6 diciembre, 2024

Para nosotros el socialismo no son cálculos ni manuales

Las fuerzas productivas como timón del socialismo

Para el pasado 17 de enero los militantes del Frente Socialista de Trabajadores de Guayana (FSTG), nos planteamos un debate sobre la transformación de las empresas básicas en empresas socialistas, entre los invitados estuvo el ministro para el trabajo el compañero Roberto Hernandez, quien realizó una ponencia sobre el papel de la clase obrera en el actual proceso revolucionario que vive Venezuela, ponencia esta que abre un debate mucho más profundo sobre el sujeto de la revolución, el bloque social revolucionario, el estado y la fuerzas productivas, como las experiencias consejistas de Italia y los sindicatos de Polonia, visto esto dentro de la transformación de las relaciones de producción.

Las fuerzas productivas como timón del socialismo

Para el pasado 17 de enero los militantes del Frente Socialista de Trabajadores de Guayana (FSTG), nos planteamos un debate sobre la transformación de las empresas básicas en empresas socialistas, entre los invitados estuvo el ministro para el trabajo el compañero Roberto Hernandez, quien realizó una ponencia sobre el papel de la clase obrera en el actual proceso revolucionario que vive Venezuela, ponencia esta que abre un debate mucho más profundo sobre el sujeto de la revolución, el bloque social revolucionario, el estado y la fuerzas productivas, como las experiencias consejistas de Italia y los sindicatos de Polonia, visto esto dentro de la transformación de las relaciones de producción.

Como parte del debate que se debe impulsar en todo proceso revolucionario me veo en la necesidad de responder ante lo expuesto por el compañero Roberto Hernández.

Harto de esas escrituras esquisantes y falsamente asépticas que hoy popilla en academias, editoriales del sistema, grandes periódicos y otros burdeles con prestigio, se trata de recuperar el carácter romántico del marxismo. La revolución como un sueño apasionado y empapado de imaginación: el único camino deseable, posible y realista para nuestros pueblos. Nestor Konhan

El compañero Roberto Hernández comenzó reivindicándose como marxista, hecho este que nos une dentro del campo revolucionario, ahora bien, ¿de que marxismo hablamos? ¿cómo hacemos una interpretación revolucionaria del marxismo para el momento histórico que vivimos dentro de la revolución continental nuestramericana? son tareas impostergables, de allí que la revolución la concebimos como un debate permanente de corrientes revolucionarias que pugnan por la construcción de una nueva hegemonía, por la transformación radical de la sociedad, donde el pensar y repensar nuestra praxis es tarea diaria de este proceso, mantener el criterio que todo está en los manuales como un dogma es un grueso error, como también de la mala interpretación que muchos bolivarianos le han hecho al viejo maestro soñador nuestroamericano: el compañero Simón Rodríguez, quien nos enseña que debemos partir de nuestras raíces históricas y culturales para la construcción de la nueva institucionalidad americana; o como lo diría el gran marxista peruano Mariátegui: ni copia ni calco, estos nuevos bolivarianos tratan de partir de cero, negando los aporte de revolucionarios y pueblos que lucharon y luchan por la emancipación, mas aún nuestra corriente histórica social; entendemos entonces el marxismo como una teoría para el accionar revolucionario, partiendo de una interpretación que surja de nuestras propia raíces históricas culturales que nos lleve a una praxis libertaria, por eso concebimos el marxismo como el encuentro práctico teórico de la subversión de la sociedad.

El sujeto de la revolución

Coincidimos compañero ministro en que el sujeto de la revolución es la clase obrera, ya que en ella recae la contradicción fundamental que esta sociedad expresa: capital vs. trabajo; ahora bien, estamos de acuerdo también en que no necesariamente por ser obrero se es revolucionario, ya que para poder reproducirse el capital necesita del consenso, de allí que todo el poder mediatizador del enemigo está montado contra la clase obrera, la enajenación del trabajo unida a la alienación social basada en el consumo e individualismo, permitiendo que se reproduzca.

Pero, se sigue viendo la organización de la clase subordinada a un aparato por arriba, capaz de dirigirla (partido) con una dirección “clara”, de allí que toda organización de la clase y sectores explotados se convierten en correa transmisora del aparato, se discute y se hace lo que la dirección PRECLARA determine, esta realidad que fue uno de los elementos mas vergonzantes del socialismo real, se sigue reproduciendo en nuestro proceso. El temor a entender que la clase obrera debe tener y reivindicar su autonomía e independencia como clase, lleva a reglamentar todo tipo de organización, quien se oponga es tildado de contra, de anarquista o de ultra izquierdista (que para mi lo de anarquista o ultra no es un insulto) entonces, encontramos que la organización de la clase se reduce a célula de partido, sindicatos y centrales sin independencia de clase, sin un programa propio, a no partir de su propia autonomía, esto hace que no se diferencien en lo orgánico ni en su praxis de los sindicatos y centrales de la derecha, y privan los intereses ajenos a la clase. Ésta se divide en fracciones (no corrientes) auto proclamada (nadie la eligió), convirtiéndose en ejecutora de políticas ajenas a ella, subordinándose a una dirección (partido y fracciones de este) que no es clase ni expresa los intereses reales y estratégicos de ella, como es la eliminación de la explotación del trabajo y del estado como elemento estratégico, en otras palabras, el comunismo.

Esta subordinación de la clase, para muchos bolivariana, es necesaria (llamado socialismo del siglo XXI o socialismo bolivariano), pues se habla de un nuevo sujeto que se está formando dentro del proceso, que no importa de donde viene ni que hace, es en fin un sujeto que integra la multitud, una multitud que aparece dentro de la llamada modernidad y las nuevas luchas que hoy el neoliberalismo confronta, que luego de la derrota en los diversos intentos por la construcción de una nueva sociedad, cada quien se núcleó bajo sus intereses grupales separando o fragmentando las luchas, de allí la lucha de las mujeres, de los sin tierra, de los excluidos, de los indígenas etc., luchas justas pero que no se reencuentran bajo un propio programa de clase, también podríamos decir que nacen como producto de la repuesta a la trampa montada por la derecha y su sociedad civil (ONG, Fundaciones, etc.). Éstas luchas que no representan realmente la principal contradicción (capital vs. trabajo), se convierten en las nuevas banderas de este nuevo sujeto, por el cuento de que nuestro proceso es atípico y que se está formando un nuevo sujeto, sin nexo orgánico con la clase, este sujeto son los intelectuales de la pequeña burguesía, los funcionarios del partido y los militares, estos últimos aparecen como los salvadores de la revolución, buscando borrar toda memoria de lucha revolucionaria, haciéndonos ver que la democracia burguesa era una democracia reformista y la actual es revolucionaria por el hecho simple de la participación sin decisión de los sectores populares, apareciendo un nuevo fetiche, el de la participación, participas tu, él, nosotros, pero decide la burocracia, qué democracia protagónica bien “concebida” tienen estos nuevos sujeto del proceso.

Entonces, entendemos que la lucha de la clase se reafirma cuando su objetivo es la eliminación de la explotación, de allí la transformación de las relaciones sociales del capital, que son de propiedad, mercantiles y división social del trabajo, mas la opresión política que estas generan y que aparecen invisibles convirtiéndose en un elemento natural de la sociedades humanas, como también se reafirma la lucha de clase con la eliminación del estado, ya que este es un órgano de dominio, la clase lucha o debe luchar por la liberación de la raza humana, tarea nada fácil, pero necesaria si realmente creemos que de trabajadores debemos pasar a libres productores, hombres libres.

Ahora bien, la lucha del proletariado necesita las alianzas entre la clase y sectores sociales que luchan contra la explotación y la opresión del capital, es por eso que la clase plantea la construcción de un bloque histórico, donde se agrupe con sectores que son necesarios, en él encontramos a los campesinos como clase, a los sectores explotados, al movimiento de mujeres, a los trabajadores culturales, a los estudiantes, indígenas, intelectuales, homosexuales y lesbianas, artesanos, entre otros, bloque éste donde debe existir la mas amplia democracia tanto en el debate y discusión como también en su organización, sin negar en él las diversas formas de lucha y de organización, como también el respeto de esa diversidad donde la creatividad subjetiva es fundamental, ya que en él se expresan y se encuentran diversas expresiones de los colectivos en lucha. Es un bloque para el combate tanto de calle como de ideas, es un bloque orgánico, con vida propia, capaz de tener una creatividad negadora de los aparatos burocráticos, no es una organización formada para el reparto electoral, no, es una organización para la contra hegemonía, por lo tanto el proletariado se encuentra con los sectores y clases aliadas que tienen luchas y deseos de libertad comunes, no iguales pero si comunes, no para el encuentro con sus enemigos de clase, la burguesía. Por lo que pensar que entre burguesía y trabajadores hay coincidencia en la lucha contra el capital internacional es un absurdo, ya que la burguesía esta subordinada al capital internacional, siempre lo ha estado, mucho antes de aparecer el imperialismo ya ésta impulsaba la división internacional del trabajo y la clase impulsaba la organización internacional de los trabajadores para luchar contra la explotación.

Entonces se concibe el bloque social como una organización amplia de respeto interno con los sectores sociales, clases y movimientos en lucha que agrupa para el combate, manteniendo un debate permanente sobre el pasado, presente y futuro, es el encuentro de lucha y festejo revolucionario, es el encuentro por la vida sin temerle al combate, tal como lo enunciara el Che.

Es desde la hegemonía bolchevique dentro del movimiento internacional que se expresan y acuerdan en los países coloniales y neocoloniales la alianza con la burguesía, para con una ley por etapas, pasar primero por el programa democrático burgués, y luego al socialismo después que se cumplan las tareas democráticas burguesas y se desarrollen las fuerzas productivas, esta política impuesta al movimiento comunista internacional también llevaba la participación en las instituciones burguesas, terminando por parecerse o reproducirse en el seno de las organizaciones obreras la sociedad a combatir.

Los partidos obreros donde se expresaba la sociedad de los iguales como rechazo a la de división social del trabajo, se convirtieron en partidos de cuadros, donde una dirección decidía y decide por su militancia, expresando la aberrante división entre dirigente y dirigido. La política deja de ser un elemento creador del colectivo militante y se convierte en una tarea de especialista haciendo de este ejercicio, un ejercicio privado de un grupo capaz de pensar por los demás, con una democracia ficticia ya que se discute lo acordado por la dirección que piensa y todos tenemos el derecho de opinar pero es la dirección quien decide.

Mientras la clase permanece en sus puestos de trabajo con la única libertad de producir, los sindicatos se convierten en sindicatos de profesionales, que se dedican a tiempo completos a su actividad sindical y del partido, separándose de la clase y de su trabajo. El sindicato deja de ser un órgano de lucha contra la explotación para convertirse en un negociador de la venta de la fuerza de trabajo, peores son nuestras centrales, ninguna es elegida por la base, los hombres y mujeres que la conforman son impuestos por el partido y su diversas fracciones, hablan en nombre de la clase y nunca se reúne con ella, en fin, terminan siendo candidatas y candidatos para la representaciones en los órganos de elecciones del estado.

Estamos en una transición, esta transición esta entre el capitalismo y el socialismo. Roberto Hernández, Ministro del Trabajo.

El socialismo, es el capitalismo bien hecho por los trabajadores. Abrahán Mussa Vice ministro

El problema del socialismo

Al parecer se ve o se entiende que son procesos por etapa: se debe cumplir con la fase democrática burguesa, para luego pasar a la propuesta socialista y ésta se ve como un elemento solo o fundamentalmente económico, de desarrollo de las fuerzas productivas, ésta pasa muchas veces como un hecho neutral y dentro de éste hecho económico no se pone en discusión la ciencia y la tecnología, desde la época de la revolución rusa hasta nuestros días electrificar, construir tractores, casas, es socialismo. Se desconoce el debate de las necesidades y como hacerlo, con quien hacerlo y para quien, los planes son aprobado sin discusión en el seno del pueblo, éste se convierte en un ejecutor de los planes, quien ponga a discusión dichos planes y el como hacerlo se convierte en un disidente, esta experiencia del llamado socialismo criminalizó la creatividad del pueblo, su investigaciones, la represión fue un una manera de acallar la disidencia y no hablamos de la derecha, hablamos de la creatividad revolucionaria.

Hoy en nuestro proceso la intolerancia en el debate se manifiesta dentro del estado, gobierno y partido, las políticas trazadas no nacen de las aspiraciones y deseos del pueblo explotado, si bien se discute muchas veces sobre política ésta siempre esta subordina a lo ya acordado, toda organización se legaliza y se trata de normalizar; el temor que una nueva institucionalidad nazca desde las luchas populares negadora del estado burgués, con plena autonomía e independencia de clase pareciera una aventura, la revolución entonces esta enmarcada sobre cálculos y leyes que permitan su realización por los planes y manuales académicos, esto es contrario a toda dialéctica revolucionaria. .

La emancipación del proletariado es obra del proletariado mismo. Carlos Marx

La lucha por el socialismo nace tal como lo planteara el viejo revolucionario alemán, desde el mismo momento que la clase se organiza, se debe expresar en su organización la sociedad soñada, en palabras de Marx en las “organizaciones obreras debemos prefigurar la sociedad comunista, son organizaciones de los iguales” aquí Marx nos plantea que desde el mismo momento que la clase se organiza revolucionariamente debe ir construyendo su contra hegemonía, tal como lo plantea el comunista italiano Antonio Gramsci, la clase en la lucha contra el capital dentro de la misma sociedad capitalista desarrolla una dualidad que permite desembocar en la revolución, esto permite que la organización obrera revolucionaria trabaje por la conciencia revolucionaria y a la vez la organización exprese una nueva institucionalidad negadora de la sociedad del capital, ya este viejo soñador alemán cuado se le pidió que escribiera que era el socialismo nos dijo, “que es el socialismo no lo se, lo que si se es como funciona el capital y su relaciones sociales y el socialismo debe ser su total negación, para poder avanzar a la sociedad comunista”.

Del socialismo que hablamos es la más férrea dictadura contra la clase burguesa, ya que ellos pierden sus derechos políticos y económicos, la amplia democracia en el seno del pueblo trabajador, no es un socialismo de imposición al pueblo con leyes y decreto sacado de libros y manuales, es la construcción conciente y orgánica de la nueva sociedad en una lucha permanente para la construcción del hombre nuevo, por lo tanto, son las bases subjetivas mas que las objetivas la que prevalecen, como ejemplo tenemos el paro petrolero, por mas campaña de guerra que nos impuso el enemigo, pudimos salir adelante por que pusimos la política al mando, se debelo la lucha de clase, reconociendo la capacidad movilizadora del pueblo y lo mas importante fue el llamado de la clase a asumir la industria petrolera, fue entonces el saber de la clase que se impuso e hizo posible la puesta en marcha de dicha industria. Esta experiencia fue tan rica que de inmediato se paralizó todo avance de la clase, la nueva tecnocracia fue asumiendo el poder desalojando la insipiente experiencia de control de los trabajadores, esta tecnocracia fue apoyada desde la nueva gerencia, que reproduciendo la vieja, aparecen como técnicos neutrales, no politizados, es por eso que en la construcción del socialismo es donde se profundiza la lucha de clase, es allí donde se desatan los demonios, la clase y los sectores aliados asumen por completo todo el quehacer político, para no dar concesión a la reproducción del dominio, de la burguesía que con el manto de la técnica y el saber y su neutralidad reproducen la sociedad en que fueron formados.

El soñar no cuesta nada. Dicho burgués

Del socialismo que hablamos tal vez parezca una insolencia para la vieja ortodoxia “comunista” ya que si bien es cierto se entiende esto como una utopía, nosotros afirmamos que el pueblo sin fe y pasión, sin sueño y esperanza en lo que esta construyendo no tiene valor alguno. Si bien la democracia burguesa “permite” el llamado libre pensamiento, haciendo de éste una simple reflexión académica encerrada en paredes que no ponga en juego su dominio, si ésta demuestra peligro, es también perseguido a sangre y fuego. En el llamado socialismo real tan defendido por la ortodoxia también se criminalizó el pensar y la creatividad revolucionaria; larga es la lista de revolucionarios encarcelados y exterminados, otros al exilio, desde la oposición obrera pasando por la resistencia de las milicias ucranianas, los soviet de kronstadt hasta la acusaciones al Che, Mariátegui y todo aquel que desde sus ideas y acción contradijeran la líneas impuestas por la burocracia. Del socialismo entonces compañero, este socialismo nuestroamericano que se cruza con el África y Asia es que permite el accionar reflexivo, sin atadura, sin bozales, sin santos petrificados, sin manuales de ABC, es el socialismo militante de carne y hueso como redención terrenal, que habla wuayu, quechua, suena a tambor y huele a barro.

El compañero Roberto Hernández, entre las acusaciones contra la organización de los consejos, dijo que en Italia los obreros consejitas por no tener una orientación clara apoyaron al fascismo, bueno, de nuevo la historia oficial ya no contada por el imperialismo yanqui y su aliados de Europa, no compañero, se repite la historia de los vencedores pero ahora del socialismo oficial. Fue precisamente Stalin quien firma el pacto de no agresión con Hitler el cual abarcaba todo el territorio de influencia nazi y sus aliados, discusión ésta que se dio dentro del partido comunista italiano, creando divisiones internas, fue la tendencia consejista que mas aportó a la resistencia partisana y luego de la guerra se negó al pacto de reparto que los vencedores hicieron de Europa, fue Stalin quien ordenó entregar, compañero Roberto, Italia, Francia, Grecia, Albania, Yugoslavia, etc. fueron los albaneses y yugoslavos los que se opusieron a este reparto manteniéndose fuera de las llamadas áreas de influencia, aún sin romper con el estalinismo.

Ya a mediado de la 2ª guerra mundial, Leopol Trepper informaba, con la organización de inteligencia creada por los comunista dentro del enemigo, de todas las acciones que el nazismo planeaba para Rusia, negada esta por Stalin, luego de la guerra y la heroica victoria del ejercito rojo, este valioso compañero por romper el silencio y reclamar la responsabilidad de la burocracia por la muerte de mas de 32 millones de rusos, sabiendo la burocracia que en los planes de Hitler estaba eliminar la URRSS, Treper fue encarcelado y luego enviado a Israel, donde funda el Partido Comunista Clandestino.

La única institución proletaria que, por nacer precisamente allí donde no subsisten las relaciones política de ciudadano a ciudadano, allí donde no excite para la clase obrera ni libertad ni democracia, sino solo las relaciones económica de explotador a explotado, de opresor a oprimido, representa el esfuerzo perenne de liberación que la clase realiza por si misma. Antonio Gramsci

Los consejos nacen del corazón de la fabrica, allí donde para el trabajador no hay libertad alguna sino producir, en un proceso que lo envuelve en la enajenación perdiendo todo contacto de lo que hace y para donde va, de lo que produce y para quien es la producción. El trabajador busca controlar y transformar esa relación de dominio, el consejo se convierte en el arma orgánica para la liberación de la clase sin pasar por alcabalas que medien, es la acción directa, es el rompimiento del velo de las llamadas libertades democráticas para construir e implementar las libertades de la democracia obrera, el consejo se convierte en un órgano que une el poder ejecutivo, legislativo, militar y cultural de la clase en una nueva gobernabilidad para la liberación, rompe con los postulados de revolución burguesa y la separación de los poderes que las revoluciones obreras reprodujeron, es una organización para romper con todas la normas y costumbres impuestas por los dominadores, abierta para avanzar hacia la libertad .

Ahora bien los objetivos del consejo de fábrica llevan a:

1) la democracia directa, elección directa de sus delegados, revocabilidad de mandato, máximo poder a las asambleas generales

2) a superación de la organización entre trabajadores sindicalizados y no sindicalizados, como también la superación de la organización entre los diversos y categoría de la producción

3) reafirmación de que la lucha de los trabajadores nace y se consolida en la fabrica sin separase de su compañeros y su puesto de trabajo.

4) demostrar que el control obrero y la dirección de la clase no necesita de los patronos capitalistas.

La verdadera organización, la que los obreros necesitan para la revolución, requiere que todos tomen parte de ella, en cuerpo alma y cerebro; que todos tomen parte tanto en el liderazgo como en la acción, y tengan que pensar, decidir y actuar al máximo de sus capacidades. Tal organización es un cuerpo de personas auto-determinadas. No hay lugar para líderes profesionales. Indudablemente existe la obediencia; todo el mundo tiene que seguir las decisiones en las que él mismo ha tomado parte en elaborar. Pero todo el poder siempre reside en los obreros mismos. Anton Pannekoek

La gran discusión es si la revolución es una actividad permanente donde todos los ciudadanos participan activamente, o es una actividad de una vanguardia pensante. Creemos que solo la acción directa de los hombres y mujeres que quieren ser libres debe impulsar la necesidad de la mayor participación del pueblo, solo esto hará que podamos derrotar al estado como órgano de dominación y mediación, creer realmente con fe en la sociedad de los iguales, de los libres productores, solo así lucharemos por la emancipación del ser humano.

Sobre Lech Walesa, este señor creó sindicatos independientes, no consejos de fábrica, pero lo más importante es analizar por qué Walesa logró nuclear en el seno de sus sindicatos a la clase obrera polaca.

Estamos todos invitados al entierro mundial del socialismo. El cortejo fúnebre abarca, según dicen, a la humanidad entera. Yo confieso que no me lo creo. Estos funerales se han equivocado de muerto. Eduardo Galeano.

Pensar compañero que en la Polonia de Walesa había socialismo, y que éste fue tumbado por la clase es un gravísimo error, en esas sociedades persistieron relaciones sociales del capital, consolidándose un capitalismo de estado, una sociedad en que como hemos dicho, la burocracia estaba completamente desvinculada del pueblo trabajador, con privilegios groseros.

Es ilógico pensar que los trabajadores del bloque oriental derrocaran una sociedad que la dirigieran ellos mismos, en su lucha por la libertad plena, lo que puso al descubierto la caída del socialismo real es que los trabajadores no fueron quienes colgaron sobre sus hombros ese ataúd putrefacto, muy por el contrario celebraron en la calle la caída de la burocracia, la caída de un régimen de represión que nunca permitió la posibilidad de la dirección de los sectores explotados, ya desde el mismo comienzo de la revolución dentro de la Rusia revolucionaria la oposición obrera lanzó una series de críticas a como se estaba dando el proceso y sus desviaciones, a este grupo de compañeros miembros del partido bolchevique se les prohibieron sus publicaciones, luego se les persiguió y muchos fueron fusilados. Fuera de la Rusia revolucionaria la indomable y siempre rebelde Rosa Luxemburgo, también señalaba críticas muy puntuales de las desviación del proceso, los comunistas de la izquierda holandesa no solo fueron criticados en el tristemente celebre folleto de Lenin sobre la ”enfermedad del izquierdismo” sino que los comunistas pro Rusia se aliaron con la burguesía fascista holandesa, contra ellos. Muchos intelectuales revolucionarios no solo fueron callados y perseguidos, sino que se prohibió que publicaciones de estos intelectuales y escritos de Marx fueran leídos, los círculos de intelectuales revolucionarios como la escuela Frankfurt fueron satanizados, el propio Gramsci no fue debatido ni conocido, en el nombre del socialismo se cometieron los crímenes mas grande de la humanidad, el prohibir a pensar, crear, en la isla de la rebeldía y resistencia contra la agresión permanente del imperialismo la Cuba nuestra, silenciaron las críticas del Che al socialismo real en su cuaderno de Praga, como otros artículos.

Ese socialismo no nos pertenece, la sociedad contra la que luchamos es antagónica a esta sociedad de clase y construida por la clase que es la subversión de los que nunca han tenido libertad y que no tiene nada que perder.

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