12 octubre, 2024

A un mes del fraude. Luchemos por la libertad plena de los presos por protestar

Por Partido Socialismo y Libertad (PSL)

Después de un mes del escandaloso fraude ejecutado por el gobierno en las elecciones del pasado 28 de julio, y de la subsecuente reacción popular contra el mismo, el gobierno ha llevado adelante una dura represión, en un primer momento masiva e indiscriminada, tendiendo a ser más selectiva con el correr de los días.

La brutal represión de los cuerpos de seguridad del gobierno junto a la actuación de las bandas parapoliciales, fue acompañada de una muy bien orquestada campaña para inspirar miedo en la población a través de las redes sociales. En ese contexto represivo, muchos militantes del Psuv se han combinado con la policía y las bandas parapoliciales en las comunidades, jugando el rol de delatores de los vecinos que se han manifestado en contra del gobierno, convirtiéndose en correa de transmisión de la llamada «operación tun, tun».

Luego de las elecciones, el Consejo Nacional Electoral, las fuerzas armadas, la Fiscalía y el Tribunal Supremo de Justicia, instituciones férreamente controladas por el gobierno, han actuado en concierto con este para tratar de imponer el fraude.

Cambios en el gabinete: Represión y continuación del ajuste capitalista

En ese marco represivo se produjeron recientemente una serie de cambios en el gabinete ejecutivo, cuyo objetivo central es cerrar filas en el seno del círculo dirigente, más allá las diferencias y matices que puedan existir entre ellos. 

Colocan a Diosdado Cabello, un personaje con imagen de duro e inflexible, en un ministerio que en el próximo período puede adquirir una gran relevancia, como es el de Interior y Justicia. Cabello junto a Padrino López buscarán garantizar el orden interno, tratando de evitar un nuevo desborde popular como el que se produjo el 29 de julio. Cabello, como jefe del partido de gobierno , tratará de recuperar la estructura del Psuv, la cual colapsó estrepitosamente entre el 28 y el 30 de julio, siendo incapaz de garantizar los votos para Nicolás Maduro, y no tuvo los recursos para controlar a los sectores populares que tradicionalmente habían sido base social del chavismo, los cuales pasaron por encima de las estructuras del Psuv.

Por su parte Delsy Rodriguez, ahora en el Ministerio de Petróleo, además de continuar en la vicepresidencia, tendrá como tarea mantener las buenas relaciones que ha tejido con el empresariado nacional agrupado en Fedecámaras y en Conindustria, así como con las transnacionales presentes en el país, particularmente las petroleras. Deberá seguir garantizando el acuerdo con Fedecámaras en la aplicación del duro ajuste económico capitalista que el gobierno en el año 2018 llamó Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica, con el cual destruyó el salario y las convenciones colectivas.

Ante eventuales nuevas sanciones imperialistas contra el país, a Delsy Rodríguez le corresponderá mantener las inversiones en el sector petrolero, así como las buenas relaciones con Chevron y las demás empresas petroleras transnacionales que se beneficiaron de licencias otorgadas por Estados Unidos para seguir operando en Venezuela.

La oposición patronal no quiere movilizar y apuesta a la negociación

Por su parte la oposición patronal, encabezada por María Corina Machado, mantiene una política de no exacerbar la movilización de calle. En la concentración del pasado 28 de agosto fue muy clara cuando afirmó que: “no hay que estar todos los días en la calle”. No tienen como prioridad llamar a la movilización contra el fraude. Convocan de forma retaceada y esporádica a marchas y concentraciones, que por ahora el gobierno ha tolerado sin reprimirlas.

Su política busca presionar para que se produzca una negociación con el gobierno, con participación internacional, con el objetivo de propiciar una hipotética transición. Pero esto solo sucedería si una gran movilización popular colocara al gobierno contra la pared. En frío no va a suceder nunca. En rigor, con esta política la Plataforma Unitaria se dirige a una capitulación, como ya ha hecho en otras ocasiones, sumiendo a sus bases en otra frustración, como ya fue el caso de Juan Guaidó. 

Un salto cualitativo en la ruptura popular con el gobierno

Por ahora hay un freno en la movilización de masas producto de dos factores. Después del 30 de julio se produjo un impasse en la movilización popular que desbordó a la dirección patronal encabezada por María Corina Machado, al gobierno y a las estructuras del Psuv en las comunidades populares. Esto se explica, por una parte, por la fuerte represión del gobierno, y por otra, el rol desmovilizador de los partidos de la oposición patronal.

Sin embargo debemos destacar que el pasado 29 de julio se produjo una ruptura con el gobierno en las calles, con epicentro en los barrios populares, tradicionalmente base social del chavismo. Ese día hubo un desborde popular, una reacción espontánea ante el acumulado de salarios de hambre, destrucción de los servicios públicos, represión en los barrios populares. El descontento y el repudio hacia el gobierno, que se manifestaba soterradamente en el seno de los sectores populares, ese día hizo crisis ante la indignación provocada por el fraude. Simultáneamente colapsó la estructura de control social del Psuv y el gobierno en las comunidades. Esta brecha sigue abierta y en cualquier momento se puede volver a expresar. El piso social del gobierno se precipitó, lo cual lo deja estrechamente ceñido a las fuerzas armadas y la policía. Su única base de sustento, agravándose su carácter dictatorial.

Rol del imperialismo norteamericano. Lula, Petro y López Obrador

Fue tan escandaloso el fraude que sus principales aliados regionales no han querido reconocer a Maduro. Por su parte el imperialismo norteamericano es cauteloso, y junto a Lula, Petro y López Obrador hace eje en exigir la presentación de las actas electorales y los resultados desagregados por mesas. Biden se apoya en los gobiernos de Brasil, Mexico y Colombia, quienes llevan la voz cantante en la exigencia y en las negociaciones con el gobierno de Maduro.

La única forma de derrotar al gobierno es con la movilización

Debemos tener absoluta claridad de que la única manera de derrotar el fraude y colocar al gobierno contra la pared es con una masiva movilización popular. Lo que por supuesto no quiere el gobierno pero tampoco el conjunto de la oposición patronal. Ambos le tienen terror a la movilización, y buscan evitar un nuevo desborde popular como el que se produjo el 29 de julio.

Desde el Partido Socialismo y Libertad insistimos en que es necesario organizarnos de forma autónoma a los partidos patronales. Entendemos que en lo inmediato hay que tomar precauciones ante la represión gubernamental, no obstante, debemos organizarnos y prepararnos para comenzar a salir a las calles.

Hay que tener claro que el gobierno no va a retroceder con una eventual negociación con el imperialismo norteamericano o gobiernos de la región, o con la intervención de la llamada “comunidad internacional”, que no es otra cosa que un conjunto de países con gobiernos capitalistas e imperialistas, a los que poco les importa el destino del pueblo venezolano.

Todos los procesos de transición a la democracia burguesa han sido precedidos de una movilización popular masiva. Suráfrica ante el apartheid; Argentina, Brasil, Chile, contra las dictaduras genocidas y fascistas del cono sur, o Venezuela en 1958 ante la dictadura de Pérez Jiménez.

El gobierno seguirá aplicando su ajuste económico capitalista, y no va a mejorar la situación social del pueblo venezolano. Sea por el fraude o por las condiciones sociales del pueblo y los trabajadores venezolanos, las condiciones para que se produzca una reacción popular masiva en el país, siguen estando en el tapete.

El PSL llama a impulsar la más amplia unidad de acción para exigir la libertad plena de los presos por protestar. En ese marco estamos desarrollando una campaña unitaria de firmas y denuncia por redes, junto a varias organizaciones sociales y políticas de izquierda. Simultáneamente nos articulamos con organizaciones de derechos humanos para impulsar el apoyo a los familiares con las consignas: ¡Basta de represión! ¡Libertad para los presos por protestar! ¡La protesta popular no es delito! ¡No al fraude!

Debemos insistir en que la libertad de los detenidos solo se logrará con la organización y movilización popular. Llamamos a las centrales sindicales, universidades, a las organizaciones populares y estudiantiles a que impulsen la organización y la lucha por la libertad de los detenidos. Hay que seguir sumando voluntades por la libertad plena de todas y todos los detenidos, por el cese a la represión, y derrotar al régimen dictatorial de Maduro.

¡Basta de represión!

¡Libertad para los presos por protestar!

¡La protesta popular no es delito!

¡No al fraude!

Caracas, 30 de agosto de 2024

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