9 diciembre, 2024

Que los rebeldes libios sean reconocidos como fuerza beligerante

El pueblo libio rebelde sigue combatiendo con bravura para derrotar al dictador Kadafi, pese a los criminales bombardeos y a su desventaja militar. El 10 de marzo se produjo una gran movilización de masas en las calles de Bengazi, la segunda ciudad del país y capital de la revolución, en apoyo a los combatientes y milicianos populares que están dando muestra de un gran heroísmo en los combates. En esa movilización miles acusaban a los países árabes de dejarlos solos en la lucha contra Kadafi.

El pueblo libio rebelde sigue combatiendo con bravura para derrotar al dictador Kadafi, pese a los criminales bombardeos y a su desventaja militar. El 10 de marzo se produjo una gran movilización de masas en las calles de Bengazi, la segunda ciudad del país y capital de la revolución, en apoyo a los combatientes y milicianos populares que están dando muestra de un gran heroísmo en los combates. En esa movilización miles acusaban a los países árabes de dejarlos solos en la lucha contra Kadafi.

Lamentablemente así es. Los gobiernos que conforman la Liga Árabe, reunidos en El Cairo, a pesar de que concluyeron que “el régimen de Kadafi había perdido legitimidad”, terminaron contrariando las exigencias del pueblo libio y resolvieron reclamar una zona de exclusión aérea a la ONU, adecuándose a la criminal política de intervención imperialista, en vez de resolver ellos mismos hacer la exclusión aérea y dar apoyo militar a los rebeldes. Y más cuando está probado que los gobiernos de Argelia y Siria, están enviado ayuda militar y víveres al régimen de Kadafi. Los rebeldes habrían derribado un avión con un piloto sirio.

Hay que levantarse en contra de esta postura de los gobiernos de la Liga Árabe de solicitar la intervención de la ONU, del mismo modo que se debe rechazar cualquiera otra que invoque la conformación de grupos mediadores internacionales (propuesta de Chávez-Fidel Castro y la Unión Africana) para que intercedan entre los rebeldes libios y la dictadura proimperialista de Kadafi. Unas y otras, van en contra de la insurrección popular en Libia y son saludadas por el imperialismo

Por el contrario, hay que exigir que el pueblo rebelde libio sea reconocido por todos los gobiernos del mundo como una fuerza beligerante, dentro de los marcos de los Tratados de Ginebra, para facilitar la entrega de armas, pertrechos y alimentos a la población levantada en armas contra Kadafi.

Es evidente que hay una rebelión masiva de un pueblo y que el régimen dictatorial de Kadafi, convertido en proimperialista hace décadas, lo ha transformado en una guerra civil, por su represión criminal usando todo tipo de armamento y la aviación. Esto dividió a las fuerzas armadas y ha obligado a los miles y miles que se movilizaron, en la ola revolucionaria que abrieron los pueblos de Túnez y Egipto, a tomar las armas para defenderse y derrotar a dictador.

Es claro que se trata de un pueblo en armas. Los combatientes rebeldes son una fuerza militar, que está apoyado por un vasto territorio y que tiene una dirección política y militar (el Consejo Nacional Libio de Transición, instalado en Bengazi), que son las condiciones internacionales que fijan los Tratados de Ginebra.

Los socialistas revolucionarios no llamamos a apoyar políticamente al gobierno transitorio instalado en Bengazi e integrado, entre otros, por ex ministros de Kadafi. Llamamos a apoyar la justa causa del pueblo libio rebelde y a la más amplia unidad de acción y solidaridad internacional para derrotar al dictador Kadafi.

Los pueblos árabes, en primer lugar, y los de todo el mundo, deben movilizarse para exigir que sus gobiernos reconozcan a los rebeldes como una fuerza beligerante. Hay antecedentes claros de que esto es posible. En 1978 fue reconocido en Nicaragua, como fuerza beligerante el Frente Sandinista de Liberación en su lucha contra Somoza y en 1981 ocurrió lo propio con el FMLN, en El Salvador.

Es urgente el apoyo militar al pueblo libio para parar y derrotar al asesino Kadafi. Los pueblos, los trabajadores y la juventud de los países árabes, deben movilizarse para exigir a la Liga Árabe que abandone su postura timorata y a favor del imperialismo. La solución no es pedir que intervenga militarmente la OTAN y la ONU, que solo buscan aprovechar la oportunidad para instalar una cabeza de playa en el Norte de África, para intentar desmontar la revolución árabe en curso. Sino que lo hagan los gobierno árabes y en forma urgente, reconociendo a los combatientes como fuerza beligerante y enviando ya armas, aviones (hacer una zona de exclusión área como se reclama desde Bengazi), voluntarios militares y civiles para sumarse a la lucha.

Llamamos a que los pueblos de Argelia y Siria salgan a repudiar que sus gobiernos envíen armamento a Kadafi. Que los trabajadores portuarios se nieguen a cargar, en cualquier puerto del mundo, armas o víveres para Kadafi.

La UIT-CI se suma y llama a seguir desarrollando acciones unitarias en todo el mundo, en el apoyo incondicional al pueblo rebelde libio.

¡Abajo Kadafi!
¡No ala intervención militar imperialista!
¡Que el pueblo rebelde libio sea reconocido como fuerza beligerante!
¡Armas para el pueblo rebelde libio!
¡Viva la revolución libia!

Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)

13 de marzo de 2011

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