esto es parte de una orientación estratégica que busca corporativizar al movimiento obrero para destruir sus conquistas y liquidar cualquier posibilidad de independencia política de los trabajadores. Hemos denunciado que esto es lo que está detrás de la aprobación de la nueva Ley del Trabajo, la cual limita el derecho a huelga así como el carácter autónomo de las organizaciones sindicales».

Chirino agregó que los trabajadores y dirigentes sindicales deben solidarizarse con los trabajadores encadenados en Ferrominera, y agregó que «estos trabajadores vienen siendo perseguidos y criminalizados por el gobierno nacional, con la ayuda de los burócratas sindicales de la nueva central bolivariana gobiernera, que son el colmo de la genuflexión y el entreguismo. En ese sentido, repudiamos las declaraciones del fulano control obrero compuesto por sindicaleros rojos, rojitos, que han dicho que la justa lucha de los trabajadores despedidos es un show mediático».

Chirino denunció que el ataque contra Ferrominera y sus dirigentes clasistas no es nuevo, y recordó el caso de Rubén González, a quien el gobierno puso preso en el 2009 por ponerse a la cabeza de una legítima huelga de trabajadores, «hasta que la movilización de los trabajadores le dobló el brazo y tuvo que liberarlo el año pasado».

«Como se sabe, cuando tocaba elegir una nueva comisión electoral para elegir la directiva de Sintraferrominera, en junio del año pasado, las bandas armadas del Psuv disolvieron a tiros la asamblea de trabajadores, matando a un trabajador e hiriendo a dos más. En ese momento es que el gobierno ve una nueva oportunidad para completar la arremetida contra los trabajadores, y un mes después de la acción violenta del grupo de choque del Psuv, la patronal despide ilegalmente a ocho trabajadores que habían dado su testimonio al Cicpc sobre el ataque. Pero la cosa no para ahí. Hace un mes se realizó la elección de la comisión electoral de Sintraferrominera. Con el argumento de que podía haber violencia, el gobierno controló totalmente un acto sindical que únicamente compete a los trabajadores. La planta en la que se realizó la elección estuvo custodiada por la Guardia Nacional, la policía regional, hasta la policía política del Sebin, había varios efectivos con armas largas dentro del edificio, y otros con cámaras filmadoras registrando toda la actividad. La gerencia de Ferrominera también filmaba la asamblea. Para asegurarse un resultado favorable a la burocracia sindical del Psuv, la votación se hizo a mano alzada».

Chirino planteó que todo esto pone en evidencia que «el gobierno está yendo a fondo en su objetivo de destruir la autonomía sindical. Por eso es tan importante apoyar la lucha de los trabajadores despedidos por su reenganche».

Chirino realizó un llamado a todas las organizaciones sindicales de Guayana a solidarizarse con los trabajadores de Ferrominera, y discutir la posibilidad de convocar a huelgas de solidaridad por el reenganche de estos ocho compañeros y el retiro de las calificaciones de despidos que afectan a otro grupo de trabajadores de esa empresa.

Finalizó planteando que «esta es una oportunidad para conformar un Frente de Trabajadores de las Empresas Básicas en defensa de los contratos colectivos, contra la criminalización de la protesta y contra la entrega de las empresas de Guayana a los capitales transnacionales. Solamente con la unidad de la clase trabajadora podremos derrotar la política capitalista y antiobrera del gobierno».

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