Presidente Chávez considera que las transnacionales hacen cola para hacer negocios en Venezuela
En la más reciente edición del programa televisivo Aló Presidente, Chávez arremetió contra las empresas calificadoras de riesgo, y afirmó que los negocios de las transnacionales nunca habían gozado de tantas garantías como ahora bajo su gobierno. Según el presidente, las empresas extranjeras hacen cola para invertir y hacer negocios.
En la más reciente edición del programa televisivo Aló Presidente, Chávez arremetió contra las empresas calificadoras de riesgo, y afirmó que los negocios de las transnacionales nunca habían gozado de tantas garantías como ahora bajo su gobierno. Según el presidente, las empresas extranjeras hacen cola para invertir y hacer negocios.
Esto, irónicamente, demuestra que el capitalismo en Venezuela goza de buena salud, que no estamos ante transformaciones socialistas, como en otras ocasiones suele pregonar Chávez. Pero lo más extraño de la declaración de Chávez fue que aseguró que las empresas calificadoras de riesgo era capitalistas, y que por eso criticaban a su gobierno, que había «diversificado y democratizado la inversión extranjera en el país». Resulta perogrullo decirlo, pero las empresas calificadoras de riesgo son tan capitalistas como aquellas transnacionales cuyas inversiones elogia Chávez, mientras que cuando el presidente asegura que hay excelentes condiciones para la inversión capitalista, es porque reconoce que la burguesía no tiene nada que temer en el modelo económico que promueve el gobierno venezolano, dado que las leyes del capitalismo siguen plenamente vigentes. Por otro lado, resulta difícil de comprender qué puede tener de democrática la repartición de negocios entre un puñado de empresas capitalistas y la alta jerarquía del Estado venezolano.
Según informaciones recogidas por el diario oficial «Correo del Orinoco», Chávez afirmó que «llegarán al país decenas de miles de millones de dólares provenientes de inversión de las transnacionales». Para Chávez, quien dice estar reinventando el socialismo, en una peculiar variante del siglo XXI, esta inversión demuestra que «Venezuela es un país muy seguro para los inversionistas». Para ilustrar esto, se refirió a las próximas inversiones de empresas rusas, españolas, japonesas, e italianas.