Presidente Chávez llama a consejos comunales a organizar milicias
Este domingo, el programa Aló Presidente estuvo saturado de contradicciones, a un nivel pocas veces visto. «Aquí no hay medias tintas… Cada quien escoja su bando: esta es una lucha de clases. No hay conciliación posible cuando se trata de una revolución verdadera», dijo Chávez, quien hace poco más de una semana, en un acto de entreguismo puro, otorgó tres millardos de BsF a la burguesía, y la llamó abiertamente a una alianza entre el gobierno y el empresariado capitalista.
Este domingo, el programa Aló Presidente estuvo saturado de contradicciones, a un nivel pocas veces visto. «Aquí no hay medias tintas… Cada quien escoja su bando: esta es una lucha de clases. No hay conciliación posible cuando se trata de una revolución verdadera», dijo Chávez, quien hace poco más de una semana, en un acto de entreguismo puro, otorgó tres millardos de BsF a la burguesía, y la llamó abiertamente a una alianza entre el gobierno y el empresariado capitalista.
Como si su gobierno no hubiera pactado con la burguesía el otorgamiento de una amnistía a los golpistas, Chávez aseguró que «con esa burguesía apátrida, con esos grupos fascistas, no hay acuerdos posibles». No obstante, el gobierno ha establecido acuerdos con las transnacionales y con grandes grupos económicos como el Grupo Cisneros, y hasta el FMI ha elogiado sus recientes medidas económicas.
Evidentemente, la «lucha de clases» de la que habla Chávez no es la misma de la que habla el marxismo, pues el gobierno venezolano se ha cuadrado rodilla en tierra con la burguesía.
Más bien la versión del gobierno responde a la definición que diera Diosdado Cabello en noviembre de 2008, cuando aseguró que la lucha de clases es la lucha del bien contra el mal (Ver: http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=154479&lee=2)
Apoyándose en esta visión maniquea, más parecida a la religión que a una doctrina revolucionaria, Chávez pidió a la Asamblea Nacional la redacción de una ley que sancione a aquellos diputados que desobedezcan la línea del partido por el cual fueron electos.
A propósito de los hechos de violencia ocurridos hace dos semanas en Mérida, Chávez aseguró que los dos estudiantes asesinados eran «revolucionarios». En realidad uno era militante del PSUV y el otro era militante de Un Nuevo Tiempo.
Chávez también llamó a los consejos comunales a crear milicias, que son cuerpos militares subordinados a las Fuerzas Armadas y bajo el mando de oficiales. El presidente justificó esta orientación alegando la necesidad de ejercer el control territorial por parte de su proyecto político. «Nosotros no vamos a agredir a nadie, pero tenemos que prepararnos para defender palmo a palmo, milímetro a milímetro el territorio de esta Revolución», dijo. Aunque también hizo referencia a la preparación para la «guerra de todo el pueblo», la realidad es que actualmente la doctrina militar venezolana es conservadora, y se apoya en una estructura militar profesional, antidemocrática y jerarquizada, que apela a grandes gastos en compras de armamento convencional. Todo esto, en el marco de un Estado burgués y un gobierno aliado de importantes sectores capitalistas, no tiene nada que ver con las doctrinas de defensa populares, sino más bien es un paso más hacia la corporativización del movimiento popular, y obedece a una orientación gubernamental cada vez más militarista.