9 diciembre, 2024

Reflexiones después del 26 de septiembre

Gracias a la camarada Hindu Anderi por esta invitación.

En Venezuela, con el arribo al poder en 1999 del presidente Chávez, se detuvo el proceso neo liberal impuesto por AD y COPEI de debilitar el papel del estado, privatizándolo todo. Lo que a simple vista aparecía como una oportunidad histórica, de rendir cuentas con el capitalismo por el contrario la situación asumió un curso reformista: restaurar el liderazgo del estado como conductor de toda la vida económica política y social del país. Se produjo un vacío histórico. Al no existir un movimiento social organizado y con conciencia política revolucionaria y a su lado la presencia de un partido marxista, el proyecto de construir el socialismo se trastoco. Por tanto le correspondió a Chávez llenar ese vacío asumiendo la conducción de la revolución democrático-burguesa a partir de entonces este proceso ha estado signado por ese rasgo distintivo. Con esto queremos decir que Chávez se ha dedicado abiertamente y en lo fundamental a la reconstrucción del papel del estado burgués como epicentro de nuestro quehacer colectivo de manera que los venezolanos nos hemos tropezado con una especie de alquimista social como un líder carismático portador de una ligereza teórica asombrosa. Resulta que el presidente Chávez, se auto proclama como antiimperialista contumaz pero contradictoriamente en los hechos su gobierno le suministra a diario al gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica casi 2.000.000 de barriles de petróleo. También el presidente Chávez se autoproclama socialista pero de hecho su gobierno se ha empeñado a como dé lugar en reforzar al modelo del Capitalismo de Estado.

Gracias a la camarada Hindu Anderi por esta invitación.

En Venezuela, con el arribo al poder en 1999 del presidente Chávez, se detuvo el proceso neo liberal impuesto por AD y COPEI de debilitar el papel del estado, privatizándolo todo. Lo que a simple vista aparecía como una oportunidad histórica, de rendir cuentas con el capitalismo por el contrario la situación asumió un curso reformista: restaurar el liderazgo del estado como conductor de toda la vida económica política y social del país. Se produjo un vacío histórico. Al no existir un movimiento social organizado y con conciencia política revolucionaria y a su lado la presencia de un partido marxista, el proyecto de construir el socialismo se trastoco. Por tanto le correspondió a Chávez llenar ese vacío asumiendo la conducción de la revolución democrático-burguesa a partir de entonces este proceso ha estado signado por ese rasgo distintivo. Con esto queremos decir que Chávez se ha dedicado abiertamente y en lo fundamental a la reconstrucción del papel del estado burgués como epicentro de nuestro quehacer colectivo de manera que los venezolanos nos hemos tropezado con una especie de alquimista social como un líder carismático portador de una ligereza teórica asombrosa. Resulta que el presidente Chávez, se auto proclama como antiimperialista contumaz pero contradictoriamente en los hechos su gobierno le suministra a diario al gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica casi 2.000.000 de barriles de petróleo. También el presidente Chávez se autoproclama socialista pero de hecho su gobierno se ha empeñado a como dé lugar en reforzar al modelo del Capitalismo de Estado.

Quiero que se entienda una cosa, nosotros “LOS COMUNEROS” jamás hemos desconocido el liderazgo del presidente Chávez. Lo que si no hemos dejado de señalar es que él es el líder de una revolución democrático-burguesa, y que en Venezuela el socialismo es una palabra de utilería, de cierto contenido agitativo pero que no existe socialismo. Chávez se apropio del discurso de la vieja izquierda insurreccional de los años 60 y 70 del pasado siglo, esto con el propósito de neutralizar a muchos de sus afectos y adherentes y de colocarlos a su servicio. Naturalmente que si le hacemos una radiografía a estos 11 años de gestión al gobierno bolivariano el desanimo y la desmotivación nos afecta; por que como resultado tenemos la materialización de un emplasto social económico y político que de hecho ha entrado en una fase de agotamiento donde avizoramos la probabilidad de que sus contradicciones internas nos conduzcan, o a restaurar las posiciones de la vieja burguesía contrarrevolucionaria o en su defecto que nos dediquemos a trabajar en aras de un proceso de acumulación de fuerza que atraves de una insurrección popular nos permita recomponer la historia arreglar cuentas con la burguesía y que se retome en serio la tarea histórica de construir al socialismo científico, esto sin adulteraciones y sin ambigüedades como los que hoy vivimos. No estamos en capacidad de predecir si en los próximos tiempos que vendrán el presidente Chávez sea capaz de colocarse como ahora a la cabeza de ese enorme compromiso histórico y para lo cual estaría obligado a dar un viraje de trescientos sesenta grados de su conducta actual o si por el contrario preferirá resignarse a jugar el papel del KERENSKY de la época zarista en la Rusia de 1917. No perdamos de vista ni por un instante que todos los intentos que se han hecho a escala mundial en nombre del socialismo se han tropezado con esa especie de muralla china que es el Capitalismo de Estado, y en donde el proletariado y todos los pobres del mundo solo hemos cosechado inevitables derrotas. Esa experiencia histórica en donde al pueblo trabajador se le ha colocado siempre en un segundo plano no tiene sentido que hoy la estemos reproduciendo en Venezuela.

Todo lo dicho anteriormente nos lleva a una conclusión inexorable: la élite bolivariana que administra el proceso democrático-burgués está política ideológica e históricamente impedida como para seguir conduciendo los destinos del país y menos aun cuando se trata de que estamos hablando de la construcción del socialismo. Por tanto es una obligación política y moral de las fuerzas populares y revolucionarias sustituir esta elite en la dirección de los asuntos públicos. Si no lo hacemos de esa manera quizás en lo inmediato esa élite sería capaz de negociar con la vieja carroña burguesa la suerte de este país y ya sabemos el panorama que nos aguardaría.
Los resultados de las elecciones del 26 de Septiembre para elegir a los diputados a la Asamblea Nacional, no nos causaron sorpresa alguna. ¿Esto por qué?

En primer lugar. El presidente Chávez se empeño en andar retando permanentemente a la oposición reaccionaria a librar la contienda en el terreno de la formalidad burguesa. Es decir en el terreno electoral, donde esta es mucho más diestra y en donde dispone de muchos mecanismos de confusión sobre la conciencia colectiva como lo son los medios de comunicación. Y esto llevo a la polarización.

Segundo. El presidente Chávez y el PSUV centraron sus objetivos políticos en ganar la mayoría en la asamblea nacional, quien dicho sea de paso es una institución burocrática del aparato burgués. De modo que a partir de ahora la suerte de este ensayo bolivariano deberá depender de los altibajos, de las maniobras, de los malabarismos que tendrán que sucederse en esa institución donde tenemos por representantes a elementos anticomunistas, oportunistas, a buscafortunas etc.

Tercero. La táctica anterior anula de hecho el papel que en un proceso de transformaciones revolucionarias debería cumplir el poder popular. Esto refleja una enorme contradicción entre el discurso presidencial y la realidad concreta. Estamos ante un dilema o el pueblo trabajador venezolano objetivamente asume y ejerce su soberanía política como sujeto histórico. O continúa actuando como hasta ahora lo han venido haciendo como un soberano pendejo manipulado por una elite burguesa, oportunista y habilidosa quien dice actuar en su nombre.

Cuarto. Toda la conducta seguida nos coloca ante una evidencia. Pareciera ser que la verdadera intención de fondo del gobierno bolivariano no estaría dirigida a derrotar como clase social a la burguesía, y de seguidas a construir el socialismo científico sino que por el contrario dicha elite se aferra al propósito politiquero de mantener al presidente Chávez en el poder para de esa manera continuar alimentando sus propias ambiciones de enriquecimiento personal o grupal y de continuar alienando la conciencia popular hacia un destino incierto.

Quinto. En las movilizaciones de masas del 26 de Septiembre se practico un permanente desfile electorero. Allí las consignas y los contenidos programáticos brillaron por su ausencia. Al electorado se les presentaron y se les impusieron figurones desconocidos por la base social y designados a dedo por la maquinaria burocrática desconociendo de hecho el papel de los líderes natos de las propias comunidades.

Sexto. La campaña electoral se desarrolló en medio de permanentes reclamaciones del pueblo para que les resolvieran sus problemas como: la inseguridad ante al hampa, los problemas insolubles de la vivienda, el drama de la salud, las transformaciones agrarias vinculadas a la estrategia de la soberanía agroalimentaria, etc.

Séptima. El malestar que ha causado en los sectores más avanzados y conscientes del proceso la política permanentemente llevada a cabo por la elite bolivariana de pretender controlar a las organizaciones de base del movimiento popular atraves de las dadivas y las obsequiosidad de los bienes materiales. Así como también la decretomania de pretender producir organizaciones populares atadas a las ambiciones de gobernadores alcaldes y funcionarios públicos.

Octava. La pérdida de la visión estratégica al pretender sustituir la contradicción principal de nuestra sociedad que es la que existe entre el capital y el trabajo sustituyéndola por una consigna mecánica y burocrática que desdibuja aquella contradicción remplazándola por una formula electorera traducida al lenguaje de: Chavismo y anti-Chavismo.

Novena. El uso oportunista de la crítica. En público se nos propone utilizar la crítica como método de construcción revolucionaria. Pero en los hechos a los sectores honestos y revolucionarios del movimiento popular se nos aísla, se nos execra, se nos conmina a la obediencia ciega al mantenimiento de una disciplina burocrática y a la defensa de una supuesta unidad donde tenemos que actuar de manera complaciente ante cualquier mequetrefe, corrupto, ante cualquier arribista.

En resumidas nos encontramos con las siguientes manifestaciones.
1) El reforzamiento político de una oposición que hoy se siente envalentonada.
2) La presencia de poderosos síntomas de desmotivación y de pesimismo en la base social que apoya al presidente Chávez.
3) La presencia de una conducta abstencionista en la gente sin partido que ayer simpatizó con el presidente Chávez.
4) Un grave desorden interno en el aparato del estado debido a la lucha por el control del mismo que actualmente se lleva a cabo entre facciones.
5) Un manifiesto agotamiento del discurso presidencial.
6) El reacomodo dentro del proceso de corrientes revolucionarias quienes aspiran desempeñar un papel más activo en las derrotas de las corrientes burguesas y en la reafirmación del camino en la construcción del socialismo científico.
7) La elite burocrática que rodea al presidente Chávez se ha burlado y ha convertido en letra muerta la decisión del presidente de aplicar las tres R, a saber: revisión, rectificación y reimpulso.

Finalmente nuestras propuestas:

• No, al camino de las reformas, ni al Capitalismo de Estado.

• Trabajemos juntos en la elaboración de una propuesta programática de transformaciones revolucionarias que de verdad verdad nos encamine hacia la construcción del socialismo científico.

• Constituyamos ahora una corriente ideológica marxista que contribuya a la derrota de las ideas burguesas así como también al esclarecimiento político de los trabajadores y del pueblo en general. Que levante las banderas de la lucha de las ideas como expresión inmediata de la lucha de clases. Que considere como su primera obligación trabajar directamente allí donde están las masas es decir, en las fabricas, en el barrio, en el campo en los cuarteles, en los liceos, en las universidades, en el teatro, en el hogar etc. Que llame al reforzamiento del poder popular y no reforzar el papel del estado burgués.

• Dicha corriente ideológica así como trabaja en la conformación de un programa debe hacerlo también en la construcción de una táctica revolucionaria cónsona con los tiempos que se avecinan y que señale al presidente Chávez la necesidad de tomar un conjunto de medidas que produzcan un viraje inmediato en la composición de su gobierno así como en la ejecución de las obras realizadas.

Hacia la construcción del socialismo científico
CARLOS BETANCOURT (Comandante JERONIMO)
Caracas 18 de Octubre de 2010

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