¡Repudiemos la masacre de Hula!

Del 30 de mayo al 7 de junio, jornadas internacionales por el pueblo sirio

La dictadura siria de Bachar el Asad sigue masacrando. El viernes 25, después de masivas protestas en la pequeña ciudad de Hula, cerca de Homs unos de los centros de la resistencia popular al régimen, este lanzó una represión despiadada que dejó más de 100 cadáveres, la mitad niños asesinados a sangre fría. La masacre fue cometida después de una manifestación reprimida a tiros y de un enfrentamiento masivo. Entonces, según las denuncias, actuaron los ‘shabbiha’, paramilitares del régimen, que entraron en la ciudad matando familias enteras como represalia.

Del 30 de mayo al 7 de junio, jornadas internacionales por el pueblo sirio

La dictadura siria de Bachar el Asad sigue masacrando. El viernes 25, después de masivas protestas en la pequeña ciudad de Hula, cerca de Homs unos de los centros de la resistencia popular al régimen, este lanzó una represión despiadada que dejó más de 100 cadáveres, la mitad niños asesinados a sangre fría. La masacre fue cometida después de una manifestación reprimida a tiros y de un enfrentamiento masivo. Entonces, según las denuncias, actuaron los ‘shabbiha’, paramilitares del régimen, que entraron en la ciudad matando familias enteras como represalia.

La dictadura, por su parte dijo lo mismo que dice siempre, que la masacre se debió a “terroristas y mercenarios extranjeros”. Dos días después se produjeron nuevos bombardeos a varias ciudades, incluyendo la martirizada Hula.
Defensores mediáticos de la dictadura, como Telesur, el canal de noticias chavista, intentaron una vez más negar las numerosas evidencias de la masacre y dijeron que una de las fotos publicadas por la BBC era falsa, que correspondía a una masacre de los yanquis en la invasión a Irak en el 2003 (olvidan mencionar que también esa invasión y masacre contó con el apoyo del dictador el Asad).

La magnitud de la masacre de Hula obligó a que los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU- incluso Rusia y China, principales aliadas del régimen sirio- tuvieran que reconocer que las muertes fueron fruto de ataques que «incluyeron bombardeos de artillería y tanques del gobierno contra un barrio residencial».

Pero lo ocurrido muestra también que el plan de supuesto alto el fuego de Kofi Anam y la ONU, no detuvo las masacres. El rol de la ONU ha sido en los hechos de encubridor del masacrador, dándole tiempo a El Asad y si no resulta, buscar con apoyo de Obama, la UE y la Liga Arabe una salida negociada. O sea, todos buscan derrotar la revolución siria.

Desde Homs se conoció una declaración del Consejo Revolucionario local que denunció a la ONU: “Sus observadores solo sirvieron para contar las víctimas tras la matanza como ya lo hicieron en Sarajevo y Srebrenica, en Bosnia, en los noventa”, dice en su comunicado.

Maysara al Hilawi, del Comité de Coordinación de Hula, afirmó que había avisado a los observadores de la ONU de lo que estaba ocurriendo, cuando comenzaron los enfrentamientos antes de la masacre y los alertó para que se dirigieran a la zona, pero “llegaron demasiado tarde”. Ban Ki-moon, secretario de la ONU, reconoció que: «Los observadores de la ONU están enfrentando crecientes críticas por no detener la violencia y, en algunos barrios, incluso los responsabilizan del aumento de la misma», dijo Ban en una carta al Consejo de Seguridad (Infobae.com).
El objetivo de esta, como de las anteriores masacres, que ya provocaron 10.000 muertos y 230.000 desplazados, es quebrar la lucha popular. Sin embargo “Sobre el terreno la rebelión crece. El fin de semana hubo enfrentamientos en Alepo, la ciudad hasta ahora menos convulsa, en las montañas próximas a Turquía y pobladas por kurdos, y, hoy, en Yabroud, un suburbio de Damasco. Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, señalaba el viernes que los insurgentes controlaban sectores importantes de varias ciudades” (El País, Madrid, 28/5).

Mientras, el Consejo Nacional Sirio(CNS) en el exilio, que es la oposición hegemonizada por la Hermandad Musulmama, reconocida por el imperialismo y que pide la intervención militar imperialista, está en crisis, renunció su presidente Burhan Ghalioun. En contraste “Poco a poco los consejos o comités locales no solo coordinan su actuación sobre el terreno, sino que empiezan a formular reivindicaciones sobre cómo debe actuar la comunidad internacional. Esbozan incluso planes para la transición tras la caída de El Assad. Cada día el CNS pinta menos” (El País, 29/5).

Es decir, mientras el imperialismo deja desangrarse al pueblo sirio y teje sus pactos con sus agentes de la oposición burguesa en el exilio, es la organización popular la que está haciendo frente en condiciones muy difíciles a la dictadura que recibe grandes cargamentos de armas de Rusia, sin que la ONU abra la boca. Por su parte sectores de “izquierda” chavista y castrista siguen defendiendo al régimen, como antes lo hicieron con Kadafi.

Es necesario y urgente romper el cerco contra la revolución siria, rodeando de solidaridad a la heroica lucha del pueblo sirio. Rechazamos categóricamente toda intervención política y militar del imperialismo. Es la movilización de los pueblos del mundo la que puede contribuir al apoyo de la resistencia popular siria en el camino de terminar con la dictadura genocida. Hay que parar las masacres como las de Hula, exigir a todos los gobiernos del mundo que rompan relaciones con la dictadura y hacer sentir la solidaridad al pueblo sirio.

Como parte de esta solidaridad distintas organizaciones de Túnez (como al UGTT de Regueb), de Turquía, Palestina y de otras partes del mundo, impulsan unas jornadas de solidaridad con el pueblo sirio del 30 de mayo al 7 de junio. Llamamos a las organizaciones sindicales, estudiantiles, populares y políticas a sumarse a esta iniciativa internacional haciendo acciones unitarias en todo el mundo para dar todo el apoyo al pueblo sirio en su lucha contra la dictadura.

Secretariado Internacional de la UIT-CI
(Unidad Internacional de Trabajadores -Cuarta Internacional)
1° de junio de 2012

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