Pacto Chávez-Globovisión: levantan medidas cautelares contra Zuloaga
Foto: Chávez y Ravell, en la primera época del gobierno
Comienzan a salir a la luz pública aspectos de la negociación entre el gobierno y los accionistas mayoritarios del canal de televisión Globovisión, que culminó con la salida del director del canal, Alberto Federico Ravell, y con el levantamiento de la medida cautelar de prohibición de salida del país que pesaba sobre Guillermo Zuloaga, accionista del canal.
Foto: Chávez y Ravell, en la primera época del gobierno
Comienzan a salir a la luz pública aspectos de la negociación entre el gobierno y los accionistas mayoritarios del canal de televisión Globovisión, que culminó con la salida del director del canal, Alberto Federico Ravell, y con el levantamiento de la medida cautelar de prohibición de salida del país que pesaba sobre Guillermo Zuloaga, accionista del canal.
Zuloaga lleva abierta una causa judicial en su contra por usura, debido al acaparamiento de vehículos detectado en los terrenos de una vivienda de su propiedad. Luego de la salida de Ravell, el empresario fue premiado con el levantamiento de la medida de prohibición de salida del país que pesaba en su contra. Zuloaga desmintió que hubiera una negociación detrás de esta «casualidad», pero ya periodistas de diversos medios venían reseñando el inminente desenlace de las diferencias entre Ravell y los demás accionistas de Globovisión. Ravell, representante de la línea dura de la derecha venezolana, quedó aislado luego de que un fuerte viraje a la derecha por parte del gobierno haya llevado a la cada vez mayor normalización de las relaciones entre Chávez y la burguesía. La mayor parte de los sectores burgueses que apoyaron el golpe de Estado y el sabotaje petrolero hoy en día han pactado con el gobierno, quien ahora se presenta como garante del capitalismo y aboga por una alianza con la burguesía.
Los sectores duros de la derecha han perdido protagonismo, y en muchos casos son vistos por la mayor parte de la burguesía como un estorbo para las jugosas negociaciones que entablan con el gobierno procapitalista de Chávez. Evidentemente, Chávez no representa ninguna amenaza para la burguesía, y ha demostrado estar más que dispuesto a pactar con los antiguos golpistas, otorgándoles amnistía y cuantiosas ventajas económicas.