Paro contundente de los trabajadores del sector automotriz
Por: Laclase.info
Valencia, 18 de septiembre de 2014.- En un hecho histórico, los uniformes azules que identifican a los trabajadores de las tres plantas de la industria ensambladora con asiento en la Zona Industrial de Valencia se fundieron en un haz de voluntades para expresar sus reclamos. La postal no pudo ser mejor, cientos de vehículos de obreros de Chrysler circundaron las adyacencias de la Ford animando a los trabajadores de esta multinacional a sumarse a la combativa acción de protesta, mientras que al sitio también llegaban los obreros de la General Motor y una nutrida delegación de trabajadores de Encava que llegaron hacia el mediodía.
Decididos a enfrentar la brutal ofensiva patronal y cansados de tanta espera y promesas incumplidas por parte del gobierno, los trabajadores de las ensambladoras del país realizaron este jueves 18 de septiembre un exitoso paro nacional para expresar la solidaridad con sus compañeros de Toyota, exigir respeto a los contratos colectivos, detener las amenazas de despidos, las reducciones salariales y las vacaciones forzadas, rechazar por anti-nacional el Decreto 625 expedido por el gobierno nacional en diciembre de 2013 con el cual se da vía libre a la importación de vehículos y se restringen derechos contractuales; y en general para protestar por la grave crisis que vive el sector automotriz y autopartista del país que afecta a más de 100 mil trabajadores directos e indirectos.
Desde tempranas horas, los obreros de Chrysler de la planta de Valencia realizaron una asamblea general donde ratificaron su decisión de paralizar las actividades como lo había anunciado la Federación Unitaria de Trabajadores y Trabajadoras Automotrices, Autopartistas y Conexos (FUTAAC) y posteriormente decidieron movilizarse hasta el portón 1 de la ensambladora Ford, donde también confluyeron trabajadores de General Motor y una delegación de combativos trabajadores de Encava.
Viva la unidad de los trabajadores
En los discursos de los dirigentes de la Futaac realizados durante la concentración se destacaron al menos dos mensajes fueron claros y contundentes. El primero de ellos fue el saludo a la unidad de los trabajadores materializado en la masiva concentración de trabajadores del sector en el portón No. 1 de la Ford. Lo que hace algunos años era una tarea impensada, por el lamentable rol de los dirigentes sindicales que jugaban a la división privilegiando sus intereses particulares, en esta oportunidad se concretaba en una multitudinaria acción unitaria de protesta, convocada por la Futaac y ratificada mediante asambleas democráticas realizadas por los trabajadores.
El abrazo en la lucha de miles de obreros de la industria automotriz refleja que nuevos vientos favorables soplan entre la clase trabajadora venezolana. La dispersión y la división a la que fue sometido el movimiento sindical ceden ante la presión de los trabajadores. Los obreros son cada vez más consciente de la importancia de la unidad para la lucha, porque sienten que más allá de las opiniones políticas que cada trabajador tenga sobre la situación política del país, de lo que se trata es de defender sus derechos, pisoteados por los empresarios y avalados por las instancias de gobierno, en particular por el Ministerio del Trabajo.
Con la extraordinaria acción de lucha del jueves 18 de septiembre, quedan atrás los tiempos en donde cada sindicato de las ensambladoras luchaban por separado. No es para menos, ya que sobre la clase trabajadora automotriz se cierne la amenaza del despido de más de 1.500 trabajadores y el cierre de plantas autopartistas como sucede en la actualidad con la empresa Suramericana, ubicada en el municipio los Guayos
Que la crisis la paguen los patronos privados y el gobierno
El segundo mensaje que mayor valor tuvo en la acción de protesta de este jueves 18, fue la negativa de los trabajadores a pagar con sus salarios, con sus esfuerzos y con sus recortados beneficios contractuales el peso de la crisis que vive el sector, la cual pretende ser descargada sobre sus hombros.
Al unísono los dirigentes sindicales y los trabajadores de base expresaron en la concentración que la crisis no es su responsabilidad y no serán ellos quienes la pagarán. Los responsables son los empresarios y el gobierno, quienes a pesar de sus diferencias se sientan en mesas de diálogo, intercambian propuestas y le dan curso a la perversa iniciativa de los “contra-pliegos patronales”, negocian miles de millones de dólares y cupos de vehículos para la burocracia y las fuerzas armadas, mientras que los trabajadores son excluidos.
Denunciaron que el Alto Comisionado designado por el Gobierno nacional y hermano del gobernador del Estado Carabobo, en dos meses de funciones no se ha sentado en una sola oportunidad con los trabajadores, pero si se sabe que en forma continua se reúne con los patronos. “Mientras ellos negocian por arriba, los trabajadores pagamos con nuestro sacrificio el costo de la crisis”, así lo manifestaban indignados los trabajadores en medio de la concentración.
La lucha continúa
Sin haberse cumplido aún las primeras 8 horas, de las 24 que fueron programadas de paro por los organizadores, se informó en la multitudinaria concentración que el gobierno nacional aceptaba reunirse en forma directa con los trabajadores en la próxima sesión del Consejo de Gobierno que se realizará a finales de la primera semana de octubre.
Aunque esta información entusiasmó a los participantes, los trabajadores fueron enfáticos en reclamar a la dirigencia sindical que se mantengan las acciones de calle hasta esa fecha. Reclamo que fue ratificado por los dirigentes sindicales que hicieron uso de la palabra.
La radicalidad expresada en la concentración confirma que los trabajadores de base comienzan a romper las ataduras políticas e ideológicas que durante mucho tiempo los tuvo maniatados. La contundencia de paro es la demostración palpable que se está quebrando el reacción ario chantaje político con que inmovilizaron a los trabajadores en el pasado. Ya son muy pocos los que se tragan el cuento de camino que salir a la calle a protestar les hace el favor a la oposición o que hay que seguir esperando y creyendo en las bondades de un supuesto “gobierno obrerista y socialista”, que de tal no tiene nada.
Así las cosas, nuevas y más contundentes acciones de calle están por protagonizarse en el horizonte inmediato por parte de los trabajadores de la industria automotriz. Sin duda alguna, su radicalidad, y contundencia será un gran incentivo para el conjunto de la clase trabajadora venezolana. Podemos decir entonces que uno de los más importantes destacamentos del proletariado ha despertado y está siguiendo los pasos de sus hermanos sidoristas; junto a ellos debemos marchar y luchar el resto de las trabajadoras y los trabajadores venezolanos.