16 julio, 2025

¿Por qué no marcho hoy?

Hoy marcharán en Caracas los rectores, autoridades universitarias, así como las federaciones de centros y asociaciones de profesores de las universidades públicas autónomas del país. Nuevamente, como históricamente ha ocurrido, el motivo es el presupuesto universitario.

Hoy marcharán en Caracas los rectores, autoridades universitarias, así como las federaciones de centros y asociaciones de profesores de las universidades públicas autónomas del país. Nuevamente, como históricamente ha ocurrido, el motivo es el presupuesto universitario.

Tradicionalmente, tanto en la era puntofijista de la democracia burguesa, como en la actual fase “bolivariana”, las universidades no han recibido el presupuesto acorde con las necesidades propias de su crecimiento. Es decir, tanto en el pasado como en la actualidad, el presupuesto universitario ha sido deficitario. Sin embargo, este presupuesto históricamente chucuto, ha sido malversado, utilizado para fines particulares y políticos por parte de las autoridades universitarias, e incluso, no se ejecuta por completo. Por ejemplo, un 45% del presupuesto del año pasado de la UCV no se ejecutó.

En la UCV, universidad en la que trabajo desde hace 17 años, nadie sabe con precisión qué pasa, cómo se distribuye ni en qué se utiliza el presupuesto universitario. Los profesores de esta casa que no vence las sombras, no sabemos cuando se nos pagará alguna deuda, ni por qué se nos pagó tal o cuál cantidad, o por qué no se nos pagó inmediatamente que llegaron los recursos. La utilización de esos recursos siempre está nublada por un velo de misterio y discrecionalidad.

En la distribución, control y ejecución de los recursos presupuestarios los docentes no tenemos ninguna injerencia, mucho menos los estudiantes, empleados y profesionales que laboran en nuestra principal casa de estudios. Esta situación se reproduce más o menos de la misma manera, en todas las universidades autónomas del país.

Por su parte el gobierno, ha abandonado a las universidades autónomas presumiendo que son “escuálidas”. De hecho, en este momento se nos adeuda a docentes y empleados el pago por homologación de sueldos de los meses de enero a septiembre de 2008, así como el aumento de los cestatickets acorde al incremento de la unidad tributaria. Y como sucedía con los gobiernos puntofijistas, el actual no cumple a tiempo con las Normas de Homologación (especie de escala móvil salarial, que se ajusta de acuerdo a la inflación), y en muchas ocasiones es el dedo y la voluntad unilateral del Presidente, los que deciden el aumento de salario, sin considerarse la inflación.

En resumidas cuentas, ni el gobierno ni las autoridades universitarias tienen razón. Ni uno ni otro tiene autoridad moral para decir qué es bueno o malo para las universidades y su comunidad. Esto se aplica por igual a las autoridades universitarias, que han jugado un papel nefasto frente al pueblo y al proceso revolucionario que vivimos, colocándose del lado de los más oscuros intereses, así como al gobierno que se llena la boca con la palabra “socialismo”, mientras incumple los derechos, no sólo de los trabajadores universitarios, si no de todos los sectores laborales.

Sin embargo, en nuestras universidades autónomas, estudiantes, profesores, empleados y obreros siguen presa de la polarización entre chavistas y escuálidos. En cierta forma siguen estancados en el 2002-2003, muy alejados de la realidad política y social que hoy vive el país, y que hace que miles de trabajadores del sector privado, pero especialmente del sector público, se movilicen por sus derechos, en defensa de la estabilidad laboral y de las contrataciones colectivas, pisoteadas por un gobierno que se autoproclama obrerista y socialista sin ningún mérito real.

Es así como los estudiantes chavistas se oponen a la marcha convocada por las autoridades universitarias, pero reivindicando la política del gobierno. Y sin decir ni pío de las deudas que este tiene con sus trabajadores, y sin cuestionar la reducción en un 6% de un presupuesto históricamente deficitario. Se atrincheran acríticamente detrás del gobierno, en su afán de enfrentarse a las autoridades y a los sectores políticos de derecha que impulsan la marcha de hoy. Renuncian a la necesidad de mantener la autonomía y la independencia respecto al gobierno y a las autoridades, y de luchar por un presupuesto justo que sea controlado y ejecutado por los gremios universitarios; en defensa de los derechos de los trabajadores, docentes y estudiantes. Callan ante las palabras del ministro Acuña que le recomendó a los rectores de las universidades autónomas que revisaran las nóminas de empleados y profesores, para que el 6% de reducción del presupuesto recayera sobre estos.

En la actualidad, sin ninguna duda, los universitarios tenemos suficientes motivos para protestar y movilizarnos de forma autónoma, sin embargo, no es marchando detrás de los rectores y de la derecha que promovió golpes y paros contra el pueblo, ni tampoco hipotecando nuestra autonomía ante un gobierno que viola los derechos de los trabajaodres, y que pretende hacer recaer sobre los hombros del pueblo la crisis económica capitalista.

En la UCV y en todas las universidades, incluida la UBV, es necesario comenzar a construir una alternativa políticamente independiente del gobierno, y absolutamente autónoma y no enfeudada a los intereses retrógrados y antidemocráticos de las autoridades. Una alternativa que movilice a estudiantes, docentes, empleados y obreros, en defensa de sus derechos, y que luche por una universidad de cara al pueblo y a las luchas de los trabajadores, en la perspectiva de la construcción del verdadero socialismo y no esta caricatura que llaman “socialismo del siglo XXI”.

Convocamos a todos los estudiantes honestos, que hoy rechazan la marcha de las autoridades, así como a empleados y docentes progresistas a impulsar este movimiento.

*Profesor de la escuela de Sociología de la UCV. Jefe del departamento de Estudios Latinoamericanos y dirigente de la Unidad Socialista de Izquierda

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