Pederastas, por la gracia de Dios
No hay día que no salga a luz una o varias noticias sobre abusos sexuales realizados por parte del clero, ya sea en uno u otro país. Desde luego no es un tema nuevo, ni tampoco rebuscado. Si durante la Semana Trágica, en julio de 1909 en Barcelona, se quemaron iglesias y conventos, si se sacaron las famosas momias de sus ataúdes, etc., gran parte de la culpa de estos hechos la tenían los conocidos abusos y aberraciones sexuales cometidos por estos “representantes de Dios en la Tierra”.
No hay día que no salga a luz una o varias noticias sobre abusos sexuales realizados por parte del clero, ya sea en uno u otro país. Desde luego no es un tema nuevo, ni tampoco rebuscado. Si durante la Semana Trágica, en julio de 1909 en Barcelona, se quemaron iglesias y conventos, si se sacaron las famosas momias de sus ataúdes, etc., gran parte de la culpa de estos hechos la tenían los conocidos abusos y aberraciones sexuales cometidos por estos “representantes de Dios en la Tierra”.
Cierto que en España los cuarenta años de la Dictadura franquista, fascista y católica, extirpó de la memoria colectiva esta rémora que siempre acompañó a la Iglesia, pero ya en la última parte del pasado siglo comenzó el goteo imparable de casos de abusos que iban saliendo del silencio, en que esta gentuza es especialista en mantener a sus víctimas. Por ello en España sólo hay ocho curas condenados y 14 denuncias.
A mediados de enero el obispo de San Sebastián ha considerado que “la crisis espiritual en España es peor que las consecuencias del terremoto de Haití”. El desastre ocurrido en Haití con más de 250.000 muertos, es para que cualquier creyente llegase a dudar de la existencia de Dios, pues si existiese, ha demostrado que es peor que el peor de los asesinos, por haber causado esta desgracia al pueblo más pobre del planeta. Los que sabemos ciertamente que Dios no existe y que es un invento, vemos estas declaraciones como un insulto a la inteligencia. Otras declaraciones gloriosas, esta vez contra los cuidados paliativos y la muerte digna las realizó el Arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián que afirmó que la muerte de Cristo fue “absolutamente digna”, a pesar de que “no tuvo cuidados paliativos”. Mas declaraciones polémicas, estas son del cardenal Antonio Cañizares quitando importancia a los abusos sexuales cometidos por los curas pederastas: “no es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios, con los millones de vidas destruidas por el aborto».
3.000 curas están siendo investigados por abusos sexuales y hasta el Papa ha salido a la palestra para ofrecer disculpas por los casos de pederastia de curas en Irlanda. El Papa exhortó a los católicos a tener “indulgencia” con los curas pederastas porque “nadie tiene el derecho de juzgar a los demás”. Benedicto, como el Criminadísimo Franco, dice que “los juzgará Dios”, se le ha olvidado añadir aquello otro de “…y la Historia”. Quizás pide indulgencia por estar directamente implicado en silenciar las denuncias sobre el reverendo norteamericano Lawrence Murphy que abuso de 200 niños en los años 60 y 70 tal como ha hecho público el New York Times. También ha salido a la luz el caso del tarado que fundó allá por los años 40 la secta fascista los legionarios de Cristo, Marcial Maciel, que además de tener tres hijos con distintas mujeres, abusaba sexualmente de sus propios hijos el depravado.
Lo cierto es que no se cortan, sin rubor alguno salen a los medios de comunicación lanzando sus ayectas amenazas, ellos que no han trabajado en su vida, que viven del cuento, del sudor ajeno, siguen contando cuentos increíbles sobre el pasado y el porvenir. Quien quiere enterarse sabe que Dios no existe y que Cristo nunca existió; que todo lo inventaron cientos de años después y que viven de ese cuento. Todas las religiones son una sarta de mentiras bien engarzadas, nada más.