Reforma de la LOT abriga incertidumbre
Sin un proyecto concreto sobre la mesa, sigue en discusión la reforma de la Ley Orgánica del Trabajo, aprobada en primera discusión hace más de cinco años y relegada al olvido hasta comienzos de 2009. Orlando Chirino, vocero de Solidaridad Laboral y coordinador de una corriente de la Unión Nacional de Trabajadores, explica que la omisión de detalles por parte del Parlamento obedece a que simplemente el texto final será moldeado a imagen y semejanza del Gobierno. “Lo de la discusión es una trampa, pues no está dada con un proyecto”, señaló.
Sin un proyecto concreto sobre la mesa, sigue en discusión la reforma de la Ley Orgánica del Trabajo, aprobada en primera discusión hace más de cinco años y relegada al olvido hasta comienzos de 2009. Orlando Chirino, vocero de Solidaridad Laboral y coordinador de una corriente de la Unión Nacional de Trabajadores, explica que la omisión de detalles por parte del Parlamento obedece a que simplemente el texto final será moldeado a imagen y semejanza del Gobierno. “Lo de la discusión es una trampa, pues no está dada con un proyecto”, señaló.
Fue a comienzos de 2009 cuando el proyecto de reforma de la Ley Orgánica del Trabajo comenzó a ser discutida ampliamente, por sugerencia de la Asamblea Nacional (AN).
Sin embargo, desde 2003, cuando ésta fue aprobada en primera discusión, ha estado dentro de los asuntos pendientes del máximo órgano legislativo nacional.
La modificación parlamentaria es considerada por muchos simplemente como un comodín del Gobierno para calmar ánimos agitados, sobre la base de promesas.
Para otros, oficialistas, por supuesto, vendrá a ser la verdadera redención de los trabajadores dominados por el peso de los centros de explotación capitalista (más de 10 años después de la llegada de Hugo Chávez al poder, vale la pena resaltar) que, de acuerdo con sus opiniones, han dominado el entorno laboral venezolano.
Ante una perspectiva de ese tipo, cuatro expertos en la materia (de bando y bando) reflejan cuáles podrían ser las ventajas o desventajas tras una eventual aprobación de ese proyecto.
Nada por discutir
Tello Benítez, presidente de la organización Fundatrabajo, explica que hasta la fecha resulta imposible analizar cuáles podrían ser los puntos a favor o en contra de la nueva Ley del Trabajo, pues nada ha sido presentado de manera formal.
“Decir que hay cosas positivas o negativas es imposible. El proyecto se aprobó en primera discusión en 2003 por la Asamblea Nacional, pero lo que se pretende es lo mismo que con la Ley Orgánica de Educación: no se conocen las bases de discusión. Sería bueno que presentaran un nuevo proyecto para saber cómo va a ser”, expone.
El ex asambleísta resalta que el proyecto ha incluido varios temas, resaltando la tercerización y la reducción de jornada de trabajo, que pueden resultar atractivas para cualquier trabajador.
“Hay un montón de ofertas pero no tienen ninguna certeza. Por eso considero que esto puede ser otro madrugonazo, como ocurrió con la Ley Orgánica de Educación. Lo que más preocupa es que no ha habido una manifestación al respecto, ni siquiera de la oposición. Creo que están esperando que se apruebe para reaccionar, protestar y ser reprimidos, el mismo formato de siempre”, opina.
Por el carril
Osmal Acosta, integrante del Frente Nacional Socialista de Trabajadores del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), señala que el proyecto de LOT no puede resultar, de ninguna manera, contraria a los intereses de los trabajadores, pues son estos los que se encuentran discutiéndola y, a fin de cuentas, dándole forma.
“El objeto es que expresen su opinión en función de esa nueva ley. Nosotros estamos claros de que debe estar orientada hacia una nueva concepción de lo que son las relaciones de producción, y dentro de ese marco establecemos que debe circunscribirse dentro de una concepción socialista, porque cualquiera ideología diferente es contraria a lo que estamos preconizando (sic)”, aporta.
El problema principal de los trabajadores, a juicio de Acosta, radica en los sectores privados, que, citando a Eduardo Galeano, consumen el patrimonio de estos desde sus venas abiertas.
“Siempre pretenden desarrollar cualquier mecanismo de especulación a objeto de que los trabajadores tengan los productos en alza de precio para con eso juzgar políticamente”, acota.
No todo es oro
Las idas y venidas que, desde 2003, ha tenido la discusión de la Ley Orgánica del Trabajo obedecen a una razón: la intención del Gobierno de otorgar un aura de legalidad a esta para, finalmente, dar la estocada final con la aprobación sin consulta sobre un proyecto.
Así observa Orlando Chirino, coordinador nacional de Solidaridad Laboral e integrante de la Unión Nacional de Trabajadores, quien opina que, a fin de cuentas, la ley será moldeada a la imagen y semejanza del Gobierno.
“Lo de la discusión es una trampa, pues no está dada con un proyecto. Allí no se reflejan los intereses del país, y eso es lo que reclamamos nosotros, que exista un proyecto con el cual sea posible discutir”, refleja.
Chirino critica, de igual manera, que el Gobierno “no explique realmente lo que quiere; si es una ley de trabajo para un Estado socialista, o si pretende socializar las empresas privadas y las leyes de producción (…) queremos que se dé una verdadera discusión al respecto, no ese parlamentarismo de calle que consiste en ponerse una franela roja y una gorra y aplaudir”.
Debe incluir sanciones
Quien no tiene dudas de la intención de la nueva LOT es José Gil, diputado de la Asamblea Nacional y secretario general del sindicato de Alcasa, quien en su opinión la base fundamental del proyecto es el beneficio de los trabajadores y sus familiares.
“En esa ley el trabajo debe ser nombrado un derecho humano fundamental, además de que no debe ser sólo conciliatoria, sino también sancionatoria para los patronos, porque la actual lo que hace es flexibilizar las violaciones a los derechos de los trabajadores”, señala según su opinión, una de las muchas que han surgido en este caso.
Próxima discusión
Este martes la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional revisará el resultado del informe de la nueva Ley Orgánica del Trabajo, informaron la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) y el diario El Universal, el fin de semana.
La reducción de la jornada laboral, el aumento de vacaciones y utilidades, así como la imposibilidad de que el Consejo Nacional Electoral tenga potestad sobre las elecciones de los sindicatos, son algunos de los puntos por discutir.