Otra farsa más en Honduras: Congreso vota en contra de Zelaya
La mayoría del Congreso hondureño votó el miércoles para ratificar el decreto del 28 de junio que ordena la destitución del presidente Manuel Zelaya, sacudiéndose la presión internacional tras un golpe de Estado que ha dejado aislado al país.
La mayoría del Congreso hondureño votó el miércoles para ratificar el decreto del 28 de junio que ordena la destitución del presidente Manuel Zelaya, sacudiéndose la presión internacional tras un golpe de Estado que ha dejado aislado al país.
La votación en el Congreso aún no termina, pero más de dos terceras partes de los diputados han sufragado en favor de ratificar el decreto de destitución.
«Prácticamente se muestra que hay una voluntad de continuar con el golpe de Estado… desconocieron el acuerdo Tegucigalpa-San José», dijo a la AP la diputada Gladys del Cid, del Partido Liberal. Esto no es niguna novedad, pues el acuerdo suscrito por Zelaya y los golpistas dejaba en manos del Congreso la restitución del presidente constitucional, lo cual supuso una claudicación total por parte del zelayismo.
Aunque ese acuerdo, auspiciado por Estados Unidos y la Organización de los Estados Americanos, estipulaba que el Congreso debía votar sobre la restitución del depuesto mandatario, el jefe de bancada del Partido Nacional, Rodolfo Irías, presentó una moción para que los diputados votaran sobre si ratificaban el decreto de destitución.
Ese decreto, el 141-2009, estipula que «el accionar irregular del señor José Manuel Zelaya, es suficiente motivo para que este congreso proceda a reprochar su conducta». Además, le acusa de «reiteradas violaciones a la constitución y las leyes y la inobservancia de las resoluciones y sentencias de los órganos jurisdiccionales». El decreto golpista no especifica cuáles serían esas violaciones a la constitución.
Zelaya y el presidente de facto Roberto Micheletti firmaron el acuerdo de Tegucigalpa-San José para poner fin a la crisis política. En el quinto punto el acuerdo dejó en manos del Congreso la restitución del presidente. Luego de haber apostado al imperialismo y a un pacto con los golpistas, el zelayismo se lamenta de su suerte.
La fiscalía, comprometida en el golpe, asegura que no es posible «retrotraer el orden jurídico a su estado anterior al golpe», mientras que la Corte Suprema de Justicia, también favorable a los gorilas, aseguró que Zelaya debería responder antes a las acusaciones judiciales que pesan en su contra.
Los líderes de facto se vieron fortalecidos por el anuncio del gobierno de Obama de que reconocería las viciadas elecciones organizadas por el gorilismo.
Zelaya, desde la embajada de Brasil donde está recluido desde el 21 de septiembre cuando volvió al país de forma subrepticia, ha dicho que no volvería a la presidencia por dos meses, aún si se lo pidieran.
El régimen de facto justificó la separación de Zelaya del cargo con base en que habría violado la constitución al intentar consultar a la población sobre si era necesario hacer una Asamblea Constituyente.
Frente al Congreso, unos 300 miembros del Frente de Resistencia Contra el Golpe de Estado protestaban frente a un numeroso cordón policial que bloqueó las calles de acceso a la sede parlamentaria.
Los diputados votaron luego que les proyectaron un video con el que el gobierno de facto y el Congreso reseñan los acontecimientos que precedieron al golpe de Estado.
El corto audiovisual, una pieza propagandística de ultraderecha, inicia con la pregunta: «¿Qué hace un estado de derecho cuando el presidente desconoce los poderes del estado?».
En el video, el Congreso justifica el golpe de Estado y las violaciones a los derechos humanos del pueblo hondureño planteando la peregrina idea de que Zelaya violó la ley al intentar hacer una consulta popular para determinar si los hondureños votarían para instalar una asamblea nacional constituyente en las elecciones de noviembre.