Perú: Movilización popular obliga a retirarse a una minera
Tres muertos, casi 60 heridos de bala, varios de ellos de gravedad, y enormes daños materiales causó la semana pasada la represión ordenada por el gobierno por el gobierno del Presidente García, pocos días antes de las elecciones nacionales, contra pueblos desarmados que se oponen al proyecto minero “Tía María”, concesionado a la empresa norteamericana Southern Perú Cooper.
Tres muertos, casi 60 heridos de bala, varios de ellos de gravedad, y enormes daños materiales causó la semana pasada la represión ordenada por el gobierno por el gobierno del Presidente García, pocos días antes de las elecciones nacionales, contra pueblos desarmados que se oponen al proyecto minero “Tía María”, concesionado a la empresa norteamericana Southern Perú Cooper.
El conflicto abarcó a los valles costeros de Arquipa – Mollendo, Matarani, La Ensenada, La Curva, La Punta de Bombom, Cocachacra, y otros-, en el sur de Perú.
El Proyecto Minero Tía María viene de hace varios años. Y se sabía los agudos impactos socio ambientales que ocasionaba. A finales del año 2009, el 93% de la población de la zona rechazó la idea de aceptar la imposición minera que perjudicaría la agricultura. La región, es la fuente natural del abastecimiento alimentario de una buena parte del sur del Perú, y en particular de Arequipa.
Para defender su posición la población de la provincia de Islay -donde está situado el conflicto- se trasladó masivamente, a la capital mistiana. Y desde allí, se movilizó con el respaldo de una parte de las autoridades locales y el apoyo popular.
El gobierno central se negó a escuchar a los pobladores. Dijeron que eran “agitadores”.
Los estudios técnicos dieron la razón a quienes objetaron el proyecto. Como lo subrayó oportunamente el Jornal de Arequipa, La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) formuló serias objeciones al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de este proyecto, a las que Southern Perú debía responder en un plazo de noventa días.
La empresa yanqui ignoró las objeciontes técnicas sabiendose respaldada por el gobierno nacional. El gobierno efectivamente ordenó la represión.
Después de movilizaciones y paros en toda la región, de grandes actos de masas y de tomas de carreteras, caminos, puentes y otros, y de combates con las fuerzas policiales y militares derivadas a la zona; el miércoles pasado el Ministerio de Energía y Minas resolvió dejar en suspenso, por 180 días, la ejecución del proyecto.
Esta medida no fue aceptada apor el pueblo que prosiguió la lucha. La secuela, fueron nuevos hechos represivos sangrientos. La protesta se generalizó en la zona. Se quemaron locales públicos y la del Partido Aprista fue atacada y saqueada por la población enardecida. La sangre de decenas de pobladores regó dolorosamente el fértil valle de las localidades mistianas.
El alcalde del distrito de Deán Valdivia – Richard Ale Cruz- aseguró que la Policía había disparado indiscriminadamente contra los pobladores en su intento de desbloquear la carretera entre Matarani y Mollendo. “Mi pueblo estaba que moría, las mujeres y los niños estaban llorando. Yo he llegado llorando aquí porque es algo terrible que un país democrático no se respeten a las personas”, aseguró a los medios de comunicación que recogieron su testimonio.
El viernes 8 de abril la administración de García debió retroceder. El Ministro de Energía y Minas dio a conocer la cancelación del proyecto “Tía María”.