Pdv-Gas Comunal amenaza a sus trabajadores por protestar por sus derechos

“Mafiosos, guarimberos, traficantes de bombonas, especuladores y hambreadores del pueblo”. Es la respuesta del presidente de Pdvsa Gas Comunal, Wilman Pereira, a una serie de reclamos salariales que han motivado protestas en todo el país. Los afectados reclaman -entre otras cosas- sustitución de cilindros que colocan en riesgo sus vidas.

“Mafiosos, guarimberos, traficantes de bombonas, especuladores y hambreadores del pueblo”. Es la respuesta del presidente de Pdvsa Gas Comunal, Wilman Pereira, a una serie de reclamos salariales que han motivado protestas en todo el país. Los afectados reclaman -entre otras cosas- sustitución de cilindros que colocan en riesgo sus vidas.

Trabajadores de Pdvsa Gas Comunal en Puerto Ordaz se sumaron a la ola de protestas que han desarrollado sus compañeros de la estatal en otras regiones del país.

Al menos 6 mil trabajadores que ahora forman parte de la empresa están pendientes de la discusión del contrato colectivo que lleva cuatro años en fase de negociación. Dos años presionando a la representación privada (Tropigas y Vengas) y los otros dos al gobierno “socialista”.

Descontentos, dirigentes sindicales y delegados de prevención, expusieron sus reclamos e informaron que no paralizarán la distribución del producto que abastece al 81% de la población.

Lo medular de la discusión está centrado en el aumento de 40% que aspiran lograr, mientras que el Gobierno mantiene su oferta en 25%.

En la región hay 86 trabajadores distribuidos entre Puerto Ordaz, San Félix y Upata, muchos de los cuales todavía se sienten en un limbo administrativo y se consideran tercerizados.

La representación gubernamental no ha cedido en la negociación del contrato, cuenta el delegado de prevención en Unare, Nelson Álvarez.

También persiguen amarrar un bono de Bs.F. 30 mil por los cuatro años que tiene vencido el contrato, pero Pdvsa Gas Comunal sólo ofrece Bs.F. 2 mil.

Denunciaron que la empresa sigue cobrando con el Rif de Vengas y que su salario es cancelado de manera semanal.

Salud y seguridad
Como principal riesgo laboral Álvarez denunció el estado de los cilindros (bombonas). Más del 80% de los que circulan en el país tienen la prueba hidrostática vencida por lo cual temen que en cualquier momento estalle un recipiente.

Según el delegado de prevención, la mayoría de las bombonas presentan corrosión y fugas, lo que coloca en riesgo tanto la vida de los trabajadores como la de los consumidores.

Unos 5 millones de cilindros salen al mercado para cubrir el déficit de bombonas que hay en el país, para lo cual el Gobierno ha comprado las empresas privadas Tangas y Bomveca.

“Nos deben el uniforme que nos prometieron, todos los días debemos comer debajo de las matas, por allí… porque no tenemos comedor. También queremos mejores baños e higiene en el trabajo”, contó.

Los trabajadores proponen que se definan las condiciones de Pdvsa Gas Comunal, que depende a su vez de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y en consecuencia del Ministerio de Energía y Minas.

Martín Cabrera, conductor de la flota primaria, manifestó que son tercerizados por la misma Pdvsa Comunal que les cancela por viajes, es decir, a destajo, a pesar de que “supuestamente formamos parte de la empresa”.

“Sabemos que eso es inconstitucional por eso pedimos que se nos dé un horario de ocho horas y tengamos un salario estable”.

Los prestadores del servicio resaltaron que los que se llevan la peor parte de la “mala distribución” son los trabajadores, “la gente nos maldice, piensan que es nuestra culpa por lo que están padeciendo”, dijo Álvarez.

Algunos trabajadores también están obligados a asistir los sábados de manera voluntaria, “¿Yo me pregunto, si nosotros vamos como voluntarios por qué entonces el Gobierno no regala el gas al pueblo?”, dijo otro hombre de la empresa.

“Sindicalistas guarimberos”
Ante la protesta que han mantenido los trabajadores de la empresa de gas, el presidente de Pdvsa Gas Comunal -Wilman Pereira- envió un comunicado en el que relaciona las elecciones del 26 de septiembre con el reclamo de los empleados.

“En la medida que nos acercamos a las elecciones del 26 septiembre, los escuálidos hacen y harán todo lo posible por desestabilizar. Se trata de un plan orientado a mantener a la población en un estado de zozobra permanente”.

La tesis de Pereira se sustenta en la desinversión que hicieron las empresas privadas que se sumaron al “boicot de 2002”. Para el funcionario “las colas interminables” para adquirir gas es tema del pasado, pues el Gobierno rescató el 51% del mercado.

En junio del 2009, “sindicaleros guarimberos, tomando como pretexto la discusión del contrato colectivo, promovieron el paro de 19 plantas de llenado de Pdvsa Gas Comunal generando las mismas angustias”.

El presidente de la empresa amenazó a los “guarimberos” de someterlos ante la justicia por “mafiosos”.

“Los mafiosos, guarimberos, traficantes de bombonas, especuladores y hambreadores del pueblo no podrán con la gran mayoría de nuestros trabajadores y trabajadoras que sí son honestos, no podrán con los Comités Socialistas de Pdvsa Gas Comunal, con los Consejos Comunales, Mesas de Energía, Misión Ribas, la Milicia Nacional Bolivariana y no podrán evadir la justicia”, reseña el comunicado.

Aseguró que no habrá “ningún tipo de conciliación”. “Los sindicaleros guarimberos han salido a proferir amenazas y a declarar en Globovisión y demás medios escuálidos”, dice Pereira quien asegura que recaerá sobre ellos toda la justicia penal y civil.

En el 2009 la Fiscalía imputó a nueve trabajadores por “boicot”, cuando protestaban por reivindicaciones salariales.

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