Pdvsa sin buenas intenciones con trabajadores
La actual gerencia de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), encabezada por su presidente Rafael Ramírez, no tiene buenas intenciones con sus trabajadores. La afirmación es de Robert González, dirigente sindical de la Refinería El Palito, quien es el entrevistado de esta semana en nuestra sección «Desayuno en la Redacción», 23 días después de cumplidas la elecciones para designar la primera directiva de la Federación Unica de Trabajadores del Petróleo, del Gas, sus Similares y Derivados de Venezuela (Futpv) y en cuyos resultados «la gerencia de Pdvsa jugó un rol determinante para que se impusiera la plancha oficialista».
La actual gerencia de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), encabezada por su presidente Rafael Ramírez, no tiene buenas intenciones con sus trabajadores. La afirmación es de Robert González, dirigente sindical de la Refinería El Palito, quien es el entrevistado de esta semana en nuestra sección «Desayuno en la Redacción», 23 días después de cumplidas la elecciones para designar la primera directiva de la Federación Unica de Trabajadores del Petróleo, del Gas, sus Similares y Derivados de Venezuela (Futpv) y en cuyos resultados «la gerencia de Pdvsa jugó un rol determinante para que se impusiera la plancha oficialista».
Puerto Cabello, octubre 23.- Según la argumentación de González, quien fue electo secretario ejecutivo de esa federación, muchos fueron los intereses que se movieron para retrasar este proceso eleccionario, pues una vez cumplido con este requisito, lo próximo será que la gerencia de la industria petrolera inicie la discusión del contrato colectivo en beneficio de sus trabajadores, ya que el actual está vencido desde el pasado 21 de enero.
Robert González lidera el movimiento sindical C-Cura en
la Refinería El Palito, fundado hace 10 años
«Sin embargo, el inicio de estas discusiones depende de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclame la nueva junta directiva, requisito indispensable para que sus integrantes comiencen a desempeñar su rol de representantes genuinos de la masa laboral».
El CNE no ha cumplido con este paso porque hay cinco impugnaciones contra los resultados de esas elecciones, situación que nos causa gran suspicacia porque retrasa el inicio de la discusión del contrato colectivo, y que en consecuencia resulta favorable al patrono y perjudica los derechos de los trabajadores, acotó.
¿Qué análisis tienen ustedes del resultado de esas elecciones?
En ese proceso la plancha del sector oficial obtuvo 15 mil votos y nuestro movimiento 7 mil 600 votos de un universo de 36 mil trabajadores de la industria petrolera de todo el país; en el marco de una serie de hechos y de dudas que a futuro quedarán al descubierto y consideramos que aún cuando no ganamos electoralmente, hubo un triunfo político de la democracia y de autonomía de los trabajadores, porque rompimos con una cadena de terrorismo laboral que se practica en la industria petrolera, que busca que los trabajadores se sientan partícipes de una fracción o de un pensamiento político único sin derecho a tener un libre pensamiento sobre otras actividades que son democráticamente un derecho de cada uno de los venezolanos.
¿Qué irregularidades detectaron ustedes durante esas votaciones?
Los gerentes hicieron campaña descaradamente a favor de una de las planchas participantes, y en el caso de Carabobo, el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Saul Ortega, vino hasta en cuatro oportunidades a la Refinería El Palito y con los alcaldes de Mora, Matson Caldera y de Puerto Cabello, Rafael Lacava, cumplió funciones proselitistas; además de una inversión de dinero en el país, que según nuestros técnicos, sobrepasa los 16 millones de bolívares fuertes; nuestros testigos tuvieron problemas para instalarse en las mesas y en algunas otras la Guardia Nacional no los dejó entrar a los centros de votación.
«Creemos en el proceso revolucionario, pero no somos
alcahuetes de ningún mal gobernante».
¿Estas irregularidades no deslegitimaron los resultados?
A nosotros nos sorprendió la cifra que arrojó el resultado por la diferencia abrumadora de votos, pero además nos llamó la atención que los trabajadores no salieron a celebrar ese triunfo; sin embargo nosotros reconocemos el triunfo de esos compañeros el cual nosotros calificamos de hipotecado, ya que no fue una dirigencia sindicalista la que ganó para defender los derechos de los trabajadores, sino sus jefes, encabezados por Rafael Ramírez quienes están en la industria petrolera para velar por sus propios intereses.
¿El movimiento que usted representa no teme represalias?
Así como nosotros sabemos que la victoria de esa plancha no representa el sentir de los trabajadores petroleros; ellos también saben que nosotros tenemos el acompañamiento de los trabajadores a nivel nacional y si el día de las elecciones votaron 7 mil 600 personas por nuestra opción, son más de los que ese día se expresaron en las urnas; si tomamos en cuenta que la nómina contractual de la industria petrolera es de 85 mil trabajadores y sólo 36 mil están sindicalizados. Eso pudiera significar que cualquier arremetida contra uno de los nuestros pudiera ser foco de un conflicto, desde la misma Federación, donde logramos 5 puestos, entre ellos la secretaría general a cargo de José Bodas.
¿Cuáles son las grandes deudas de la industria petrolera con sus trabajadores?
El incumplimiento de muchas cláusulas del contrato colectivo, vencido el pasado 21 de enero, con todo y que en su contenido se obviaron conquistas históricas como el comisariato, plan de viviendas e incremento salarial por evaluación por desempeño. Los trabajadores de Pdvsa eran los que mejor servicio de salud tenían y ello a desmejorado ostensiblemente que ahora no los quieren recibir en clínicas.
Movimiento sindical C-Cura. Psuvistas rebeldes y justos
Robert González en la Refinería El Palito lidera el movimiento sindical C-Cura, fundado hace unos 10 años con la coalición de varias organizaciones sindicales que venían haciendo su trabajo gremial desde hacía más de 25 años en distintas empresas del sector público y privado.
«Es una unión de varios sectores que después del proceso que se dio en Venezuela a raíz del paro petrolero, y un poquito más atrás, vio la necesidad de unificar esfuerzos».
Es una corriente revolucionaria y sobre todo autónoma de las organizaciones políticas y de los patronos, de los caudillos y de cualquier cúpula partidista, dijo.
«Por eso es que hoy en día esta corriente, que tiene presencia no solamente en el sector petrolero, sino entre el sector de la construcción, educadores, siderúrgica y otras empresas en todo el país, hemos venido construyendo la defensa de este proceso revolucionario, pero sobre la base de la autonomía y de la inviolabilidad de los derechos de los trabajadores».
La imagen más representativa de C-Cura es Orlando Chirinos, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores y también pertenece al movimiento Solidaridad Laboral, donde hay algunos dirigentes que pertenecen a la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV).
«Nosotros también creemos que en Venezuela está en marcha un proceso revolucionario que es profundo y sincero, pero también decimos, por la calle del medio, que no somos alcahuetes de irregularidades que esté cometiendo cualquier gobernante o representante del gobierno, sea quien sea o llámese cómo se llame».
Defendemos la autonomía de nuestro gremio y de los derechos de los trabajadores, no solo revolucionarios sino de todo aquel venezolano que por justicia y derecho democrático, consagrado en la Constitución, merece nuestro apoyo, resaltó.
«En la elecciones para designar a la nueva directiva de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros Petroleros de Venezuela (Futpv), fuimos una opción distinta a la que presentó el Psuv, a pesar de que muchos de nosotros militamos en ese partido».
Sin embargo, nos denominamos psuvistas rebeldes porque no avalamos ni estamos de acuerdo con las irregularidades que puedan cometer quienes dirigen hoy al partido desde la cúpula, o desde algunas opciones supuestamente socialistas, puntualizó.