¿Se acerca a su fin la telenovela? Gobierno asegura que no procederá contra Polar
Richard Canán, ministro de Comercio, marcó el retroceso del gobierno en su conflicto con Polar al declarar que el gobierno no tiene previsto realizar ningún procedimiento contra el grupo monopolista. Para variar, el ministro dijo que «es totalmente falso e irresponsable (decir que el gobierno actuará contra Polar)… Eso forma parte del nervio de la derecha (…) No existe procedimiento contra la Polar, todos los permisos están totalmente al día… (no hay) acoso contra la empresa privada».
Richard Canán, ministro de Comercio, marcó el retroceso del gobierno en su conflicto con Polar al declarar que el gobierno no tiene previsto realizar ningún procedimiento contra el grupo monopolista. Para variar, el ministro dijo que «es totalmente falso e irresponsable (decir que el gobierno actuará contra Polar)… Eso forma parte del nervio de la derecha (…) No existe procedimiento contra la Polar, todos los permisos están totalmente al día… (no hay) acoso contra la empresa privada».
Canán desmintió que hubiera procedimientos en el tema de la propiedad intelectual contra la empresa. «Si nosotros retiramos todas las marcas que hay legalmente registradas ninguno de los productos de Polar u otra empresa pudieran circular, lo cual generaría desabastecimiento», dijo, coincidiendo con la derecha, que ha defendido a la empresa alegando que acciones en su contra generarían desabastecimiento.
Días antes, el diputado y ex sindicalista rojo-rojito, Francisco Torrealba había declarado que la Asamblea Nacional buscaría un acuerdo amistoso entre Polar y un grupo de ex trabajadores que tienen reclamos laborales.
El 2 de junio, el presidente Chávez acusó a los propietarios de Polar de conspirar contra su gobierno, y amenazó con tomar medidas contra la empresa e incluso con comprarla. Sin embargo, la reacción de la mayoría de los 30 mil trabajadores del emporio empresarial fue de rechazo a las amenazas del gobierno burgués de Chávez, en el que no confían por sus reiteradas y cada vez más graves agresiones contra el movimiento obrero y sindical venezolano. A esto se sumó el descubrimiento de alrededor de 90 mil toneladas de alimentos podridos, propiedad de la red estatal PDVAL, hecho que demolió la campaña gubernamental de supuesta lucha contra el acaparamiento, al revelarse que el mayor acaparador en Venezuela es la red estatal de importación y distribución de alimentos.
Debilitado y desprestigiado, el gobierno ha retrocedido en su conflicto interburgués con los capitalistas de Polar.