Paro genera una histórica división entre los sidoristas

06 Diciembre 2013

06 Diciembre 2013

La confrontación interna en el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (Sutiss) ha llevado a la división del movimiento siderúrgico a niveles históricos.

A 23 días de paralización total de la acería, la huelga comenzó a resquebrajarse este jueves cuando un grupo de sidoristas, la mayoría del turno diurno, decidió asumir las riendas del conflicto y convocar a la empresa a una reunión en el Teatro de Sidor.

El escenario estaba repleto y también cargado de preocupación. En ausencia del sindicato, el presidente de Sidor, Javier Sarmiento, reiteró la propuesta de cancelar 30 mil bolívares la próxima semana, colocando como fecha límite para su depósito el viernes 13 de diciembre a cambio de la reactivación de las operaciones.

En ese escenario la propuesta del Ejecutivo cautivó a la mayoría. El cansancio de los trabajadores, la división del sindicato y la amenaza en ciernes de un posible cierre de la empresa hasta enero hizo posible que los sidoristas declinaran por aceptar sólo los 30 mil bolívares y la continuidad de la discusión del contrato en enero.

En la tarde, la historia resultó otra. Los trabajadores llegaron al portón III esperando el sonido para la organización de una asamblea, pero el comité ejecutivo del sindicato nunca se presentó.

Sólo un miembro de la corriente del presidente de Sutiss intentó aglutinar a los trabajadores hablando en voz alta, pero le bastó calificar de “grupito” a los reunidos temprano para que una decena de sidoristas le mandara a callar.

La representación de la estatal irrumpió en el portón luego de que los trabajadores debatieran durante media hora. El vicepresidente de Sidor, Sadner Guzmán, invitó nuevamente a retomar las operaciones y aceptar el único pago posible antes del cierre de 2013.

Rodeado de trabajadores nuevos ingresos, buena parte en comisión de servicio, Guzmán insistió en pedirles a los técnicos “amor” por Sidor y comprensión por la situación operativa de la acería.

Pero los sidoristas gritaban “aplícame la hoja de cálculo” mientras que otros respondían “vamos a arrancar esta vaina ¿vamos a seguir así?”. Las opiniones divididas de los sidoristas no permitieron tomar una decisión en ese turno.

Poco a poco

En la tarde Planta de Pellas arrancó con los supervisores del turno, pero en la noche los trabajadores colocaron como condición que se les garantizara la seguridad para retomar las operaciones.

Un técnico, que pidió no ser identificado, manifestó sentir incertidumbre por la ausencia del presidente del sindicato este jueves en el portón III de la acería.

Aunque respaldan el reclamo que motivó la huelga, especialmente la corrección de la hoja de cálculo, el desconcierto en planta ha sido aderezado por la directiva sindical en asamblea.

“Creo que la empresa ni el sindicato quieren ponerse de acuerdo, pero mantener la planta así no beneficia a nadie (…) hay mucha incertidumbre, no entendemos”, dijo.

En otras áreas como Midrex la empresa inició un calentamiento, así como el despacho de productos siderúrgicos.

Mas al cierre de esta edición, el resto de la planta, especialmente el corazón de la acería, seguía apagado tal cual como cuando inició el conflicto.

A través de un comunicado, Sidor aseguró que los trabajadores levantaron el paro con la condición de un pago de 30 mil bolívares y la reanudación de la discusión del contrato colectivo en el mes de enero.

“Le pedimos a Sutiss que no abandone el barco”

El vocal de Sutiss, Leonel Grisett, señaló que sin el consenso de todos los trabajadores el arranque de la planta “difícilmente sea efectivo, eso es conllevar a los trabajadores a un matadero porque ahora es una pelea entre trabajadores”.

El también coordinador del movimiento Coalición Siderúrgica pidió a Sutiss que no abandone el barco. “Lo que pasó hoy (jueves) es muy lamentable que no hayan venido a impartir las direcciones aquí siendo que ya llegamos a un momento coyuntural. No es un secreto para nadie que hay mucho nerviosismo dentro de los trabajadores, no sabemos qué decisión puede tomar el Estado después de las elecciones”.

Grisett aseveró que los trabajadores no se sienten respaldados por la ausencia del sindicato. “Eso crea suspicacia y los trabajadores no saben qué hacer. Es peligroso pasarle por encima a Sutiss porque se crea una anarquía, y quedan desprotegidos los trabajadores”.

Recomendó a los sidoristas presionar al comité ejecutivo a que asuma nuevamente el conflicto o, de no haber consenso, convocar definitivamente a las elecciones sindicales “pero son los trabajadores quienes tienen que decidir”.

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