9 octubre, 2024

Renunció rector Rafael Simón Jiménez al CNE y considera candidatura en las elecciones parlamentarias

Por Laclase.info

Caracas, 7 de agosto de 2020.- Ayer, en horas de la tarde, en la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), renunció el dirigente político Rafael Simón Jiménez a su cargo como rector del Consejo Nacional Electoral (CNE), recientemente electo por el TSJ para organizar las cuestionadas elecciones parlamentarias del presente año.

La designación de Rafael Simón Jiménez fue producto de una cuota entregada a sectores de la oposición tradicional que han venido negociando con el gobierno de Nicolás Maduro, en la llamada Mesa de Diálogo Nacional, conocida como la “mesita”, porque no se encuentran los principales partidos de la derecha venezolana.

En sus declaraciones Rafael Simón Jiménez, informó que no descarta participar como candidato en las venideras elecciones promovidas por el gobierno de Maduro para controlar a la Asamblea Nacional (AN). En pocas palabras, desde el CNE, el antiguo rector diseñó y aprobó la ampliación de la cantidad de cargos parlamentarios, y ahora negocia una candidatura que según sus afirmaciones no le parecería incorrecta. Ayer, era juez, y hoy, jugador.

Ese hecho se suma a otros que demuestran la falta de condiciones electorales y la necesidad de recuperar libertades y derechos democráticos con la movilización en la calle. Por ejemplo, la elección por el TSJ de una magistrada de su mismo seno para dirigir como rectora un CNE de mayoría chavista; la confiscación por parte del TSJ de partidos de la oposición de derecha como Acción Democrática, COPEI, Primero Justicia y Voluntad Popular; el uso de todos los recursos del Estado para beneficiar al Psuv, como cadenas nacionales y entrega de bonos por el carnet de la patria; y las declaraciones del Ministro de la Defensa negando cualquier posibilidad de un gobierno dirigido por líderes opositores.

Además, las futuras elecciones parlamentarias, se convierten en un simulacro democrático, cuando persiste la inconsulta e impuesta Asamblea Nacional Constituyente, con poderes plenipotenciarios para desechar cualquier poder constituido como la AN, algo que ya hizo el gobierno de Maduro con el cierre de facto del parlamento nacional desde el año 2016.

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