A propósito de la destitución de Lage y Felipe
Vamos muy mal si «los que no conocieron sacrificio alguno» para llegar al poder, son considerados por los que se sacrificaron, como una especie de cubanos de menor nivel y no muy confiables. ¿Acaso el único sacrificio posible es el de estar en una guerra? Me preocupa mucho la ausencia del relevo generacional en la dirección del país. ¿Qué pasará cuando todos los que se sacrificaron dejen de existir? ¿Se irá con ellos lo que pueda quedar de Revolución? Lamentablemente, ahora lo creo más posible que nunca, si antes no se revoluciona la Revolución misma. No se puede confiar solo en jóvenes de ordene y mando.
Vamos muy mal si «los que no conocieron sacrificio alguno» para llegar al poder, son considerados por los que se sacrificaron, como una especie de cubanos de menor nivel y no muy confiables. ¿Acaso el único sacrificio posible es el de estar en una guerra? Me preocupa mucho la ausencia del relevo generacional en la dirección del país. ¿Qué pasará cuando todos los que se sacrificaron dejen de existir? ¿Se irá con ellos lo que pueda quedar de Revolución? Lamentablemente, ahora lo creo más posible que nunca, si antes no se revoluciona la Revolución misma. No se puede confiar solo en jóvenes de ordene y mando.
No sabremos a ciencia cierta qué pasó con los destituidos más sonados, Carlos Lage y Felipe Pérez Roque. Pero eran los dirigentes más cercanos al sentir y vivir del pueblo, y por tanto, deduzco que no querían seguir siendo cómplices de esa especie de ceguera de los que se sacrificaron y que no acaban de entender que hay que hacer reformas reales en el país, sin que esto conlleve renunciar al socialismo, a la Revolución misma.
¿Acaso los históricos no entienden la apatía de la juventud hacia nuestro proceso social, porque no se están identificando con este, ya que el gobierno mismo los relega y no hace algo por satisfacer sus necesidades? Felipe había dicho que la juventud ve los logros de la educación y la salud como algo normal, por lo que quieren ver más. Era una declaración arriesgada, pero salida de un genuino encuentro con jóvenes de nuestro país.
Sabemos que Lage vivió a la par del pueblo en los años críticos del Período Especial. Él no se dedicó a evitarles sacrificios a sus hijos como sí han hecho los históricos con su descendencia. Conocida es la gran vida que se han dado los hijos de Fidel y de otros históricos. ¿Acaso eso no es doble moral? Mientras el pueblo se sacrificaba, los hijos de la mayoría de los altos dirigentes, y ellos mismos, de modo cierto, se burlaban de ese sacrificio.
Cuando Barack Obama dijo, por primera vez, que eliminaría las restricciones de los cubanoamericanos para viajar a Cuba y enviar remesas a sus familiares, Felipe cometió el error de decir que Obama estaba en sintonía con el pueblo cubano. Sí, había esperanzas de un diálogo con Obama, y de no tener justificación alguna para seguir manteniendo prisioneros a mercenarios si los que les pagan lo dejaban de hacer.
Había esperanzas de democratizar mucho más nuestra sociedad, cuando no quedara justificación alguna para las faltas de libertad de expresión, de viajar y otras tantas. Justificación que siempre me ha parecido injustificable. No se trataba de que cediéramos ante Obama, se trataba de que ganáramos ambos gobiernos, ambos pueblos, pero sobre todo, el nuestro, que no soporta más los absurdos, la ineficacia económica y otros males que no los justifica, del todo, el bloqueo. ¿Podremos esperar algún cambio en las relaciones EE.UU.-Cuba?
Es muy mal visto el neo-nepotismo en que está inmerso Raúl, acompañado por hijo, nieto y el sobrino Tony Castro, en su comitiva. Fidel en su polémica reflexión sobre los cambios en el gobierno se enreda con el venidero Clásico Mundial de pelota, quizás porque hay gente que ha dicho que anunciaron la bomba antes del Clásico para que no hubiera tanto revuelo, no me parece que el anuncio haya sido premeditado. También le pudiera haber llegado las quejas de la gente sobre la designación del médico del equipo Cuba (el mencionado Tony Castro) como vicepresidente de la Federación Cubana de Béisbol. O la rara selección del propio presidente de la Federación como director del equipo Cuba, soy de los que piensa que la designación vino de arriba. ¿Por qué, si solo debía venir de la Federación de pelota y no de ninguna otra parte?
Repudio, como el que más, el deporte rentado, y espero que ganemos el Clásico, pero, ¿a que viene eso de culparse Fidel de una posible derrota? ¿Será que reconoce lo anterior?
Cuba necesita reinsertar a los jóvenes en la Revolución, a todos los niveles, y ya que seremos el futuro, y lo que queremos es salvarla, debemos ser escuchados y que se entienda que tenemos nuestras razones, aunque no hayamos estado, precisamente por ser jóvenes, en la Sierra Maestra de fines de los 50.
(Publicado originalmente en marzo de este año, en kaosenlared.net)