Reiteran amenaza de imponer corporativización de los trabajadores a través de la reforma a la LOT

Caracas, 8 de marzo.- Desde hace más de dos años, el gobierno venezolano viene amenazando a la clase trabajadora con imponer figuras organizativas carentes de autonomía para «garantizar la producción» y combatir el sindicato como organización de defensa de los derechos socioeconómicos de los trabajadores. En la ocasión de la reforma a la Ley Orgánica del Trabajo (LOT) por vía de la Ley Habilitante, han arreciado estas amenazas de lanzar un ataque legal frontal contra la independencia de las organizaciones de los trabajadores. De manera engañosa, el gobierno habla de «control obrero» y de «consejos de trabajadores», aunque más adecuada resulta la caracterización hecha por el sindicalista y ex preso político Rubén González: no se trata de control obrero sino de «obreros controlados».

Caracas, 8 de marzo.- Desde hace más de dos años, el gobierno venezolano viene amenazando a la clase trabajadora con imponer figuras organizativas carentes de autonomía para «garantizar la producción» y combatir el sindicato como organización de defensa de los derechos socioeconómicos de los trabajadores. En la ocasión de la reforma a la Ley Orgánica del Trabajo (LOT) por vía de la Ley Habilitante, han arreciado estas amenazas de lanzar un ataque legal frontal contra la independencia de las organizaciones de los trabajadores. De manera engañosa, el gobierno habla de «control obrero» y de «consejos de trabajadores», aunque más adecuada resulta la caracterización hecha por el sindicalista y ex preso político Rubén González: no se trata de control obrero sino de «obreros controlados».

El proyecto de LOT que se debatió en la Asamblea Nacional durante 2009 dedicaba un capítulo a los «consejos de trabajadores». Los miembros de la comisión presidencial para la reforma a la LOT, integrada por representantes patronales y del gobierno, adelantan que incluirán la odiosa figura corporativa en el texto legal.

“En las empresas públicas (los consejos de trabajadores) influirían en los niveles de producción, entre otros aspectos”, dijo el diputado Oswaldo Vera, uno de los miembros de la comisión presidencial. En otras ocasiones, Vera ha confirmado que una de las funciones de los «consejos de trabajadores» es evitar la realización de huelgas.

Otro de los miembros de la comisión, Antonio Espinoza Prieto, admitió que el «consejo de trabajadores» no es una organización al servicio de la clase obrera, y que sus funciones «coliden» con las funciones del sindicato. “El consejo de trabajadores debe ser una institución de la empresa”, aseguró Espinoza, quien agregó que Fedecámaras, el gremio patronal, se muestra de acuerdo con la implementación de esa figura.

No es casual que los empresarios coincidan con la burocracia roja-rojita.

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